SOCIEDAD › EL FISCAL ACUSó A PENITENCIARIOS POR LA FUGA EN EZEIZA

Guardias a investigación

El fiscal consideró que los trece presos no pudieron haberse evadido del penal de Ezeiza sin la colaboración de los guardias penitenciarios. Por eso los acusó de “evasión culposa”. El renunciado director del SPF ya había alertado sobre “complicidades internas”.

En coincidencia con las manifestaciones escuchadas desde el martes, el fiscal federal de Lomas de Zamora que investiga la fuga de trece presos del Complejo Federal 1 de Ezeiza consideró que el hecho “no pudo llevarse a cabo sin la colaboración de los guardias penitenciarios”, motivo por el cual pidió al juez de la causa que ordene medidas para determinar si hubo participación del personal. En un escrito elevado al juez federal Carlos Ferreiro Pella, el fiscal Adrián García Lois consideró, en principio, que los funcionarios del Servicio Penitenciario Federal (SPF) pueden tener “responsabilidad penal por evasión culposa”, un delito que tiene una pena de un mes a cuatro años de prisión, más “inhabilitación absoluta por triple tiempo”. García puntualizó, respecto de la calificación del hecho, que sin su “negligencia (la de los guardias penitenciarios) la fuga no hubiera podido producirse”.

Al mismo tiempo, el fiscal solicitó al juez que ordene la captura internacional de los diez internos que continúan prófugos y que le tome declaración a los tres que fueron recapturados. En el caso de los presos que se fugaron, en caso de que se calificara también al hecho como “evasión culposa”, la pena por aplicar sería de un mes a un año de prisión, tiempo que se sumará a las penas ya recibidas o a las que reciban en el futuro los que todavía están sin condena. El mismo delito es penado con mayor dureza cuando la evasión ha sido facilitada de alguna manera, por acción u omisión, por un funcionario público.

En la página oficial del Ministerio Público, García Lois señaló en forma textual que investiga “la responsabilidad penal por evasión culposa de varios funcionarios del Servicio Penitenciario, sin cuya negligencia la fuga no hubiera podido producirse”.

Víctor Hortel, el renunciante ex jefe del SPF, fue el primero en denunciar que hubo “complicidad interna y externa” en la fuga, de parte del personal penitenciario. Antes de retirarse, desplazó a 19 personas, que son, en principio, las que están siendo investigadas por el fiscal García Lois. Hortel, que será llamado a prestar declaración, precisó que “los celadores no cumplieron su tarea de verificar los lugares de alojamiento”, que “los inspectores y jefes no supervisaron esa tarea” y que “el personal de requisa tampoco encontró las herramientas utilizadas”, para abrir el boquete en el piso de hormigón armado de la celda 22 del Pabellón “B” del Módulo 3 del complejo penitenciario, a través del cual fugaron los 13 detenidos.

Según Hortel, también hubo responsabilidad del personal a cargo de la seguridad externa, por parte de “los soldados que estaban apostados en dos puestos a cincuenta metros, que debieron haber visto los movimientos y no lo hicieron”, en alusión a los momentos en los cuales los evadidos cortaron tres alambres perimetrales, para poder llegar a la calle. Dijo Hortel que también “fallaron los soldados de guardia correspondientes al grupo especial que debían estar apostados en los techos y no estaban cumpliendo su tarea”.

Los desplazados por Hortel fueron seis celadores, cuatro jefes de turno, cuatro inspectores de turno que cumplieron funciones durante el fin de semana, el jefe de requisa, el jefe de módulo, el director de módulo, el director de tratamiento y el prefecto a cargo del complejo.

La fuga ocurrió en la madrugada del martes pasado, cuando los trece internos lograron evadirse del penal de máxima seguridad por un boquete de 22 por 20 centímetros, que llevaba a un túnel de unos tres metros, hasta superar los muros del pabellón en el que se encontraban. A pocas horas de la fuga, dos de los evadidos, Juan Armando Durán (37) y Claudio Marcelo Pájaro Ortiz (32), fueron recapturados cuando caminaban por la banquina de la ruta nacional 205, en la localidad bonaerense de Cañuelas, a pocos kilómetros del lugar donde está la cárcel.

El jueves por la noche fue detenido en Lanús Christian David Espínola Cristaldo, condenado a 18 años de prisión por el crimen del periodista Adams Ledesma Valenzuela, cometido en 2010 en la Villa 31 de Retiro.

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