El empresario Hernán De Carli y otras tres personas que habían sido detenidas e imputadas por el mediático juez federal de Campana, Federico Faggionatto Márquez, en la causa de la efedrina, fueron sobreseídos. La decisión del juez incluyó al penitenciario Miguel Angel Lombardi, custodio de la mansión que De Carli tiene en General Rodríguez; a la ex funcionaria municipal Cristina Otero y al policía Darío Atrio. Al mismo tiempo, en el aeropuerto internacional de Ezeiza, los investigadores encontraron dos toneladas de efedrina que supuestamente formaban parte de nueve mil kilos importados por la Compañía Farmacéutica Argentina y que dejó ese remanente luego del allanamiento del laboratorio de Ingeniero Maschwitz, a mediados del año pasado.

De Carli y Lombardi fueron involucrados por un testigo de identidad reservada con el triple crimen de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, cuyos cuerpos acribillados fueron encontrados el 13 de agosto del año pasado en un zanjón de la localidad de General Rodríguez.

El testigo había dicho que horas antes de aparecer los cuerpos, una tercera persona (un casero de una finca vecina a la mansión de De Carli, al que identificó como el Poli Medina) vio la camioneta Dodge Ram del empresario en la zona del crimen, pero luego se comprobó que era falso.

El testigo también involucró a Atrio –quien se desempeñaba como jefe de calle de la comisaría General Rodríguez–, a quien relacionó con De Carli. A Otero se la acusaba de actuar como intermediaria en el alquiler de un galpón de General Rodríguez, en el cual se almacenaba efedrina, hecho por el que fue detenido y procesado Manuel Poggi, ex director de Desarrollo Industrial de la Municipalidad de ese distrito.

A todo esto, en el aeropuerto internacional de Ezeiza aparecieron en 80 tambores de 25 kilos dos toneladas de efedrina, que se supone formaban parte de una carga de nueve mil kilos importados por la droguería Compañía Farmacéutica Argentina, que no pasó a retirar ese remanente para no levantar sospechas luego del hallazgo del laboratorio de Ingeniero Maschwitz, hallazgo que desató la causa de la efedrina y que se cree vinculado al triple crimen de Forza, Ferrón y Bina.