SOCIEDAD › UN POLICíA BONAERENSE DISPARó A UN JOVEN QUE LE PIDIó 20 PESOS POR CUIDAR SU AUTO

Gatillo fácil contra un trapito

Un Bonaerense disparó a la cabeza a un joven que le pidió plata. El hermano del policía es de la Metropolitana y ocultó la vaina y minimizó el hecho. Ambos se presentaron ante la Justicia. Apedrearon la Seccional 49ª e incendiaron un patrullero.

 Por Horacio Cecchi

En un todo de acuerdo con el mensaje de la publicidad de la Renault Sandero, conocida como “quíntuple de cuerpo”, en la que el trapito es un personaje peligroso al que se debe enfrentar y vencer, el domingo pasado, un Bonaerense de franco mandó al hospital a un joven que le había pedido 20 pesos por cuidar su auto estacionado. La diferencia con la publicidad es que en lugar de tratarse de una pulseada de miradas en la que el petiso de la camioneta doblega al grandote cuidacoches y evita de esa manera pagarle, el domingo, en Saavedra, el Bonaerense, sin más, le pegó un tiro en la cabeza. Su hermano, otro policía, levantó el casquillo y lo ocultó, y cuando llegó un patrullero de la Federal aseguró que se había tratado de una riña callejera. El joven herido, Eric Milton Ponce, de 29 años, fue trasladado por amigos al Pirovano, donde lo operaron de urgencia y ayer a última hora se encontraba muy grave, pero estable. Amigos y vecinos incendiaron un patrullero y rompieron los vidrios de la comisaría 49ª. Desde temprano, tanto el secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, como el ministro de Justicia porteño, Guillermo Montenegro, intentaron anticiparse negando que el policía involucrado fuera parte de su respectiva fuerza (Federal para Berni, Metropolitana para Montenegro). Ni lo uno ni lo otro, el uniformado sin uniforme pero con arma que disparó contra el presunto trapito es Bonaerense y supuestamente fue apartado por Asuntos Internos. Para desmentir a su propio jefe, el hermano de quien disparó, de la Metropolitana, se sintió involucrado y se presentó ante la Oficina de Asuntos Internos. Al rato, el Bonaerense se presentaba detenido en San Isidro.

El incidente que derivó en el disparo a la cabeza de Ponce tuvo lugar en la plaza Alberdi, en Saavedra. En un salón se festejaba una reunión, quizás una comunión o un festejo familiar. Ponce y dos amigos se encontraban sentados contra uno de los autos estacionados cerca del salón. En un momento, salió el dueño del auto y pidió que se apartaran del coche. Según Diego, uno de los amigos de Eric, cuando el hombre se acercó “Milton le dijo que tenía que pagar 20 pesos porque le había cuidado el auto. Fue una broma. El tipo contestó que ‘los 20 los tenés que poner vos, porque me usaste el sillón’, el tipo cazó la broma, estaba todo bien”, aseguró el amigo.

De acuerdo con el relato, el dueño del auto regresó al salón, pero al rato volvió a salir acompañado por otro hombre. “Vienen los dos, tranquilos, con una cara de malos –contó Diego–. Y uno dice ‘¿Qué pasa?, ¿hay que poner plata para estacionar acá?’ Le digo a uno ‘No nos vamos a pelear’, y Milton le dice a uno, el más joven (José Luis Cavaleiro, el de la Metropolitana), que se siente, que estaba todo bien. Pero el otro (David César Cavaleiro, sargento de la Bonaerense con base en la 2ª de San Isidro) dice ‘Vos acá no hacés sentar a nadie’ y levanta al que había venido con él”.

“El más joven se pelea con Milton mano a mano, y como Milton estaba en desventaja el otro chico lo fue a ayudar. El más viejo se baja a la vereda y me muestra el arma. Me cubro con el brazo. Milton se aleja de la pelea, pero le pone el fierro en la cabeza y dispara”, relató Diego a los periodistas en la puerta del hospital. Después, ambos reingresaron a la casa, donde aparentemente se desató una discusión por lo sucedido. Al rato, salieron los dos y se fueron. Antes, se toparon con un patrullero de la Federal, que había sido alertado por los amigos de Ponce que lo trasladaban al hospital. José Cavaleiro se detuvo a hablar con los Federales y les dijo que se había tratado de una riña callejera en la que un joven había sido golpeado en la cabeza y luego trasladado al hospital. Después desaparecieron hasta la media mañana de ayer.

Los vecinos y amigos de Ponce, airados, se dirigieron a la seccional 49ª, en Machaín, entre Congreso y Quesada, donde rompieron los vidrios del edificio, incendiaron un patrullero y provocaron daños en otros cuatro, además de autos particulares que se encontraban estacionados en el lugar.

“No justificamos estas agresiones, y ahora hay una causa abierta por daños a los bienes del Estado. Pero el desmadre no nació de un repollo, fue concatenándose una situación tras otra”, dijo el abogado de la familia Ponce, Emiliano Montini.

Berni desmintió que se tratara de un Federal. En tanto, Montenegro dijo que “se llegó a decir que había involucrado un efectivo de la Policía Metropolitana. Empezamos a trabajar sobre esta hipótesis, se identificó a una persona (que presta servicio en esa fuerza) que había estado en el barrio esa noche. Se puso a disposición (de los investigadores) y quedó totalmente descartada la participación de él”. Horas más tarde, el propio Cavaleiro de la Metropolitana lo desmentiría presentándose ante Asuntos Internos y quedando a disposición de la Justicia. También durante la mañana, su hermano se presentaba en la seccional donde trabajaba. Según Asuntos Internos de la Bonaerense, el Cavaleiro que disparó quedó desafectado, un término no demasiado explícito.

Ayer, la naturalización de la idea de justificar el uso de un arma en caso de peligrosidad se hizo evidente hasta entre las propias víctimas. Los amigos de Eric aseguraban que el pedido de plata había sido una broma, lo que también significa reconocer cierto permiso a disparar si el joven hubiera sido trapito.

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