EL PAíS › DUHALDE SE REUNIO CON LAVAGNA MIRANDO HACIA
LA CASA DE GOBIERNO

Ruptura bonaerense con la Rosada

El ex presidente le adelantó al ministro su decisión. Y que dejaría su cargo en el ercosur. También se reunió con Bergoglio.

 Por Martín Piqué

Como buen ajedrecista, Eduardo Duhalde cuida a una de su piezas más importante, la que reserva para el final de la partida. Eso explica su llegada al Palacio de Hacienda, ayer a la mañana, y su misteriosa entrevista con el ministro de Economía, Roberto Lavagna. Lo que hablaron no trascendió demasiado porque ambos interlocutores se cuidaron y mantuvieron un sugestivo silencio. “No tenemos nada para decir”, eludieron en el entorno del ministro. Sin embargo, Página/12 pudo saber que Duhalde visitó a su ex funcionario para anticiparle sus movimientos. Entre otras cosas, le avisó que piensa renunciar a su cargo en la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, cuyo mandato vence en dos meses, y que tiene decidido “romper con el Gobierno”. “En eso se está trabajando”, confirmó a Página/12 un legislador nacional que está muy cerca de Duhalde.
La visita de Duhalde a Lavagna fue seguida con mucha atención desde la Casa Rosada. La reunión despertó muchas suspicacias. En las últimas semanas, el duhaldismo dejó trascender que contaba con un “tapado” que podía sorprender al kirchnerismo y, también, conmover a la opinión pública, sugiriendo que tal sujeto podría ser Lavagna. En la intimidad, los duhaldistas admiten que esa posibilidad nunca pasó de ser un elemento más de presión.
“La candidata, si es que no arreglamos, es Chiche”, aclaró ayer un legislador que habla mucho con la esposa de Duhalde. Esta aclaración es coherente con los movimientos de la fundadora de las manzaneras: en los últimos días, Chiche se reunió con el ex comisario Luis Patti, fundador del Partido Unidad Federalista (Paufe), para analizar la propuesta de compartir listas en la provincia de Buenos Aires.
Patti no quiere ingresar al PJ –hasta ahora su única relación con el peronismo es estar acusado de haber asesinado a dos militantes montoneros–, pero estaría dispuesto a llevar a Chiche como candidata a senadora en la boleta de Paufe. “Chiche está midiendo bien, subiendo algunos puntos. Y Patti va a tributar para nuestro lado”, aseguran desde el entorno de la diputada. Hasta hace poco todo lo que hacía Chiche era interpretado como “fuegos de artificio”, como formas de presionar para forzar un acuerdo. Algo parece haber cambiado en estos días. Por ejemplo, cerca de ella ya hablan de un frente que agrupe al duhaldismo y a sus aliados históricos, la mayoría ubicados a la derecha del dial.
En el caso de una pelea, Duhalde quisiera una coalición lo más amplia posible, que represente a todos los sectores distanciados con Kirchner. Ayer, tras reunirse con Lavagna, se entrevistó con el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio.
Ruptura
La visita de Duhalde al Palacio de Hacienda reflejó ese panorama. Reveló lo que desde ambas orillas vienen anticipando: que el acuerdo es cada vez más difícil. Para poner en escena esa fractura, Duhalde dejaría su cargo en la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur. Lo más probable es que se aleje después de la cumbre de jefes de Estado que tendrá lugar este fin de semana en Asunción. El alejamiento estaría motivado por varios factores, pero el principal es que el ex presidente siente que Kirchner “no le tiene confianza”, según confió a sus allegados.
En la reunión con Lavagna, Duhalde habló del tema. También analizó la vacante que Rafael Bielsa dejará en la Cancillería, ya que una de las posibilidades –reconocida por el propio Bielsa– es que Lavagna sea el sucesor. Pero esa chance comienza a desvanecerse. “No lo veo en el enfoque del Presidente”, comentaba ayer un diplomático.
La reunión de Duhalde con Lavagna no pasó desapercibida en la Rosada. Muchos intendentes se encontraron en el Salón Blanco para asistir al acto por el aniversario del bombardeo a la Plaza de Mayo. Allí estuvieron Kirchner, su esposa Cristina y el gobernador Felipe Solá, a quienes se los vio notoriamente cerca. Los intendentes que asistieron eran todos kirchneristas o ex duhaldistas que se pasaron hace poco al kirchnerismo. El comentario más difundido era que Kirchner había decidido “ir por todo” y que la reunión de Lavagna con Duhalde –acaso una amenaza, tal vez un gesto– reforzaría los presagios belicosos.
Según un intendente que estuvo en Balcarce 50, el Presidente archivó definitivamente la idea de acordar. “Duhalde quería un acuerdo tipo Pacto de Olivos, que fuera publicitado a los medios, y recién después bajar la candidatura de Chiche. Pero Kirchner decía que cualquiera de las opciones lo perjudicaría ante la sociedad. Ahora quiere ir por todo”, detalló. El mismo panorama describían desde el duhaldismo. Con cierta desilusión, un histórico lugarteniente de Duhalde pronosticaba problemas. “Si hay dos listas, acá no gana nadie. Habrá que ver quién pierde menos. Debemos tener responsabilidad porque si no vamos a terminar como la Alianza.”
Si los vaticinios se confirman, habrá ruptura. De nada servirán las mediaciones de último momento. Tampoco habrá reunión cumbre en Paraguay, como algunos preveían, porque Kirchner ordenó delinear una agenda que impida cualquier contacto con Duhalde más allá de las formalidades, como la foto de inauguración. Mientras tanto, el libro de pases del duhaldismo al kirchnerismo sigue abierto: en los próximos días podrían sumarse dos nuevos intendentes, Luis Acuña (Hurlingham) y Alejandro Granados (Ezeiza), que están conversando con Solá para concretar el éxodo.

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Duhalde y Lavagna cuando el segundo era ministro de Economía del primero, que era presidente.
 
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