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Los intendentes peronistas del conurbano quieren jugar su juego

Ante la indefinición de Duhalde, los barones del PJ bonaerense han comenzado a debatir cuál es la conveniencia de apoyar o no a De la Sota e, incluso, a Menem. Solá o Chiche.

 Por Martín Piqué

Eduardo Duhalde se imagina un retorno honroso, digno, a la tierra que mejor conoce: la provincia de Buenos Aires. Es un regreso obligado por las circunstancias, como si el distrito bonaerense fuera una “retaguardia” donde refugiarse cuando la cosa viene dura y la batalla incierta. Ese retorno no triunfal, que Duhalde empezó a preparar cuando adelantó las elecciones y luego aceleró con el abandono de Carlos Reutemann, ya está dejando sus marcas en un territorio en su mayor parte controlado por el PJ. El temor a una victoria de Carlos Menem, la desconfianza ante las ofertas del menemismo, la pelea subterránea por la gobernación, y la posibilidad de desdoblar los comicios obsesionan por estos días al peronismo bonaerense. “Lo más importante es conservar el distrito”, resumía ayer a Página/12 un reconocido dirigente del PJ provincial.
Lo que prevalece en la provincia es el desconcierto. Los intendentes duhaldistas del Conurbano empiezan a preocuparse por el futuro de sus distritos. Condicionados por la eterna pelea Menem-Duhalde, los jefes comunales observan con preocupación las dificultades del Gobierno para encontrar un candidato “moderado” que pueda competir con Menem. Y se encuentran ahora ante un dilema complicado: apoyar a José Manuel de la Sota, aun si éste no logra subir en las encuestas, o negociar con los enviados de Menem para asegurarse una buena relación en el caso de que el riojano gane la interna.
Todos unidos votaremos
Hacía mucho que no se los veía por el Conurbano. Reaparecieron en las dos últimas semanas, en coincidencia con la irrupción mediática del menemismo. Caminando, armando encuentros por teléfono, visitando despachos y bares, los delegados del riojano recorrieron el distrito del enemigo. Dialogaron con varios intendentes de la primera y tercera sección electoral, lo que equivale a los tres cordones del Gran Buenos Aires. Buscaban apoyos para su jefe; tuvieron suerte dispar.
Uno de ellos fue Alberto Kohan, quien visitó La Matanza hace dos semanas. Durante su visita, Kohan encabezó un seminario político al que asistieron menemistas y viejos exponentes de la Liga Federal que lideraba Alberto Pierri. Como Roberto Cruz, ex presidente de Deportivo Mandiyú y Laferrère, que tuvo problemas en la Justicia por su paso por esos clubes, y compitió por la intendencia en 1989. La reunión con los pierristas de San Justo confirmó una sospecha que circulaba por la zona: “Pierri está laburando para el Turco”.
La avanzada menemista continuó a través de otras figuras emblemáticas y de poco ascendiente en el peronismo provincial: Roby Fernández, el ex apoderado legal del PJ César Arias, y el ex secretario de Narcotráfico Alberto Lestelle trajinaron sus celulares para cumplir su cometido. Por ahora, los intendentes, el objeto de tanto esfuerzo, postergaron las definiciones y acordaron tomar una decisión común, que surgirá de las reuniones del Consejo provincial, que se llevan a cabo los martes a las 19 en la sede de Avenida Mayo, al lado del Café Tortoni.
Candidato, se busca
“Hay una impasse. Vamos a tratar de ir todos en bloque, por ahora no ha habido desprendimientos”, aseguró a este diario un miembro del Consejo partidario que además es diputado. El panorama se reflejó en la última reunión partidaria, el martes pasado. En el encuentro se revelaron distintas posturas a la hora de negociar –o no– con Menem. Algunos intendentes, como Carlos Infanzón, de Berazategui, y Hugo Curto, de Tres de Febrero, dijeron que lo prioritario es “hacer lo mejor para sus distritos”, aun al costo de apoyar “al candidato que sea”. Otros prefieren confrontar con Menem aun a costa de que el riojano gane la interna.
Los más lanzados en la pelea son Alberto Balestrini, de La Matanza -quien comparó a Menem con Spruille Braden y podría ser el segundo de De laSota–, el diputado José María Díaz Bancalari, y otros jefes comunales ligados al gobernador Felipe Solá. El platense Julio Alak, por ejemplo, desmintió que esté negociando con el riojano y aspira a acompañar a Solá cuando éste intente seguir en La Plata.
La decisión acordada es esperar a De la Sota para ver si comienza a subir en las encuestas. Pero a la hora de las confesiones, los intendentes reconocen que están preocupados por el escenario electoral. El martes, algunos insinuaron que habría que dejar en libertad a cada uno para que haga lo que le parezca mejor. El intendente de Lanús y titular del partido, Manolo Quindimil, quien suele representar las ideas de Duhalde, los cortó en seco. Sin embargo, la cuestión está planteada.
¿Atadas o desatadas?
Varios intendentes ya especulan que si la elección de gobernador se posterga para después de la de Presidente, se podrían sentir libres para apoyar al candidato que les guste: “Si estamos desatados, va a haber intendentes que se van a sentir liberados”, confesó a Página/12 un jefe comunal del sur del Conurbano. Aunque la postergación de los comicios, dicen algunos, podría esconder otros intereses, como la pelea secreta por la gobernación que separa a Solá del duhaldismo “de paladar negro”.
Ganar tiempo podría ser la fórmula para “correr a la Nación” al gobernador de la provincia. Allegados a Solá sospechan que Duhalde no archivó definitivamente la candidatura de su esposa, Chiche, para mantener un respetable poder de decisión en el 2007. En función de esto, se entienden las declaraciones de Osvaldo Mércuri –que ya se lanzó como candidato– y los apetencias de Raúl Othacehé, de Merlo, y del ministro de Justicia y Seguridad, Juan José Alvarez, que quieren reemplazar a Solá.
Mércuri y Othacehé suelen participar de las cenas que se hacen todos los martes en el restaurant Puro Humo, de Puerto Madero, donde los acompañan Curto, Díaz Bancalari, Cacho Alvarez, Jorge Villaverde, Lorenzo Pepe, y los operadores presidenciales José Pampuro y Aníbal Fernández, entre otros. En esas comidas se escuchan críticas para Solá, a quien muchos gustarían ver como el segundo de De la Sota en la fórmula presidencial, lejos de La Plata.

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El aparato peronista bonaerense responde a Eduardo Duhalde. Pero los intendentes aún no definen cómo jugar en la interna.
 
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