Durante la apertura de las sesiones ordinarias, la Presidenta reiteró que la relación con China es estratégica, porque se trata de un país que en “en los próximos años va a ser el actor económico más importante del mundo”. “Si toda la vida nos dijeron que teníamos que tener relaciones carnales con los mismos que no nos daban nada y nos sacaban todo, cómo no vamos a tener relaciones normales, diplomáticas, económicas y estratégicas con aquellos que nos vienen a ofrecer inversiones”, afirmó. La Presidenta sostuvo que “no hay que ser tan colonizado y chiquito de cabeza y neuronas como para no vislumbrar el potencial en la relación con China, a partir de los acuerdos firmados entre ambos países”, y explicó: “Las empresas más importantes del mundo, en construcción, en energía, telecomunicaciones son chinas”. “¿Vamos a ignorar al principal interlocutor hoy de los Estados Unidos?”, apuntó, para luego pedir que “no se tape el sol con la mano” y dirigirse a los opositores del acuerdo con ese país, pidiéndoles que “salgan del corset intelectual y colonial que les han metido en la cabeza los medios de comunicación”.