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“Nueva etapa superadora sobre los planes sociales”

El secretario de Empleo explica los cambios. Las mujeres con tres o más hijos inscriptas en el Plan Jefes y Jefas pasarán al Plan Familias. Tendrán que ocuparse de la escolaridad y la salud de sus hijos.

 Por Santiago Rodríguez

El presidente Néstor Kirchner formalizó el anunciado cambio en los programas sociales mediante la firma del decreto que reformula el Jefas y Jefes de Hogar y establece que las beneficiarias mujeres con tres o más hijos pasarán al Plan Familias. “Se inicia una nueva etapa superadora en el reordenamiento de los planes sociales” que apunta a “fortalecer la cultura del trabajo” y a “disminuir la vulnerabilidad de las familias”, destacaron tanto la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, como su par de Trabajo, Carlos Tomada.
La decisión del Gobierno de replantear el Jefas y Jefes de Hogar se hizo pública días atrás, después de que la Iglesia solicitara su modificación. Lo que planteó Cáritas –y también varios obispos– fue que ese subsidio desalienta la cultura del trabajo y favorece el clientelismo.
El cambio más sustancial es el traspaso progresivo en los próximos dos años al Plan Familias de 750 mil madres con tres o más hijos que hoy están en el Jefas y Jefes de Hogar, donde quedarán aquellos que el Gobierno considera que están en condiciones de reinsertarse laboralmente. En lugar de brindar una contraprestación laboral, esas mujeres tendrán la obligación de ocuparse de la escolaridad y la salud de sus hijos.
“Se inicia una nueva etapa que establece dos grandes objetivos en relación con el programa Jefas y Jefes de Hogar: fortalecer la cultura del trabajo y atender a los grupos vulnerables y disminuir la situación de vulnerabilidad de las familias con mayores dificultades”, aseguró a Página/12 el secretario de Empleo, Enrique Deibe.
–¿Cómo va a ser el traspaso de los beneficiarios de un plan a otro? ¿Van a tener que hacer algún tipo de trámite para su traspaso?
–Desarrollo Social viene trabajando en los hogares con una ficha de diagnóstico y a partir de eso se va identificando cuáles son los beneficiarios que tienen la condición para pasar al Plan Familias. A medida que vayamos definiendo qué personas pasan a ese plan, el resto van a tener la aplicación del Ministerio de Trabajo a través de la puesta en marcha de una red de oficinas públicas de servicios de empleo, que estamos desarrollando para lograr la articulación e intermediación entre los desocupados y la generación de puestos de trabajo.
–¿Qué ventajas traerá el cambio en los planes sociales?
–El sentido más importante es avanzar en una política social y de empleo mucho más articulada y con mucha más atención sobre cada una de las personas que hoy tienen problemas de empleo e ingresos y que están en situación de vulnerabilidad. Este proceso adecua de una manera mucho más clara cómo avanzar en la identificación y, por lo tanto, la implementación de políticas públicas orientadas para cada uno de los ciudadanos que tienen problemas.
–En el Plan Jefes de Hogar van a quedar aquellos en condición de empleabilidad, ¿qué va a hacer el Ministerio de Trabajo para que esas personas puedan efectivamente insertarse en el mercado laboral?
–Tenemos tres herramientas fundamentales: la formación y la capacitación, la generación de posibilidades para la inserción en el empleo privado y los programas de empleo transitorio que permiten mejorar la empleabilidad de desocupados y beneficiarios de planes sociales. La red de oficina de servicios públicos de empleo permitirá identificar la situación de cada individuo y orientarlo hacia las distintas posibilidades para la inserción en el empleo.
–¿Cómo funcionará esa red?
–La red funciona y tenemos que profundizarla. Para eso estamos trabajando en acuerdos con los sectores más dinámicos, como el de la construcción, metalúrgicos, textiles, en programas de acción y capacitación con inserción laboral de acuerdo con los requerimientos de los empresarios. Por otro lado, estamos trabajando en acuerdos territoriales con provincias y municipios, identificando cuáles son las actividades que demandan mayor mano de obra y fortaleciendo oficinas locales de empleo.
–Hoy no todos los beneficiarios del Plan Jefes están obligados a brindar una contraprestación laboral. ¿Se los obligará a partir de los cambios?
–El Plan Jefes comenzó en un momento muy difícil de Argentina para dar respuesta a una situación social muy aguda. En la medida en que la situación va mejorando y el empleo viene creciendo sostenidamente durante quince meses, empiezan a aparecer posibilidades de desarrollo de políticas públicas que den una respuesta más eficiente a la generación de empleo. La orientación del plan ahora ordena esto de las contraprestaciones. Lo que se pretende es que esto se vaya transformando en políticas que identifiquen mejor las necesidades y mejoren las posibilidades de inserción; o sea que la contraprestación tenga que ver más con la inserción laboral y que en el caso de las madres se focalice fortalecer a la familia.
–En la actualidad la inscripción al Plan Jefes está cerrada, ¿la modificación contempla su universalización?
–No hay más incorporaciones. El plan tiene una cobertura muy amplia y adecuada y, por otro lado, se están generando nuevas fuentes de trabajo, por lo cual el Gobierno ha puesto el acento desde el año pasado en generar nuevas oportunidades de empleo a través de distintas formas, como la economía social, la obra pública y el empleo privado.

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La ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y su par de Trabajo, Carlos Tomada, hicieron el anuncio.
 
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