ESPECTáCULOS

“No lograron sacarme las ganas de seguir peleando”

La folklorista Teresa Parodi forma parte de una delegación de alumnos y maestros que viajó a la Antártida para inaugurar allí el ciclo lectivo. Dice que está viviendo una etapa de esperanza.

 Por Cristian Vitale

Debe ser el único lugar en el que no ha cantado. Desde 1979, cuando Astor Piazzolla la hizo participar de su quinteto como cantante, hasta su presente solista, Teresa Parodi tocó en todos los rincones del país. Puede que su voz retumbe aún entre montañas en Cuyo, ombúes en La Pampa, sauces del litoral o en los entresijos entre casilla y casilla de las villas del Gran Buenos Aires, pero nunca sus resonancias llegaron a la Antártida. Hasta hoy. “Me emociona ir a tocar al otro extremo del país. Un lugar tan alejado, tan marginal, con otro paisaje. Respondí con un sí grandote a una invitación extraordinaria”, reconoce una artista excluida durante años de programas oficiales. La invitación a la que alude fue cursada por el ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, que decidió incluirla en una nutrida delegación de alumnos y maestros de todo el país, con el objeto de inaugurar oficialmente el ciclo lectivo en el rincón más austral del mundo.
El acto –que será televisado para todo el país– constará de tres horas con Himno Nacional, recital de Teresa y palabra de Filmus incluidas. “No se olviden de que fui maestra durante muchos años, una profesión que me costó dejar. Cuando tenía 19 fui a dar clases a una escuelita del monte misionero por decisión propia y por eso sé lo que significa esto... hasta nos va a acompañar un chico de una escuela de La Quiaca que se llama Antártida Argentina”, informa acerca de una experiencia que tiempo atrás tuvo a León Gieco como protagonista. La creadora de Resistiendo y El otro país dividirá las tres horas de su estadía (más no porque los aviones no pueden parar los motores ante posibles congelamientos) en repartir juguetes a los niños, conversar con los argentinos que hacen patria donde casi todo es noche y tocar “tres o cuatro” canciones desenchufadas, obligada por las circunstancias. “No puedo ir con la banda porque no hay lugar para probar sonido”, justifica.
–Para viajar a la Antártida tiene que estar bien de salud. ¿Cómo se siente luego del susto que se pegó después de actuar en el festival de Cosquín?
–Bien. Es cierto que sufrí un susto bárbaro pero no fue un infarto, ni siquiera un preinfarto como trascendió por ahí. Tuve un dolor de pecho y espalda muy fuerte cuando llegué a Buenos Aires. Fui a la guardia de la Clínica Bazterrica y me hicieron un chequeo formidable... que si no me lo hacen no cuento el cuento. Me hicieron un cateterismo y me dijeron que tenía una arteria tapada, por lo que fue necesaria una angioplastia. Vi todo el proceso de ésta, vi latir mi corazón en colores. Fue impresionante, me quedé muda mirando entrar el catéter en mi cuerpo.
–Se dijo que la descompensación cardíaca fue producto de la emoción cuando recordó su primera incursión en Cosquín, hace 20 años. ¿Es cierto?
–Los médicos me dijeron que fue por el estrés. No sabía que éste te puede subir el colesterol, que es lo que te tapa las arterias. Por suerte estoy bárbara.
Parodi no tardó en recuperarse. Luego del alta, descansó un par de días y volvió a pasear su música por todos lados. Esta charla, por caso, ocurrió en camarines, después de tocar el fin de semana en el auspicioso debut del encuentro de Canto y Poesía “Canta Lobos”, donde compartió escena con su amigo Peteco Carabajal ante casi 3 mil personas. “Me siento reconfortada por sentir cómo la gente está volviendo a reclamar esta música, por eso me pareció genial lo de Lobos”, indica. En el escenario Mercedes Sosa, Parodi mechó canciones históricas como San Cayetano, con temas del flamante Soy Feliz y composiciones inéditas como La canción es urgente, que la misma Negra incluirá en su próxima placa. Un día antes, la correntina había pasado por el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, en otra señal válida para entender los cambios que suceden en el país. “Me parece grosso que los músicos populares entremos allí. Fue todo un símbolo porque entró la gente común a ese lugar sagrado, donde pasó lo peor de nuestra historia y algunas cosas buenas. Yo canto lo que pienso... canciones que hablan de nosotros desde un lugar diferente al de los medios masivos y es positivo hacerlo en estos lugares”, establece.
–¿Desde qué lugar plantea esta cuestión?
–Soy una de las personas que no se apartó un segundo de la huella, y lo digo honrosamente. Soy feliz porque a pesar de la derrota, no me sacaron las ganas de pelear y creer que un mundo mejor es posible.
–Haber tocado en Gobierno y ahora en la Antártida a instancias de Filmus son hechos que la ubican en un lugar muy cercano a Kirchner...
–Tal cual. Estoy ilusionada y creo que tengo derecho a estarlo. La política del Presidente ante el FMI es algo que esperábamos que alguien hiciera desde hace mucho tiempo. No sé qué va a pasar con Kirchner, pero me gusta lo que está haciendo. Además, hay un esfuerzo latinoamericano maravilloso, está pasando algo en el continente... y van a cambiar muchas cosas. Estos son gobiernos de transición, indudablemente, pero se está apuntalando un cambio muy grande.
–¿Cuál?
–El final del capitalismo... Este es el comienzo del fin, el capitalismo se está cayendo a pedazos y esto se nota en el mundo. A lo mejor yo no lo veo, pero estoy tranquila porque peleé mucho para que suceda. Y sucederá.

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Teresa se recuperó del problema cardíaco que sufrió en Cosquín.
 
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