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Economía ya tiene casi cerrado el acuerdo de canje con las AFJP

Pasado mañana, Roberto Lavagna tiene la intención de anunciar que las compañías que manejan el aporte previsional de trabajadores aceptarán trocar los bonos en default de su cartera por unos nuevos con quita. Habrá contabilidad creativa para evitar el registro de ese quebranto.

 Por Claudio Zlotnik

El Gobierno y las AFJP negocian contrarreloj para cerrar un acuerdo antes del jueves. Roberto Lavagna aseguró que pasado mañana podrá anunciar el trabajoso arreglo con los fondos de pensión. La clave para los negociadores es encontrar la fórmula para que la reestructuración no tenga un impacto negativo en las cuentas de los afiliados. El temor de las empresas radica en que, caso contrario, sus clientes entablen juicios contra ellas por mala administración de sus ahorros.
Las conversaciones se desarrollan entre Economía y los ejecutivos de las principales AFJP: Consolidar, Siembra, Orígenes y Máxima. Entre ellas reúnen aproximadamente el 70 por ciento de los afiliados. Lavagna cree que con este porcentaje, al que se añadiría el 8,7 por ciento de la estatal Nación AFJP, tiene grandes posibilidades de juntar el visto bueno de todo el sistema. Las administradoras poseen el 20 por ciento del total de la deuda en cesación de pagos.
Para evitar una quita en los fondos de los afiliados, los negociadores consensuaron que los nuevos bonos sean valuados a valor técnico en los balances de las compañías. Con este mecanismo se evitaría computarlos a valor “de mercado”, en donde sufrirían un fuerte recorte respecto de su precio de emisión.
Para comprender el tecnicismo, valga el siguiente ejemplo: como los títulos en default en poder de las AFJP, mayormente Global 2018 y Global 2031 en dólares, se encuentran registrados al 70 por ciento de su valor facial, habría entonces una coincidencia con el precio de emisión de los nuevos títulos en pesos: 1,40 más CER, que equivale hoy a 2,10 pesos, contra una cotización del dólar de 3 pesos.
Hay otro capítulo que atienden los dueños de las AFJP para evitar los juicios. Quieren que en el acuerdo se incluya una cláusula por la cual se les asegure que si existe otro canje que supere al de ahora, ellos puedan plegarse en forma automática. Esta cláusula, denominada “mejor opción”, ya fue utilizada por Domingo Cavallo cuando diseñó la operación por la cual las administradoras recibieron los Préstamos Garantizados.
Pero Lavagna se estaría oponiendo a esta cláusula: piensa que, si se incluye, los demás acreedores pensarían que este canje no será el último. Que el Gobierno podría mejorar la oferta en caso de que la adhesión sea escasa. Para el Palacio de Hacienda, la operación con los fondos de pensión aparece como decisiva para lograr el éxito global de la reestructuración de la deuda.
En ese afán, Economía se comprometió frente a las AFJP a otorgarles una rentabilidad muy atractiva que triplica a la que ofrecen los bonos emitidos después de la devaluación. Dependiendo de si la reestructuración es aceptada por más del 70 por ciento de los inversores, la tasa de los bonos de las AFJP ascenderá al 5,57 o 5,96 por ciento anual. Títulos como el Bogar o el Boden 2011, también nominados en pesos y lanzados después de 2002, rinden un 2 por ciento anual. Para quien suponga que una tasa cercana al 6 por ciento en pesos es baja, cabe recordar que el capital de los nuevos títulos se incrementará al ritmo de la inflación, con lo cual se estaría garantizando una renta importante en términos reales.
Un aspecto que aún restaba por definir tiene que ver con la clase de bonos que recibirán las administradoras. Como está previsto lanzar 12.000 millones de pesos nominales de títulos “cuasi par” y las AFJP poseen bonos en default por 17.000 millones, quedaría saber con cuáles bonos se cubrirá la diferencia. Una posibilidad es que esos 5000 millones pesos en su equivalente en dólares se adjudiquen en bonos Par. La definición de esa cuestión técnica es muy relevante, ya que Economía no puede dar privilegios a ningún inversor. Caso contrario, la operación podría ser denunciada ante los organismos de control internacionales y abortarse la operación.
La AFJP del Banco Nación, que a diferencia de sus colegas optó por quedarse con los préstamos garantizados pesificados, podrá plegarse al canje. Es así porque en su momento se firmó una cláusula por la cual la administradora estatal podría canjear esos papeles en el caso de que aparezca una “mejor opción”. Ayer, recién llegado desde los Estados Unidos, Lavagna se reunió con parte de su equipo para seguir definiendo la reestructuración de la deuda. Las AFJP se encaminan a ser los primeros inversores que dejarán atrás el default.

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Guillermo Nilsen, secretario de Finanzas, fue negociando con las cuatro AFJP líderes para cerrar el acuerdo.
 
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