EL PAíS › FIDEL VENDRIA, PERO NADIE SABE CUANDO NI COMO

Una presencia misteriosa

En Córdoba dan por descontada la llegada del presidente cubano, pero no había confirmación oficial y las versiones ocuparon al público, los periodistas y los funcionarios.

 Por F. C.
Desde Córdoba

Que ya llegó, que va a llegar, que viene en su avión nuevo, que viene oculto en otro, la presencia de Fidel Castro ayer en Córdoba se volvió tan palpable como un fantasma. En lo que todos coinciden es en que el líder cubano va a venir para participar del encuentro en el que el Mercosur hará un fuerte gesto de solidaridad con la isla al firmar un acuerdo económico que será presentado como la contracara al interminable bloqueo norteamericano. Pero el dato justo, que a cada hora se renovaba, sobre la certeza de la llegada era un juego que envolvía tanto a periodistas como a funcionarios. “Es que si viene Fidel se come la cumbre”, explica un alto diplomático presente ayer.

Los venezolanos son los más convencidos de la presencia de Fidel. Según ellos, fue Chávez quien lo convenció de venir. Juntos, más el boliviano Evo Morales, cerrarán las cumbres paralelas con un acto multitudinario que seguro será memorable. Usinas venezolanas –en este caso de rumores, no energéticas– sostenían a media tarde que el veterano líder ya había aterrizado en Buenos Aires y se encontraba descansando en algún lugar. La versión se corroboraba con otra que sostenía que el lugar que el Gobierno había asignado para que aterrizaran los dos modernos aviones que este año Cuba le compró a Rusia ya estaban ocupados. Pero luego dijeron que no sabían exactamente qué tipo de aviones eran los que estaban allí y la versión se fue desmoronando.

Luego tomó impulso otra que aseguraba que llegaba anoche cerca de las 0 hora de hoy. El rumor era difundido por los diplomáticos que deliberaron ayer en el Complejo Ferial. Bajo el sol de un día primaveral que ayer ofreció la capital cordobesa, los funcionarios chequeaban con los periodistas las últimas versiones. Más tarde, se supo que Cuba todavía no había pedido la visa para Fidel. No obstante, iba en camino a ello. Luego de pedir la visa para los periodistas, solicitó la del canciller y ayer la del vicepresidente. Si piden una más, será la de Castro.

Entre las especulaciones que daban vuelta se barajó la posibilidad de que llegara junto a Hugo Chávez en el avión del venezolano. Llegarían de madrugada y luego irían juntos al almuerzo pactado en Olivos con el presidente Kirchner y su esposa.

Por la noche se rumoreaba que Fidel llegaría directamente a Córdoba y que tenía previsto ir a Alta Gracia. Allí los encargados de su seguridad visitaron el martes la casa donde vivió el Che Guevara. Y si es por seguirle el rastro a su legendario camarada, Fidel no se debería perder la cena de esta noche. El Palacio Ferreira, el suntuoso recinto elegido por el gobernador José Manuel de la Sota para la ocasión, perteneció a la familia de una novia del Che y de algunos guerrilleros de los ’70.

Pocas veces en la historia reciente se debe haber generado tal ola de rumores como la creada en los últimos días alrededor de la llegada de Fidel Castro para la cumbre. Lo real es que ya nadie duda de su presencia lo que no deja de llamar la atención. Fidel tuvo un importante recibimiento en mayo de 2003, cuando viajó para la asunción de Kirchner y luego encabezó un acto en las escalinatas de la Facultad de Derecho. Pero, luego de aquello, la relación bilateral tuvo sus vaivenes. Si bien el gobierno de Kirchner revirtió el voto condenatorio a la isla en la comisión de Derechos Humanos de la ONU que habían seguido Carlos Menem y Fernando de la Rúa, hubo una controversia por la situación de la médica cubana Hilda Molina, opositora al castrismo, quien quiere viajar a Buenos Aires para conocer a sus nietos.

Al parecer, para Fidel ese conflicto no merecía perderse la invitación para viajar a Córdoba. Hoy la región le ofrece un inédito panorama de presidentes que miran con simpatía su gestión, cuando no algunos –comoChávez y Evo– que se proclaman sus seguidores. Eso, más el acuerdo de fuerte simbolismo que suscribirá el bloque –que unifica los acuerdos comerciales que cada país mantiene en forma bilateral con Cuba– habrían convencido al viejo líder a subirse al avión.

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La llegada del presidente de Cuba, Fidel Castro, obsesionó ayer a periodistas y funcionarios.
Imagen: Daniel Jayo
 
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