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Fueguinas para todos los gustos

Nueva trova. Rosarina de origen, Ríos no se privó de uno o dos gustos musicales en su ceremonia de asunción. Además de su entrada con “Yo vengo a ofrecer mi corazón”, de Fito Páez –Ríos es fanática, al punto de que tiene “11 y 6” como ringtone–, en el acto de la gobernadora también se pudo escuchar a Juan Carlos Baglietto que con su voz ochentosa cantaba “todavía damos gracias, todavía”.

La moda edecana. La doble fila de policías que recibió a la gobernadora con uniformes de honor estaba compuesta mitad y mitad por hombres y mujeres. Otro touch de Fabiana R., de quien se dice que estaba pensando en seguir a Cristina K. en la decisión de tener edecanas y no edecanes.

Dos socialismos. Casi pareció ensayado. Página/12 le preguntaba al secretario general del PS, Oscar González, uno de los exponentes del socialismo K, por el presidente del partido, Rubén Giustiniani, quien acompañó a Lilita en la fórmula. “¿Todavía se saludan?”, inquirió este diario. Acto seguido, entró Giustiniani y se estrecharon las manos. “¿Ves que lo saludé? Socialismo hay uno solo”, agregó González.

Aristas y ariscos. El Grupo de los Ocho también anduvo a los saludos con los dirigentes cercanos a Carrió, con los que mantienen una disputa por el rumbo de la Coalición Cívica. A unos y otros se los vio conversando muy animadamente con la titular del Inadi, María José Lubertino, que ayer lucía un discreto chal. “Me parece interesante el debate interno del ARI, sobre todo por los que rechazan la Coalición Cívica”, planteó.

La primera. Vestida íntegramente de dorado, con anteojos oscuros y alta joyería, Esther Fadul llamaba la atención. Es la primera mujer que fue diputada por Tierra del Fuego, durante el segundo gobierno de Perón. “Estoy orgullosa de que una mujer sea presidenta y otra gobernadora”, le comentó a Página/12. En los mentideros fueguinos, se aseguraba que Carlos Menem le ofreció a ella ser su gobernadora en los noventa y no aceptó.

Recibimiento opositor. La oposición al ARI de Tierra del Fuego dio ayer su primera señal de que no le hará fácil las cosas a la nueva gobernadora. Los bloques del PJ, la UCR y el Movimiento Popular Fueguino se repartieron todas las secretarías parlamentarias y excluyeron al ARI, al que le dejaron únicamente la vicepresidencia primera, dado que los aristas tienen la primera minoría, con seis legisladores. El PJ tiene cuatro; el Mopof, tres y la UCR, dos.

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