EL PAíS › CARLOS TOMADA VALORó LA CONSOLIDACIóN DEL CONSEJO

Ahora viene lo mejor

La institucionalidad alcanzada por el Consejo del Salario, hasta con las entidades rurales adentro, fue el gran logro de ayer. El desafío de seguir avanzando en comisiones. Lo que dice el ministro.

 Por Raúl Dellatorre

Del encuentro tripartito de ayer, ninguna parte tenía más ansiedad en lograr que el acuerdo se cerrara cuanto antes que la representación del Estado, más incluso que el sector gremial. Las dos centrales sindicales iban dispuestas a forzar y sostener una negociación que mejorara sustancialmente el salario mínimo y sin dilaciones en su aplicación. La dirigencia patronal llegó preparada a resistir esa demanda, incluso con propuestas tendientes a dilatar la cuestión, como el pedido de “regionalizar” (rebaja por zonas) el salario mínimo. La expresión de satisfacción de Carlos Tomada, ministro de Trabajo, al término del encuentro, desnudaba su estado de ánimo por el resultado.

“Culminó con una de las mejores votaciones de estos cinco años en que se recuperó el funcionamiento del Consejo del Salario; los 29 votos a favor y las tres abstenciones marcan un nivel de compromiso que nos deja plenamente satisfechos. Incluso la posición de la CTA, con tres abstenciones, porque hubo un muy buen discurso de Hugo Yasky valorando el avance logrado al poner en funcionamiento las comisiones de Empleo, Productividad y Subsidio por Desempleo con carácter permanente”, señaló el ministro al dialogar con PáginaI12.

Apenas una breve reunión de la Comisión de Empleo por la mañana y un encuentro del plenario por la tarde que no sobrepasó la hora y media precedieron a la votación y resolución final, que fijo el nuevo salario mínimo en 1200 pesos para agosto y 1240 a partir de diciembre. Sin embargo, las discusiones, pulseadas e intercambio de propuestas se desarrollaron a lo largo de toda la jornada, puertas afuera del ministerio o en comunicación telefónica con éste, e incluso precedido de algún tanteo previo en el fin de semana. “Lo más duro fue arrancar con los 1200”, comentó Tomada, dando a entender que este piso era el acuerdo mínimo para ingresar en un terreno de negociaciones que sentara a ambas partes a la mesa.

El ministro admitió que la tarea siguiente fue lograr un escalonamiento en el aumento que permitiera subir ese piso y, finalmente, que la suba se concretara en un solo paso: diciembre. Según confió Tomada, hubo intervención directa (vía telefónica) de la presidenta de la Nación para persuadir a las partes (particularmente a la empresaria) de cerrar en 1240 y en diciembre. La propuesta patronal era hacerlo en tres veces y dando el paso final ya ingresando en 2009.

Antes de eso, hubo otra intervención presidencial: reclamó que se les diera carácter permanente a las comisiones que son parte constituyente del Consejo, pero que en estos cinco años fueron invisibles. Era una posición muy valorada por los representantes de la CTA, que esperan volcar en ese ámbito buena parte de sus propuestas para la redistribución del ingreso. De hecho, la permanencia en la negociación y el voto de la central de la calle Piedras por la abstención (y no por la negativa) fue un gesto de reconocimiento a ese cambio de actitud en el gobierno. Tomada lo valoró y no dejó de destacarlo.

Tanto la CGT como la CTA estuvieron presentes con sus principales figuras: Hugo Moyano y Hugo Yasky. También la representación empresaria mostró a sus principales espadas. La UIA con Juan Carlos Lascurain, su titular (acompañado del infaltable Daniel Funes de Rioja), Carlos Wagner de la Construcción, Ovidio Bolo por Comercio, Adelmo Gabbi del sector financiero. Francisco Dos Reis, que otras veces votó con la CTA, esta vez lo hizo a favor. Las cuatro entidades rurales dieron el presente, pero ninguna con su titular. De todos modos, su sola presencia y con intención de dar su voto, es significativo. Para el Ministerio de Trabajo, un logro.

“El debate fue muy bueno durante todo el día, a la mañana en comisión y luego en el Plenario. Lo importante es que todos estén participando muy convencidos de mantener esta institución”, destacó Tomada. “El Consejo del Salario fue avanzando paulatinamente; el año pasado fijó un salario mínimo por encima de la línea de pobreza. Ahora logramos mantenerlo y avanzar”, subrayó. “Estos 1200 pesos es el salario mínimo que corresponde para todos, incluso para los trabajadores no registrados. El problema de que no se cumpla la ley también lo vamos a abordar, con el compromiso de todos. El empleo registrado sigue creciendo, según nuestras estadísticas (las del Ministerio de Trabajo), y no se detuvo con el lockout del campo”.

El funcionamiento de las comisiones con carácter permanente va a abrir un espacio de disputas, indudablemente, que Tomada espera que no se traduzca en conflicto. Es el gran desafío. CTA llevará allí su demanda de una asignación universal por hijo (que incluya a trabajadores en negro, desocupados e inactivos) y la reformulación de la canasta básica familiar. La recuperación del subsidio por desempleo y el pago de retribución extra por productividad o ganancias empresarias también llegarán por escrito.

Los acuerdos obrero-empresarios también están ante la posibilidad de treparse a un escalón más alto. Y de un salto.

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Carlos Tomada, ministro de Trabajo.
 
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