EL PAíS › TRES DETENIDOS EN EL CASO NINE PIDEN PROTECCION PARA DECLARAR

La banda, deshecha, sigue dando miedo

La banda que mantuvo 25 días secuestrada a Patricia Nine sigue acumulando datos que la convierten en temible. Ayer, a través de su defensora oficial, tres de los detenidos solicitaron a la Justicia que les brindara “protección y resguardo” porque temen ser asesinados en prisión. Los miembros de la banda que están presos creen que los que siguen en libertad estarían dispuestos a impedir, de cualquier forma, que puedan aportar datos que lleven al desmembramiento total de la organización. El fiscal federal de la causa, Holdano Rodríguez, que ayer manifestó ante la prensa su euforia por la resolución del caso, admitió que hay por lo menos “otras dos personas prófugas”, Rodolfo “El Ruso” Lormhan y José “Potrillo” Maidana, que podrían ser los verdaderos jefes y que por su relevancia podrían reorganizar al grupo. De la investigación surge que con el fruto del dinero obtenido por los secuestros extorsivos realizaban operaciones vinculadas al tráfico de drogas, con lo cual “multiplicaban sus ganancias”, dijo a Página/12 uno de los investigadores.
Ayer se supo que el sargento ayudante de la Policía Bonaerense Ricardo Aquino, quien cubrió con su cuerpo a Patricia Nine durante el operativo de rescate en la vivienda de Gallo 918, en Merlo, había solicitado participar en el operativo y encargarse personalmente de proteger a la víctima. El pedido obedeció a que Aquino tenía trato desde hacía tiempo con la familia, para la que había realizado tareas de custodio. El complejo caso comenzó a resolverse con la circunstancial detención, en un control de rutina, de Cristian Carro Córdoba, quien ayer se negó a declarar ante la Justicia de Corrientes en la causa por el secuestro de Cristian Schaerer, cuyo paradero se desconoce desde hace más de un año.
El fiscal federal correntino Oscar Resoagli confirmó que Carro Córdoba se amparó en el derecho constitucional que le permite negarse a prestar declaración indagatoria. Anoche había quedado alojado en el Escuadrón 51 de Gendarmería Nacional, en Resistencia, Chaco. En diez días se resolverá su situación procesal en el caso Schaerer y habrá que seguir la evolución de los indicios que indican que tuvo alguna participación en el secuestro de Nine. En Corrientes, la investigación es seguida por el fiscal general de Paraguay, Oscar Latorre, dado que la banda tendría ramificaciones en el vecino país, donde habría intervenido en resonantes casos, entre ellos el de Cecilia Cubas, hija del ex vicepresidente de Paraguay Raúl Cubas.
En la causa Nine, los detenidos Ariel Largo “Caracovich”, Claudio Pernof y Claudio Castaño Pelauf, pidieron protección especial a través de su defensora de oficio, Olga Susana García. El escrito fue presentado ante el juez federal de Morón, Germán Castelli. Los prisioneros creen que todavía siguen prófugos varios de los jefes de la banda, que tendría ramificaciones en Paraguay y en Brasil. “Se sospecha que son verdaderos ‘pesados’ que pueden planificar algún atentado en las cárceles, a través de ex miembros de la banda que hoy están detenidos por otros hechos delictivos”, estimó la fuente consultada por este diario.
La banda estaría estructurada en células –por ello muchos de sus miembros no se conocen entre sí– y los jefes reclutarían a sus integrantes una vez que se planifica la operación. Cada golpe se concreta luego de realizar tareas de inteligencia que incluyen “la obtención de datos sobre posibles víctimas a informantes eventuales que trabajan por su cuenta, sin estar integrados a la organización”. En el caso de Patricia Nine se cree que Pernof tuvo un papel central, pero se piensa que el “cerebro” de cada operación va cambiando según las circunstancias. Lo que está probado es que la banda cuenta con buena logística y con un verdadero arsenal. “Es una banda de temer”, insistió el vocero.
Los detenidos Caracovich, Castaño Pelauf, Pernof y Carla Pintos serán indagados hoy. La defensa de los tres primeros, además de pedir protección para ellos, solicitó que fueran interrogados por el juez de la causa, tal como hizo días atrás otro de los presos, Alfredo Luciano Canteros, detenido el 15 de octubre en Quilmes. Ese fue el primer paso, que luego llevó a la detención de Carro Córdoba. Los investigadores aseguraron queCaracovich, detenido junto con su pareja, Carla Pintos, guardaba un fusil FAL en el estuche de una guitarra y dio algún dato clave para hallar a Nine en la casa de Villa Madariaga, en Libertad, partido de Merlo.
Los investigadores estiman que uno de los dos hombres muertos en la casa de Libertad podría ser El Gangoso, aunque otras versiones señalan que podría ser el detenido Carro Córdoba (ver página 4). Claudio Lezcano, uno de los que custodiaban a Patricia Nine en el lugar donde estuvo cautiva, le dijo que lo llamara “Tito”. Este era el apodo que se utilizaba como clave para certificar la autenticidad de los llamados extorsivos a la familia Nine. Lezcano murió durante el operativo de liberación, mientras que el otro custodio, Pablo Renz, se suicidó de un tiro en la cabeza. Ayer, el fiscal Rodríguez reconoció que Carro Córdoba sigue siendo “un eslabón importante” en la causa.

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