EL PAíS

Primeros pasos para llegar a ser una fuerza nacional

Después de lanzar partido propio, el intendente de Morón Martín Sabbatella comenzó el trabajo de construcción. Ya tiene grupos articulados en la provincia y anda conversando en la Capital.

 Por José Natanson

Luego del lanzamiento de su partido, el intendente de Morón, Martín Sabbatella, comenzó un trabajo de hormiga, de ardua construcción política, que ya está dando sus primeros frutos: Adrián Grana, su operador en la provincia de Buenos Aires, logró articular diferentes grupos políticos en 45 distritos bonaerenses. En la Capital, Sabbatella conversa con diferentes dirigentes, entre los que figura el legislador Ariel Schifrin. Antes de fin de año, cuando el trabajo termine de decantar, el intendente realizará tres o cuatro presentaciones más, con la idea de avanzar en el armado de una fuerza de centroizquierda nacional.
El 14 de septiembre pasado, Sabbatella lanzó en Morón el Encuentro por la Democracia y la Equidad, una nueva fuerza política con voluntad de articular los fragmentos dispersos del progresismo. Al día siguiente, recibió llamados de una larga serie de dirigentes, grupos políticos y sectores internos que buscaban sumarse a la nueva alternativa.
El primer problema es un clásico de las agrupaciones que nacen: el dilema entre la necesidad de abrir el espacio a nuevas incorporaciones y al mismo tiempo evitar que se sumen dirigentes de pasado oscuro o de conducta dudosa. “Si queremos crecer no podemos cerrarnos, pero tampoco convertirnos en una ambulancia que recoja heridos políticos”, definió Sabbatella. Y delegó en Adrián Grana, presidente del Concejo Deliberante de Morón, la tarea de caminar la provincia y evaluar cada incorporación.
Luego de recorrer y recorrer y conversar con posibles aliados, Grana definió un mapa de 45 distritos donde el nuevo partido podría comenzar su construcción: en algunos contaría con algún tipo de representación institucional, en otros se trata del diálogo con grupos provenientes del PJ y del radicalismo, del Frepaso y algunas fuerzas vecinales que nacieron luego de la crisis del 2001.
Un trabajo similar realizan aliados de Sabbatella en otras ciudades del interior: en Resistencia, en Córdoba y en Rosario, donde la decisión es acompañar la candidatura de Hermes Binner a diputado nacional.
En la ciudad de Buenos Aires las cosas están un poco más avanzadas. Allí, Sabbatella cuenta con el trabajo de Mercedes Depino, encargada de juntar militantes, explicar la propuesta e ir armando grupos que luego confluirían en el nuevo partido.
Schifrin mantuvo algunas reuniones con el intendente de Morón. Ex secretario de Descentralización de la ciudad y actual legislador porteño, Schifrin destaca la voluntad de avanzar en una construcción política no virtual. “Lo bueno es que no se mueve en términos geométricos o cúbicos, no habla de espacio, de articulación de fuerzas, sino de armar un partido”, destaca Schifrin. Y aclara que, aunque aún no forma parte del partido, su objetivo es trabajar en el armado desde abajo y no cerrar acuerdos cupulares entre dirigentes.
Una vez concluidos los preparativos, Sabbatella tiene planeado concretar un acto en la Capital, similar al que realizó en Morón, donde presentará su equipo porteño y abrirá una convocatoria a que se sumen nuevos dirigentes y militantes. Más adelante realizará actos similares en Rosario y otras localidades. “Vamos de a poco. Una vez que tengamos una base, que estemos más armados, llamamos a que se sumen otros”, fueron las instrucciones del intendente.
Como suele ocurrir en estos casos, la idea de construir una fuerza política nueva genera todo tipo de reacciones. Aunque la figura de Sabbatella no recibió un solo cuestionamiento y su gestión es calificada de ejemplar hasta por sus adversarios, no ocurre lo mismo con uno de sus aliados. Ex mano derecha de Graciela Fernández Meijide, de quien fue jefe de campaña en su frustrada aventura bonaerense, Rodolfo Rodil ayudó al intendente en los inicios de su carrera y hoy lo acompaña en su nuevo proyecto. Con una larga historia política, Rodil fue cuestionado por sus modos de construcción política: en julio del 2001, por ejemplo, peleó lainterna del Frente Grande de la provincia aliado con Alejandro Mosquera, que fue cuestionado por sus manejos como titular de la Cámara baja bonaerense. Más tarde, cuando muchos de sus ex compañeros de partido emigraban indignados a otras opciones políticas, Rodil insistió en defender hasta el final la permanencia del Frepaso en la Alianza.
Pero la dificultad central de Sabbatella pasa, sobre todo, por el contexto político nacional. En el lanzamiento en Morón, el intendente anunció su voluntad de que su partido contribuya a articular las fuerzas políticas del centroizquierda, atomizados luego del big bang del Frepaso, y se fotografió con Aníbal Ibarra y Hermes Binner.
El problema, claro, es que cada referente tiene planes distintos. En la Capital, Ibarra ha decidido unificar personería con el Gobierno detrás de un candidato doblemente oficialista (nacional y porteño), que hasta el momento sería Rafael Bielsa. En Santa Fe, Binner encabezará la lista del socialismo en abierta competencia con el PJ de Carlos Reutemann y Jorge Obeid, respaldado por la Casa Rosada. En Córdoba, el intendente Luis Juez busca explotar la mala relación entre Kirchner y José Manuel de la Sota y conseguir el apoyo del Gobierno, aunque no es seguro que lo logre. En la provincia de Buenos Aires, todo indica que Kirchner y el duhaldismo cerrarán un acuerdo detrás de la figura de Cristina.
El brevísimo repaso de la perspectiva para el año que viene revela las situaciones bien diferentes que atraviesan los referentes del centroizquierda. “Tenemos que dejar de pensar en función del gobierno y construir algo entre todos los que pensamos parecido”, se ha cansado de decir Sabbatella y –aunque la intención suene sensata– lo cierto es que al final la realidad termina confirmando la dispersión progresista. Si se estira la mirada al 2007, el panorama no es mucho más alentador. En el acto de Morón, Sabbatella recibió el apoyo de funcionarios kirchneristas como Eduardo Luis Duhalde y, también, la visita de dirigentes del ARI como Eduardo Macaluse. Parece difícil que esto se repita en el 2007, cuando Kirchner y Elisa Carrió disputen la elección presidencial.
En suma, la situación política de cada distrito, la proyección electoral y aun el largo plazo imponen condiciones que exceden largamente la voluntad de Sabbatella, por más que no le falte razón en casi todo lo que dice: “El 31 de octubre seguramente vamos a ir todos a Montevideo. Vamos a festejar el triunfo de Tabaré, vamos a ir a comer todos juntos y seguramente vamos a opinar cosas parecidas. Ahora, cuando volvamos a Buenos Aires, nos bajamos del Buquebús y cada uno se toma un taxi diferente, ¿es raro, no?”, se sorprende el intendente.

Compartir: 

Twitter

El proyecto Sabbatella pasa por trascender con una fuerza progresista a nivel nacional.
 
EL PAíS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.