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El Festival de Cannes quiere recordar su historia y compartirla con las generaciones futuras. Parte de la base de que la presencia en esta ciudad de la Costa Azul francesa del musculoso Arnold Swarzenegger, anuncio del próximo estreno de su tercer Terminator, es tan historia ya del festival como la esperada Dogville, de Lars von Trier, que se estrenó ayer en la sala Lumiere. La tarea es nueva en este certamen, considerado el más importante del mundo. Gilles Jacob, figura clave e histórica de la muestra, anunció la creación del “Departamento de Historia del Festival de Cannes”. Más allá de conservar, clasificar y preservar los archivos del festival, fue creado para conservar y transmitir “en imagen y sonido” los momentos especiales, su “trastienda” y, quizás, “un día, con el acuerdo de los interesados, de algunos minutos de las deliberaciones del jurado”. El proyecto incluye exhibiciones de los más notables cineastas que pasaron por Cannes.