SOCIEDAD › LA ESTRATEGIA OFICIAL PARA ATRAER A LOS TURISTAS

Cómo seducir extranjeros

El plan incluye incentivos y cambios en rutas aéreas para que los extranjeros asustados puedan evitar Buenos Aires. Crece el turismo shopping de brasileños, chilenos y uruguayos.

 Por Alejandra Dandan

Lo único que falta es un cartel de danger. Desde diciembre, Argentina forma parte de una suerte de lista negra que la desaconseja como destino turístico. En ese período el flujo de norteamericanos al país cayó 40 por ciento y, en cifras algo menores, también desaparecieron los europeos. El problema no fueron los cacerolazos sino una sensación de pánico extremo que sienten los de afuera cuando piensan en el aterrizaje en medio de un país ardiendo. Para revertir esa situación que preocupa a buena parte de los operadores de turismo, la secretaría de Daniel Scioli prepara un plan contraofensivo. Incluye un proyecto de ley para descontarles el IVA a los extranjeros que estén de viaje y un cambio de rutas aéreas para evitar que deban pasar por Buenos Aires. En medio de este proceso, y mientras Turismo hace balances sobre la temporada, el país se ha vuelto especialmente apetecible para los pueblos vecinos: en los últimos veinte días los chilenos, brasileños y uruguayos entran para dedicarse exclusivamente a las deportivas prácticas del turismo shopping.
Aunque el panorama es desolador, Daniel Scioli está entusiasmado. El secretario de Turismo de la Nación recibió a este diario en su despacho para adelantarle parte del programa de este año: todo un plan de operaciones que parece destinado a un salvataje de emergencia. Scioli está seguro que apuntando al mercado externo, es decir, a los turistas extranjeros, puede crear hasta un millón de puestos de trabajo y revertir la balanza comercial del sector que desde hace años está caída.
“Venimos perdiendo en los últimos años entre 1500 y 2000 millones de dólares porque –aclara– hasta ahora había más gente que se iba de la que entraba.” En números, salían del país unas 5000 personas al año y entraban unas 3500. Este año el corralito y la crisis estrepitosa modificaron el saldo y una situación que, paradójicamente, alienta a los encargados del turismo made in Argentina.
Aun así el despegue sigue siendo difícil. Aunque el tipo de cambio mejora las condiciones para el acceso de los extranjeros, las listas negras no son un mito y preocupan a la gente de Turismo. De la imagen del país depende la llegada del flujo extranjero, y sus billetes: “Los hechos de violencia y la crisis afectaron la imagen en el exterior y generaron aprehensiones en los turistas”, explica Scioli sobre algunas de las situaciones que vienen relevando los operadores locales.
Los miedos entre los turistas se ampliaron. A la mayoría les resulta temible atreverse a cruzar la Capital y buena parte ni siquiera se anima a desplazarse desde Ezeiza al Aeroparque Jorge Newbery para tomar los vuelos de cabotaje. En estas condiciones, cortan por lo sano: cancelan reservas y suspenden los viajes. En estos dos meses, con el flujo de norteamericanos cayó el de los canadienses también en un 40 por ciento, mientras que los europeos y los latinoamericanos bajaron en un 15.
Para mejorar la estética del país afuera de las fronteras se organizaron paseos con corresponsales extranjeros. Además, Scioli encara un plan de combate por vía doble. Por un lado, se alió con la Cancillería para encarar una serie de gestiones ante el Departamento de Estado de Estados Unidos: “Después de un primer encuentro ya se comprometieron a corregir la calificación negativa –dijo–, y dejar de recomendarle a su gente que no nos visiten como turistas”.
La otra arista del programa incluye un acuerdo con Aeropuertos Argentina 2000 y las empresas aéreas. La idea ahí es buscar consenso para combinar en Ezeiza los vuelos internacionales con los de cabotaje interno: los recién llegados no necesitarían desplazarse para hacer los trasbordos y de ese modo evitarían buena parte de la imágenes de la furiosa vida urbana porteña: “Es que Buenos Aires es el lugar más expuesto –dice Scioli–, por eso cuando los extranjeros saben que tienen que trasladarse no quieren venir.”
Las negociaciones para modificar las rutas aéreas podrían hacer crecer hasta en un 20 por ciento el caudal de público extranjero. La semana que viene Scioli terminará de cerrar el acuerdo para que el 30 por ciento de los vuelos de corta distancia y el 70 por ciento de larga, partan directamente desde Ezeiza. Así los destinos como Bariloche, Usuhaia, Iguazú o Salta, que son los más pedidos por los que pisan suelo argentino, se harían desde ahí.
Una de los mejores datos que tiene Turismo llegó en los últimos veinte días. En buena parte del país, especialmente en el sur, aparecieron chilenos, brasileños y uruguayos, parte del público que el país había perdido en la época de la estabilidad cambiaria. Todos ellos son parte del turismo shopping, todo un submundo de extranjeros que llega sólo por algunos días y especialmente para meterse en los paseos de compras.
Hacia buena parte de este universo está destinada una de las leyes que Turismo impulsa en el Congreso para conseguir el descuento del IVA en hoteles y restaurantes de viajeros. Según Scioli, existe algún tipo de acuerdo con las comisiones de turismo en el Senado y entre los diputados para llevar adelante esta medida que cuenta con la experiencia chilena como un antecedente.

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Extranjeros se buscan: Scioli cree que el turismo puede crear un millón de puestos de trabajo.
Una de las medidas encaradas fue pedirle a Estados Unidos que saque a Argentina de la lista negra.
 
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