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El testigo denunciante dio el golpe de Grassia

Una nueva declaración de Luis Gutiérrez se agrega a la revelada ayer por Página/12. En ella aseguró estar dispuesto a describir las experiencias sufridas por otros chicos del círculo íntimo de Grassi.

 Por Horacio Cecchi

Luis Gutiérrez, el joven convocado como testigo de la defensa del cura Julio César Grassi para negar cualquier tipo de abuso de parte de su cuidador, el mismo que el 6 de julio pasado –tal como reveló ayer Página/12– reconoció ante la fiscalía 7 de Morón que sí había sido abusado por el titular de Felices los Niños, efectuó otra declaración contra la vapuleada defensa del polémico padre. El testimonio, que no había sido revelado hasta hoy, lo realizó el mismo 6 de julio ante la fiscal Rita Bustamante, de Morón, después de abandonar la fiscalía 7. Allí dijo que estaba dispuesto a relatar “los abusos sufridos por los otros chicos” que presuntamente integraban el círculo íntimo de Grassi. Ayer, este diario reveló que el sábado 8 habían ingresado en la casa de Gutiérrez, la habían saqueado, le robaron dinero y le dejaron una nota que decía “Ojo, esto puede ser peor”. Con sus revelaciones, Luis Gutiérrez agregó una nueva denuncia contra el cura Grassi. Pero, mucho más que un nuevo caso, la declaración de L.G. desmorona la defensa de su supuesto protector, de la cual él era el testigo clave y la columna principal que sostenía el resto de los argumentos del acusado.

Este diario reveló que el 6 de julio pasado, Luis había concurrido a la fiscalía 7 de Morón, a cargo de Matías Rappazzo, por supuesta decisión propia para ampliar su declaración en favor de Grassi. El joven formaba parte, o más aún, era la herramienta decisiva de la estrategia defensista del cura porque aseguraba que en el viaje a El Calafate no había sufrido ningún tipo de abuso de su parte. Con la idea de ampliar su declaración se presentó ese día y sostuvo su primera versión. En una pregunta formal, y como quien no quiere la cosa, Rappazzo inquirió a Gutiérrez para cerrar el trámite: “¿Grassi abusó de usted en algún otro momento?”. Y la respuesta hizo más ruido que la caída del glaciar Perito Moreno.

“La importancia de la declaración del testigo no es porque se trate de una nueva denuncia. Es mucho más grave que eso –aseguró Juan Pablo Gallego, abogado del Comité de Seguimiento de los Derechos del Niño (Casacidn) y que representa a las víctimas denunciantes Gabriel y Ezequiel–. La defensa de Grassi había sostenido toda su estrategia sobre las declaraciones de Gutiérrez. Es un golpe terrible que puede tener un efecto catarata, porque los otros chicos, Fernando y Horacio, que formaban parte del círculo íntimo de Grassi junto con Luis, sostenían su silencio en su negativa. Pensábamos que en el momento del juicio iban a romper el silencio, porque es muy difícil para una víctima de abuso sexual y corrupción de menores poder superar los efectos traumáticos guardando en silencio su experiencia.”

Pero ese mismo 6 de julio, tras abandonar el despacho de Rappazzo, Gutiérrez pidió una audiencia con la fiscal Rita Bustamante, quien había llevado la investigación al inicio del caso. Dada la trascendencia de la entrevista, se decidió grabarla y filmarla. “La defensa de Grassi ya fue notificada de la declaración y nosotros –sostuvo Gallego– ya pedimos que se incorporara a la causa como prueba.” ¿Qué había dicho Gutiérrez a Bustamante? Que estaba dispuesto no sólo a repetir su declaración sino a dar detalles sobre lo que les sucedía a los otros chicos que rodeaban al cura.

En pocas palabras, el principal testigo de Grassi terminó desmoronando su defensa y posiblemente desatando un efecto catarata entre los otros testigos. “Ellos creyeron que alcanzaba con amedrentar a los testigos propuestos por la acusación y atemorizar a las víctimas –agregó Gallego—. No se dieron cuenta que sus propios testigos habían sufrido aberraciones y que esto en algún momento iba a saltar.”

“Lo de Luis Gutiérrez es definitorio –agregó el abogado–. Porque en los casos de Gabriel y Ezequiel, en el 2002, cuando fueron presentadas las denuncias, ya no formaban parte del círculo íntimo de Grassi. En cambio Luis y los otros dos chicos sí. Si se lee atentamente la declaración deLuis, se ve que describe con lujo de detalles la suite que compartía con Grassi. Y relata hechos tan aberrantes y con tanto detalle que es muy difícil explicar todo lo que cuenta si no se entiende que él mismo estaba incluido en esa situación aberrante.”

Los primeros efectos de la reversión del testigo cayeron sobre las propias filas del cura. “Dos días después de que Gutiérrez declarara –describió el abogado de Casacidn–, entraron en su casa donde vivía con su familia, rompieron todo, le robaron 2500 pesos y le dejaron una nota en la almohada. La nota decía ‘Ojo, esto puede ser peor’ y ya fue entregada al fiscal Rappazzo.”

Por el momento no está definido cómo se resolverá el proceso por la nueva causa que se formó, la 161.746, por abuso sexual y corrupción de menores contra Grassi. En principio, mientras comienza a sustanciarse y se toman las medidas correspondientes (notificar, citar a declarar nuevamente), la causa original sigue detenida por el pedido de recusación del tribunal que debía llevar adelante el juicio oral, por parte de la fiscalía.

“Las demoras que fue sufriendo hasta acá la causa inicial que se lleva contra Julio Grassi terminaron por darse vuelta en contra del propio Grassi –sostuvo Gallego–. Durante esa demora es que surge la declaración de Luis Gutiérrez que nosotros nos animamos a sostener como un golpe tremendo a la defensa del cura.”

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La defensa del cura Grassi se desmoronó al cambiar su principal testigo a principal acusador.
 
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