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La Cámara de Casación liberó a Raúl Castells

El líder piquetero sindicó al Gobierno como el responsable de su prisión y también de su liberación. En el Ejecutivo respiraron aliviados, a pesar de que contaban con datos sobre que la salud del titular del MIJD no corría peligro.

La Sala III de la Cámara de Casación dictó ayer la excarcelación de Raúl Castells. Tal como adelantó Página/12 el domingo en exclusiva, el sorteo del tribunal que debía resolver el caso Castells fue afortunado para el líder piquetero, porque esa sala es la única que tenía antecedentes de haber convalidado excarcelaciones en situaciones similares, por lo que sus chances de conseguir la libertad eran grandes. “A mí me metió preso el Gobierno y por la misma vía quedé libre”, dijo ayer Castells al enterarse del fallo y dando por sentado que las dos juezas que votaron la excarcelación lo hicieron alentadas por el Ejecutivo. En realidad, en la Casa Rosada tenían el diagnóstico de que la situación sanitaria de Castells no era grave, existían dudas sobre su huelga de hambre, pero aun así anoche respiraban aliviados porque su libertad disipa el peligro de que se pueda producir alguna complicación en la salud del líder del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD).
Por otra parte, en el Servicio Penitenciario (SP) reinaba la preocupación por la actitud que pudieran tomar a partir de hoy otros presos: “Tal vez nos encontremos con más de una huelga de hambre reclamando que su caso se trate tan rápido como el de Castells”, diagnosticaban.
Castells tuvo suerte por partida doble. Por un lado, le tocó la Sala III de Casación, que tenía el antecedente de haber excarcelado a imputados en los casos Mascheraldo, Vicario y Rolón. Pero, además, uno de los magistrados, Guillermo Tragant, sufrió un infarto y debió ser reemplazado. Eso hizo que integrara la sala Ana María Capolupo de Durañona y Vedia, que ayer votó a favor de Castells y fue decisiva porque, sorpresivamente, el fallo de Eduardo Riggi fue contra el líder piquetero. Riggi y Tragant suelen coincidir en su voto, ambos son considerados magistrados conservadores, de manera que el reemplazo de un juez por otro resultó providencial para el referente piquetero.
Las dos juezas, Angela Ledesma y Capolupo, fueron breves en sus fundamentos: no existe el peligro de que Castells se escape, no hay riesgo de que altere las pruebas en la causa por haberle exigido cajitas felices a McDonald’s y, por lo tanto, corresponde que se mantenga en libertad durante el proceso que va hasta el juicio oral. Riggi, en cambio, incluyó criterios que pueden pesar cuando vote en el otro caso de importancia que tiene la Sala III, si se ratifica o no la libertad de Omar Chabán en la causa Cromañón. Riggi sostiene que para otorgar excarcelaciones deben tenerse en cuenta también la gravedad de los hechos, si el imputado va a reincidir en el delito, si las pruebas en su contra llevan a un alto grado de presunción de culpabilidad e incluso cuál es el impacto social de la excarcelación. En concreto, respecto de Castells, Riggi argumentó que nunca fijó domicilio, que siempre hubo que “ir a detenerlo”, que ya tiene condena y es muy posible que reincida en su forma de actuar, que desprecia la Justicia argumentando que está “secuestrado por los jueces” o que es un “preso político” y que su actividad “comporta una grave afectación para la vida democrática, para el ejercicio de las libertades republicanas, avanzando ilegítimamente sobre la libertad de circular, de trabajar y de comerciar de los ciudadanos”. Riggi también considera que la huelga de hambre debe ser evaluada como un dato en contra de Castells, ya que significa una presión sobre los jueces.
El fallo dividido, dos a uno a favor de la excarcelación de Castells, fue transmitido de inmediato al Tribunal Oral Criminal 6 (TOC), que ahora maneja el caso McDonald’s y llevará adelante el juicio oral, posiblemente a partir de diciembre. El TOC se comunicó con el Servicio Penitenciario y al anochecer se había concretado la libertad, aunque Castells afirmó que se quedará en la Clínica Calchaquí por una semana más “debido a mi delicado estado de salud”, según dijo. “Este es un inmenso triunfo del pueblo argentino y de la lucha popular –sostuvo el dirigente y candidato del MIJD–. Reconozco la hidalguía que tuvo Kirchner de permitir la libertad de este adversario político, pero le pido que la haga extensiva al resto de los presos políticos. Agradezco que se hayan juntado sectores disímiles ideológicamente para pedir que cese mi huelga de hambre.” Como se sabe, desde Ricardo López Murphy, pasando por Patricia Bullrich, Luis D’Elía, Raúl Zaffaroni y Hugo Moyano, hasta el conjunto de la izquierda, se comunicaron con Castells o lo visitaron en la clínica.
En Tribunales sostienen que al resultar sorteada la Sala III era un hecho que Castells conseguiría la excarcelación. El papel que jugó la huelga de hambre fue acelerar los plazos, ya que los fallos de Casación suelen tardar meses. En este caso, la Sala III resolvió en diez días. Y lo que preveían anoche en el SP es que puede haber hoy protestas e incluso alguna huelga de hambre en alguna cárcel por parte de presos que tal vez reclamen que su caso también sea tratado con premura.

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Raúl Castells recuperó su libertad ayer al atardecer, tras el fallo de la Cámara de Casación.
 
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