- Problemas técnicos. Ricardo Gil Lavedra fue quien más utilería desplegó en su discurso. Además de múltiples gráficos que sacó de la galera, trajo un reloj digital del tamaño de los que marcan los números en los hospitales. Decía “ritmo del gasto K sin control del Congreso”. El candidato lo prendió al principio y se ocupó de recordar en cada bloque cuánto llevaba gastado. “Fíjese cuánto lleva, pero fíjese”, insistía. Ninguno de sus asesores le había avisado que el reloj se había apagado.

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- Un plato frío. Llegó temprano, para acompañar a Gil Lavedra, con el que llevaron a cabo el juicio a las juntas. Sin embargo, Julio César Strassera tenía un solo tema de conversación: el juicio político a Aníbal Ibarra, del que fue defensor. “¿Viste que Rebot y Polimeni terminaron con Telerman y después no entraron a la Legislatura?”, comentaba, con una sonrisa. Al final, Vilma Ibarra le recordó que Helio Rebot ya tiene lugar en el gabinete de Macri, como subsecretario de Derechos Humanos.

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- Tribuna mixta. Los de PRO fueron los primeros en llegar. Estuvieron el vocero de Macri, Iván Pavlovsky, los diputados Paula Bertol, Federico Pinedo y Cristian Ritondo. Por UNA se acercaron Gerardo Morales y Silvana Giudici. De la CC estaban Patricia Bullrich, Roy Cortina, Diana Maffía. Del equipo de Filmus fueron Mara Brawer, Vilma Ibarra, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y Juan Carlos “Canca” Dante Gullo, que compartió el ascensor con Enrique Olivera, al que no dejó de contarle extensamente cómo había pasado los actos del 17 de octubre. Hubo más abrazos que críticas entre ex correligionarios y ex compañeros.

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- Ministro Lavagna. La gaffe ocurrió una sola vez, pero no pasó inadvertida: Gil Lavedra se refirió a su candidato a presidente como “ministro Lavagna”, un mote que él intenta dejar atrás. “Pasa que Ministro es el primer nombre”, bromeaba un asesor del dirigente radical.

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- Casados por Sylvestre. Terminaba el programa y no se esperaban más sorpresas, cuando los candidatos María Eugenia Estenssoro y Carlos Melconian se miraron y contuvieron la risa. Es que el conductor Gustavo Sylvestre se había despedido del último como “Carlos Estenssoro”.