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Bessone ganó ayer en el escritorio lo que ya había logrado en la pista

Fue confirmado como ganador de la carrera de TC disputada el domingo en Rafaela y se postula como gran candidato a retener el título. Tiraron a la basura el coche de Emanuel Moriatis.

 Por Pablo Vignone

Ernesto Bessone, el campeón de Turismo Carretera, fue confirmado anoche como ganador de la caótica carrera de TC disputada el domingo en Rafaela, que fue interrumpida por un múltiple accidente que involucró a 17 coches. La confirmación de la victoria lanzó a Bessone a la punta del torneo que ya ganara en el 2003 y lo instaló como principal candidato a obtenerlo cuando quedan cuatro competencias para terminarlo. La primera sensación de que la victoria que Bessone obtuvo en la pista de Rafaela en condiciones irregulares sería confirmada fue la partida de Ariel Pacho, el principal perjudicado, que abandonó la sede de la ACTC con cara de disgusto por la tarde. La ratificación llegó pasadas las 22.30.
A causa del accidente que mandara al hospital a Emanuel Moriatis y a su acompañante Walter Jakowzuk (ver aparte) y que destruyera totalmente el Ford Falcon que ambos tripulaban, la carrera se dividió en dos partes y la resolución, por suma de tiempos con la presencia en la pista del pace-car, produjo un resultado inesperado: que la punta cambiara de manos aun cuando la carrera estaba neutralizada. De todas maneras, ayer se ratificó la victoria del campeón, como para no continuar agregándole fuego a una cuestión delicada.
“El final fue un papelón, tendría que haber ganado Pacho –sentenció Juan María Traverso, quien se declaró “todavía muy shockeado” por el accidente–. La mayoría no conoce el reglamento”, opinó. Traverso mantiene la idea de que Moriatis disparó el accidente con un error de conducción. “Podría haberlo evitado si hubiera continuado derecho por la recta en lugar de entrar desacomodado en la chicana –señaló–. La sacamos todos muy barata, podría haber sido peor.”
Christian Ledesma, el piloto del Chevrolet que le pegó en la puerta lateral al Ford de Moriatis (que luego fue chocado, sucesivamente, por otras cinco máquinas), sufrió un esguince de tobillo e inflamación en el cuello y las muñecas.
El principal rival de Bessone en el campeonato, Omar Martínez, quedó a ocho puntos del campeón y sufrió una consecuencia inesperada del accidente, en el que, para esquivar al auto de Moriatis, impactó contra el de Acuña. “El día después de la carrera amanecí con un dolor fuerte y la muñeca inflamada. Fui al traumatólogo, que me puso un yeso, pero no es nada serio.” Martínez estará en condiciones para la próxima carrera, el 26 de septiembre, en Buenos Aires.
El Lincoln Sport Group, el equipo para el que corre Moriatis, descartó ayer el coche accidentado, después de quitarle todos los elementos útiles, y se comenzó a construir un auto nuevo. Moriatis, a quien se le retiró la licencia por precaución, no estará en la carrera porteña. Otro que tampoco estará es José Savino, cuyo auto no podrá repararse para esa competencia; su acompañante, Víctor Orsi, que sufrió fractura de pelvis en el accidente, será operado el viernes.

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Ernesto Bessone pasó a la punta cuando Julio Catalán Magni se estampó contra el paredón.
 
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