Los funcionarios y ex funcionarios macristas volvieron a pegar el faltazo a la CIE. Se presentaron, en cambio, otros tres testigos. El rector de la Universidad de Tres de Febrero, Aníbal Jozami, admitió que esa institución hizo convenios por cerca de 23 millones de pesos con el gobierno porteño, con los que se les pagó a los oficiales que trajo Jorge “Fino” Palacios antes de que existiera la Metropolitana. Cobraban sueldos similares a los que tuvieron después al frente de la fuerza. “El Ministerio de Justicia propuso el cien por ciento del personal”, dijo. El decano de derecho de la Universidad de La Matanza, Alejandro Finochiaro, reconoció que era amigo de Mariano Narodowski y sigue siendo militante PRO. “Yo colaboro políticamente con Andrés Ibarra”, admitió, sobre el funcionario al que le apuntó la Cámara Federal por la contratación de Ciro James.

La Cámara en lo Contencioso Administrativo solicitó el expediente para resolver la apelación de los macristas al fallo que le permitió a la CIE traer testigos por la fuerza. Por eso, ayer no se presentó ninguno de los macristas citados: Mariano Narodowski, Andrés Ibarra, Roxana Barroso, entre otros. Tampoco asistieron los policías federales, aunque enviaron un oficio en el que ofrecieron declarar por escrito.

El primer testigo fue Jozami. Eduardo Epszteyn le leyó una serie de convenios entre la Universidad de Tres de Febrero y la gestión PRO por un total de más de 23 millones de pesos. “Contratamos personal por cuenta y orden del Ministerio de Justicia. No seleccionamos el personal”, señaló el rector. “Casi el 80 por ciento de los contratados eran ex policías de la Federal y había auxiliares de Inteligencia del mismo escalafón que James. Los sueldos estaban en directa relación con el que iba a cobrar la policía”, le planteó Epszteyn, quien preguntó: “¿Pascual Mazzeo fue contratado por 22 meses a seis mil pesos, pese a que tenía estado policial en Inteligencia?”. Jozami reiteró que los seleccionaba la gestión PRO.

Muy enojado, Finochiaro hizo su entrada a la CIE con una queja por “el avasallamiento de la autonomía universitaria” y señaló que la Universidad de La Matanza había denunciado al juez Roberto Andrés Gallardo. Como en casi toda su declaración, los macristas festejaron. “No conozco a Ciro James y no lo vi nunca en mi vida”, dijo el decano de Derecho. “¿Quién es el director de seguridad de la universidad?”, le preguntó el macrista Cristian Ritondo. “Sergio Russo”, contestó. “Es el director técnico de Protect, de la que James era socio”, advirtió el legislador macrista.

“Tuve una relación de amistad con Narodowski. Hace un tiempo me distancié. Fui asesor en el Ministerio. No llevé a nadie”, dijo Finochiaro, quien contó: “En 2003 empecé a militar en el PRO”. Sostuvo que estuvo en las reuniones en las que se negociaban los aumentos a los docentes “como militante”. Finochiaro también relató que él le presentó a Macri al rector de la Universidad de La Matanza, Daniel Martínez, en 2004. “Lo llevé a una reunión protocolar en la universidad”, afirmó.

“Tengo relación personal y política con Andrés Ibarra”, admitió Finochiaro, quien también debió reconocer que participó en diversas reuniones en Recursos Humanos, el área que dirige actualmente Ibarra. Antes se ocupaba del área económica de Educación, por lo que está en la mira de la Justicia como uno de los que presuntamente podría haber llevado allí a Ciro James. El decano intentó desvincular a Ibarra del espía. “Es el Ibarra bueno”, acotó Ritondo.

La última testigo fue Daniela Rocca, una de las víctimas de las escuchas. Ella planteó que tenía un conflicto con el padre de su hijo y desvinculó a Macri de las pinchaduras que sufrió. En rigor, no se trataba de uno de los casos por el que Macri está procesado.