EL PAíS › EL LE PEGó Y ELLA LE TIRó CON AGUA HIRVIENDO

Un drama similar, pero con otro final

Otro caso dramático, pero con un final diferente, se produjo en la ciudad de Puerto Madryn, en la provincia de Chubut. Una mujer, víctima también de violencia doméstica, le arrojó a su marido una olla con agua hirviendo, después de que él le pegara. El hecho ocurrió hace dos años y, ayer, la mujer fue declarada culpable del delito de “homicidio simple”.

Se trata de Valeria Pérez Aquino, de 58 años. El jueves, la Cámara del Crimen de Madryn, que la encontró culpable por unanimidad, dará a conocer el monto de la pena, que podrá ser de 8 a 25 años de prisión.

El Código Procesal de Chubut prevé que el tribunal resuelva primero si el imputado es o no culpable y en caso de recaer condena, en una audiencia posterior, las partes intentan llegar a un acuerdo sobre la pena a aplicar. La mujer, que según peritajes psicológicos, “presenta una personalidad primitiva e impulsiva, con un nivel intelectual de gran precariedad”, había pedido perdón de rodillas en la última jornada del juicio.

Una psicóloga que la entrevistó precisó que del relato de la imputada se desprende una vida familiar patológica, con un trato “muy violento” y “animalesco” por parte de su marido, Julio Rocha Rocabundo, de 60 años, lo cual fue desarrollando en ella un sentimiento de “hostilidad” hacia él. También relató que ella tenía temor de que su marido agrediera a sus hijos, uno de los cuales es discapacitado y no puede hablar.

La acusada es boliviana, apenas habla el idioma español, y tuvo que ser asistida en el debate por una traductora, ya que habla en lengua quechua y no comprendía los términos del juicio. No obstante, en su alegato de la semana pasada, la fiscal general Marcela Pérez pidió que fuera condenada por el delito de “homicidio simple” y descartó que fuera inimputable. Consideró que no actuó en legítima defensa porque al momento de volcarle la olla de agua, la víctima se encontraba recostada en la cama”. Por su parte, la defensa solicitó que Pérez Aquino sea condenada por “homicidio preterintencional”.

En su defensa, la mujer contó que su marido se cambió la ropa y se fue en camioneta al hospital, lo que le hizo pensar que se encontraba bien. Sin embargo, la policía le informó que había muerto y la detuvo. Quedó detenida. Al final, se puso de rodillas frente al tribunal y pidió que la perdonen.

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