REPORTAJES › LIDIA SATRAGNO, “PINKY”

“Es como volver a mi Matanza”

La conductora televisiva regresa a la escena política como segunda candidata a diputada del PRO en la provincia de Buenos Aires. Es radical, pero dice que su partido es hoy un “mamarracho”. El recuerdo de los bailes de la adolescencia en San Justo con Franco Macri. El ofrecimiento de Juan Carlos Blumberg.

 Por Santiago Rodríguez

Pinky está de nuevo en los primeros planos de la política y en octubre irá de segunda candidata a diputada del macrismo en la provincia de Buenos Aires. Cuenta que aceptó ese ofrecimiento porque los Macri son amigos suyos “de toda la vida” y explica que “de alguna manera es volver a mi San Justo, a mi Matanza”. Hace ocho años disputó allí la intendencia y, después de varias horas de escrutinio en las que todos la daban por ganadora, terminó derrotada a manos de Alberto Balestrini, hoy compañero de fórmula de Daniel Scioli. “Fue raro. Tuvimos fiscales jóvenes que estaban con nosotros que los sacaron a punta de pistola”, dice ahora la presentadora de televisión en el marco de esta nueva campaña y añade que “la cúpula del radicalismo” nunca quiso que ganara. Además, define a Raúl Alfonsín como “un estorbo” para la UCR y asegura que no ha dejado de “estar cerca” de Rodolfo Terragno, a quien confiesa que le gustaría votar para presidente.

–¿Por qué decidió regresar a la política?

–Nunca abandoné la política desde que empecé a los once años; siempre me interesó, siempre me apasionó. En estos años que no he ocupado cargos, no he dejado de estar cerca de Terragno.

–Pero ahora vuelve a los primeros planos, ¿por qué?

–Por varios motivos. El primero es porque Macri, que es Jorge, es un gran amigo mío de toda la vida. Yo conocí a su padre, Tonino, cuando teníamos 15 años; Franco tenía 19. Los Macri siempre fueron particularmente afectuosos conmigo. El hijo de un amigo, ya por ese solo hecho tiene un plus, pero si además es inteligente, culto y hereda de su padre una de sus cosas más valiosas, que es el interés por los demás... No hay que olvidarse que la transformación del Hospital Italiano, la Fundación del Hospital Italiano, es fundamentalmente obra de Tonino Macri.

–¿Por qué remarca que el Macri que lo precede en la lista es Jorge? ¿Es diferente a Mauricio?

–Es un juego por eso de que Macri es Mauricio, pero yo sé que ambos tienen identidad y que ninguno depende del otro.

–¿Cómo es que se conocen desde hace tanto tiempo con los Macri?

–Ah, porque ellos iban a bailar al Huracán de San Justo y mi papá era el presidente del club; yo estaba en todos los bailes y ahí los conocí. El que me sacaba a bailar era Franco, porque Tonino tenía mi edad y a los 15 años en esa época una mujer era una mujer. Además, cuando hice la campaña de Matanza no tenía prácticamente ningún tipo de ayuda y cuando me gasté mi propio dinero, recurrí a algún amigo y ellos respondieron de inmediato sin preguntarme nada ni poner ninguna condición.

–¿Y siempre estuvieron en contacto desde aquellos bailes?

–No. Nos volvimos a encontrar cuando ellos eran los empresarios más grandes del país y yo era Pinky. Cuando aparecí en televisión, ellos decían “mirá quién es” y les contaban a los amigos “yo bailaba con ella”.

–¿Cómo acordó su ingreso a la lista bonaerense de Macri?

–Vinieron a último momento; dieron toda una vuelta para llegar a mí porque la gente cree que es difícil llegar a mí y la verdad que no lo es. Vinieron Francisco (De Narváez) y Jorge con alguien de mi gente que está con PRO desde hace años. Se sentaron y empezamos a cambiar ideas sobre lo que queríamos.

–¿Y qué quiere usted?

–Que la política tenga el sentido que yo le veo, que es estar al servicio del pueblo. O sea, que apunte a la solución de la problemática de la calidad de vida de la gente, donde está encerrado todo: la seguridad, la educación, la salud, la vivienda, el trabajo.

–¿Por dónde pasa la solución a esos problemas?

–Por erradicar la miseria, por becar a los chicos que no tienen medios para la escuela primaria y secundaria porque el tener una esperanza de futuro viene de la educación. También es necesario tener fuerzas de seguridad más numerosas, mejor equipadas y más entrenadas para que la gente vuelva a sentir lo que sentíamos nosotros en San Justo cuando era chica, que el policía era el amigo al que uno recurría.

–¿Le gustaría volver a postularse para intendenta de La Matanza?

–Me asusta no tener resistencia física. A mí ya me costó mucho decidir presentarme en su momento porque tenía un proyecto muy ambicioso que llevarlo a cabo iba a exigir de mí un esfuerzo físico notable, que fue el que puse en juego en la Secretaría de Promoción Social porteña para hacer en siete meses lo que no se había hecho en decenas de años.

–¿Qué se imagina como diputada, un cargo que no tiene un perfil ejecutivo como el que usted ocupó?

–Voy a tener que inventar proyectos y pinchar a los otros para que se ocupen.

–¿Querría volver ahora a conducir el área social porteña con Macri?

–Esa función me gustó, pero ahora estoy muy apasionada con esto; de alguna manera es volver a mi San Justo, a mi Matanza.

–¿Qué análisis hace hoy de aquella elección en la que se la dio por ganadora y al final perdió?

–Hubo tantas versiones..., me gustaría saber qué pasó. Fue raro. Tuvimos fiscales jóvenes que estaban con nosotros que los sacaron a punta de pistola; yo me enteré mucho después.

–Pero en aquel momento nadie denunció nada raro.

–Porque la cúpula del radicalismo de la provincia de Buenos Aires nunca quiso que yo fuera intendenta de La Matanza.

–¿Qué es hoy el radicalismo?

–Un mamarracho.

–Usted es radical.

–Sí claro, pero es como cuando San Lorenzo se fue al descenso, ¿iba a dejar de ser de San Lorenzo?

–San Lorenzo volvió a Primera y hoy es el último campeón...

–Puede ser que cuando salgan del medio todos los estorbos el radicalismo vuelva a cobrar fuerza.

–¿Qué estorbos?

Alfonsín, primero. (Federico) Storani, (Leopoldo) Moreau, (Angel) Rozas... La recuperación pasa fundamentalmente por la salida de la cúpula del partido de la gente que ve la política como un medio de vida y no como la vida para los demás.

–¿Qué opina de Cristina Fernández de Kirchner?

–Es incoherente y a mí la gente incoherente me da miedo. Desde la oposición, luchaba a brazo partido en el Congreso contra los superpoderes y los decretos de necesidad y urgencia y cuando su marido fue presidente se convirtió en su principal defensora.

–¿Y cuál es su opinión de Elisa Carrió?

–Me gusta más que Cristina, pero tampoco la votaría. Lo terrible es que sigo votando por descarte.

–¿A quién va a votar en octubre?

–Nuestra boleta no tiene candidato a presidente.

–Macri les aconsejó a los bonaerenses cortar boleta y votar a López Murphy.

–Habrá que ver en el momento, a alguien tendré que poner.

–¿Quién le gustaría que fuese candidato a presidente?

–Terragno, pero como la gente busca un ser carismático como para reemplazar a Tinelli en vez de un estadista...

–¿Terragno tiene algo en común con los Macri y De Narváez?

–No sé si tienen muchos puntos en común, pero hay algunos que para mí son fundamentales.

–¿Cuáles?

–El interés por la gente, la honestidad. Terragno es incorruptible, lo ha comprobado a lo largo de los años.

–¿Macri también?

–Lo conozco más a Terragno, que es amigo mío desde hace más de cuarenta años, cuando él era una criatura y vino a hacerme una entrevista para una revista del colegio que habían fundado con Carlos Ulanovsky.

–¿Conversó con Terragno su decisión de sumarse a la boleta de De Narváez y Macri?

– que tenía un jabón; me preguntaba “qué haces si Rodolfo no está de acuerdo si ya dijiste que sí”. Entonces lo llamé por teléfono, me escuchó y me dijo que le parecía muy bien porque iba a aprovechar el Congreso para hacer el máximo posible. Además, me dijo que le parecía muy bien que hubiera alguien que me valorara.

–También tuvo otros ofrecimientos.

–Hasta candidata a vicegobernadora me ofrecieron ser.

–Juan Carlos Blumberg.

–No voy a decir quién porque cuando uno le dice no a una persona que viene con un ofrecimiento tan importante no merece ser rechazado así.

–¿Qué le parece Blumberg?

–No lo conozco, fue la única vez que hablamos.

–¿De Daniel Scioli qué tiene para decir?

–Lo quiero mucho desde antes de que fuera político, pero va con el presidente de la Cámara de Diputados; esa fórmula no la votaría jamás.

–¿Tiene algo personal con Alberto Balestrini?

–Que se quedó con la intendencia de La Matanza y no hizo nada por el pueblo.

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Imagen: Arnaldo Pampillón
 

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