Si el misterio del Airbus del vuelo AF447 amagaba con extenderse a lo largo de una incógnita en el tiempo, se abrieron dudas sobre los objetos hallados en el mar y que habían sido anunciados como partes de la aeronave accidentada. A última hora de anoche, luego de haberse anunciado que los equipos de rescate habían logrado recuperar una serie de objetos pertenecientes al Airbus de Air France, las autoridades brasileñas anunciaron que no pertenecían al avión siniestrado. Se trata de una serie de boyas y un soporte de madera de la parte de carga del avión. El Departamento de Control de Espacio Aéreo de la Aeronáutica brasileña afirmó que ninguno de los objetos hallados pertenecían al avión, y agregó que la enorme mancha de petróleo detectada en la zona no puede corresponder a un avión por sus dimensiones. A todo esto, un piloto de la aerolínea española Air Comet que navegaba en la zona en que se produjo la desaparición del avión de Air France, el mismo día y a la misma hora, describió haber visto un destello luminoso blanco que se extendió durante unos seis segundos. Por otro lado, el periódico francés Le Monde informó que el Airbus volaba a una velocidad “incorrecta”, menor a la exigida, pero la Oficina de Investigación y Análisis francesa (BEA), que investiga los accidentes aéreos, desmintió que existieran recomendaciones referidas a la velocidad a las empresas propietarias de aviones de la empresa Airbus.

El centro de operaciones de rescate hizo base en la isla brasileña de Fernando Noronha, a 350 kilómetros de la costa del Brasil y a unos 650 kilómetros de donde supuestamente se produjo la tragedia. Las operaciones se inician con un avión R-99 y luego con tres Hércules C-130 brasileños, un Orion P-3 estadounidenses y un Falcon 50 francés, según informó mediante un comunicado la Fuerza Aérea Brasileña.

Durante la mañana, los equipos salieron en búsqueda de restos del avión. “Salimos, realizamos la ronda y volvemos a reabastecer –explicó uno de los tripulantes del R-99, en Fernando de Noronha a AFP–; nuestra aeronave tiene buenos medios, pero las condiciones del área no son las mejores.” Durante la mañana del miércoles, la FAB anunció haber identificado nuevos restos del Airbus “extendidos en un área circular de 5 km de radio”, según informó el vocero de la institución, Jorge Amaral. El avistamiento incluye “un objeto de siete metros de diámetro” que “podría ser una parte lateral del Airbus o del fuselaje”, y otros diez objetos metálicos, precisó antes de aclarar que en ninguno puede verse la inscripción “Air France”.

Pero durante el día de ayer, luego de ser recogidos los objetos, autoridades brasileñas desmintieron que pertenecieran al Airbus accidentado, agregando confusión o, en todo caso, aclarando que hasta ese momento se habían dado pasos con suposiciones de sentido erróneo. La revelación fue realizada por el brigadier Ramón Borges Cardoso, director del Departamento de Control de Espacio Aéreo de la Aeronáutica brasileña.

“Hasta el momento ningún elemento del avión fue recolectado. Por el momento son todos residuos flotando en alta mar pero no del Airbus”, dijo Cardoso en conferencia de prensa. Un helicóptero militar brasileño recogió del océano un soporte de madera para cargas, que consideraron una parte del avión llamada pallet. “El Airbus no llevaba pallets de madera”, dijo el brigadier. Por otro lado, las dos boyas amarillas que habían sido avistadas y ayer retiradas del agua tampoco fueron tenidas en cuenta por tratarse de basura posiblemente descartada por barcos mercantes en alta mar. Por último, la mancha de combustible y aceite hallados a 700 kilómetros al norte de Fernando de Noronha tampoco pertenecen al Airbus. “Descartamos la posibilidad en función de la cantidad de aceite encontrada. Un avión no tiene más de 50 litros en cada motor y las manchas son mucho más grandes”, afirmó el jefe militar. Cabe recordar que las propias autoridades brasileñas habían informado un día antes, que el avistaje de la mancha de aceite y petróleo correspondía al avión y era una prueba de que no había estallado una bomba ya que la explosión habría consumido el combustible en el aire. Ahora, la hipótesis no sirve.

Por su lado, los máximos responsables de Air France, el director general, Pierre-Henri Gourgeon, y el presidente de la aerolínea, Jean-Cyril Spinetta, se reunieron con familiares en un hotel próximo al aeropuerto Charles De Gaulle, en París, para anunciarles que “no hay esperanzas de que haya sobrevivientes”, según anunció el vocero de la empresa, Guillaume Denoix de Saint-Marc.

A falta de misterios, el diario Le Monde avanzó con una información proporcionada por un piloto retirado, Gerald Feldzer, quien sostuvo que “lo primero que se debe hacer cuando se entra en una zona de turbulencias es reducir la velocidad para disminuir el efecto de las turbulencias” pero especialistas sostuvieron que “si se reduce demasiado la velocidad, el avión pierde altura”. Respecto de la velocidad, no hubo indicaciones de las autoridades aéreas hasta el momento. “Cada vez que hay un accidente, es imperativo que el constructor informe a todos los usuarios del tipo de aparato concernido sobre eventuales procedimientos específicos a poner en marcha o eventuales controles de los aparatos”, indicó una fuente de Airbus a AFP. “Estos procedimientos son validados por las autoridades a cargo de las investigaciones de accidentes, en este caso preciso la BEA, y se llaman AIT (Accident Information Telexes)”. Pero hasta el momento, al no conocerse la falla no se registraron indicaciones.