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La grabación por la que la abogada de la DAIA afronta un juicio ético

 Por Martín Granovsky

Al no figurar hoy entre los oradores del acto del Congreso, el dirigente de la DAIA Jorge Kirzenbaum evitará un problema. No tendrá que explicar el papel del ex presidente Rubén Beraja en la trama de encubrimiento y tampoco el de Marta Nercellas, la abogada de la DAIA. Nercellas sigue ejerciendo ese cargo a pesar de que el tribunal pidió al Colegio Público de Abogados que estudie su conducta. El motivo es que Nercellas participó en la grabación ilegal de un imputado. El hecho es conocido. La conversación se conoce aquí por primera vez.
Kirzenbaum calificó al fallo del Tribunal Oral Número 3 del último jueves como “devastador”.
Recién en octubre se conocerán los fundamentos de la sentencia que ordenó investigar a Juan José Galeano, Carlos Corach, Hugo Anzorreguy, Beraja y Nercellas, entre otros.
Pero Página/12 tuvo acceso a los diálogos que mantuvieron Nercellas, el policía bonaerense Bautista Alberto Huici y el entonces vicepresidente de la DAIA, Roberto Zaidemberg, también encargado de seguir la causa. Huici no sabía que lo estaban grabando. Nercellas actuó con tecnología provista por dos oficiales de la Policía Federal, Jorge “El Fino” Palacios y Marcelo de la Llave, de la División Antiterrorista. Palacios es el mismo que pasó a retiro por orden de Néstor Kirchner luego de una grabación que lo ligaba al vendedor de autos truchos Jorge Sagorsky y al ahora preso comisario retirado Carlos Gallone.
La intención de la abogada era que Huici declarase contra el resto de los policías. Debía hacerlo como testigo encubierto, lo cual entraba en la ilegalidad porque Huici ya era imputado.
Nercellas no llegó a hablar de dinero, aunque podría haberlo sugerido, pero sí de negociación:
–No es que antes de la negociación quiero sacarle datos –dijo en un momento.
Y agregó:
–Que nos cuente un poco para saber si esa trama nos interesa y vale la pena que sigamos avanzando en las conversaciones con su abogado, para darle seguridad y las cosas que usted nos pida.
Para añadir en otro momento:
–No vamos a hacer ningún acuerdo hasta que no sepamos si lo que usted tiene en conocimiento nos sirve.
La abogada dijo también con claridad que proponía que el testimonio de Huici quedase en la causa, lo cual sería un indicio de su intención de convertir al imputado en testigo. Esas fueron sus palabras: “... en este caso usted estaría dispuesto a que su testimonio de alguna manera quedara plasmado en la causa, que lo...”. Luego detalló lo siguiente: “Lo conversamos con él. El otro día habíamos hablado de ver si se podían aportar a través de su testimonio con identidad reservada o de alguna forma”.
No queda claro si “él” es Galeano, pero es un buen tema para la Comisión de Etica del Colegio Público.
–No sé olvide que soy imputado en la causa –recordó el propio Huici, con mayor conocimiento del Derecho procesal.
La conversación sirve para ver hasta qué punto la DAIA estaba comprometida:
–Confiamos en la investigación plenamente –dijo Zaidemberg a Huici–. Confiamos abiertamente. Confiamos en el juez que la lleva a cabo. Confiamos en el comisario Palacios. Confiamos en la doctora Marta Nercellas. Confiamos en los peritos.
Otro momento interesante es cuando Nercellas alardea de sus destrezas como detective, que supondrían pequeñas violaciones de la ley:
–El acta se hace cuando se puede –explicó la abogada–. Sobre todo en los procedimientos de esta naturaleza. El hecho de que yo vuelque que voy a intervenir el teléfono ahora, no significa que no tenga los datos ahora,hace dos días o hace un día. O... 12 horas. Usted sabe (cómo es) el ritmo de las investigaciones como este caso y cómo se asientan. (Eso) no es indicio de falsedad.
No hubo acuerdo de Nercellas, Zaidemberg y Huici. Pero la movida quedó “legalizada” cuando el juzgado creó un legajo que los abogados conocen familiarmente como “el 308” en el que se incorporaron las grabaciones ilegales a Huici. Igual que otras partes del expediente, su existencia recién fue descubierta en el juicio oral.
Según Pablo Jacoby, de Memoria Activa, el ex prosecretario Claudio Lifschitz explicó que a esos legajos anexados solo tenía acceso el entonces abogado de la AMIA, Luis Dobniewski.
Memoria Activa incluyó el episodio de Nercellas y Zaidemberg dentro de su pedido de apartamiento de Galeano, que los camaristas Martín Irurzun, Horacio Cattani y Horacio Vigliani resolvieron el 3 de diciembre del 2003 por “el temor de parcialidad del juez instructor”.

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Marta Nercellas, la abogada de la DAIA denunciada por el Tribunal Oral al Colegio Público.
 
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