SOCIEDAD › SE ATRINCHERO TRES DIAS PARA NO CEDER A SU HIJA

La peor defensa de un padre

Un empresario de la ciudad de Paraná, a quien la Justicia le había quitado la tenencia de su hija de 6 años, se atrincheró con la niña en su casa durante todo el fin de semana con el único objetivo de intentar conservarla a su lado. Tras recibir con escopetazos a la policía y amenazar con suicidarse si los uniformados entraban en la vivienda, el hombre finalmente se acercó hasta el juzgado y entregó a la pequeña en perfecto estado a la jueza de menores, quien de inmediato ordenó que quede bajo la tutela de su madre.
Después de cinco hijos y varios años juntos, el matrimonio de los Bimonte se terminó. Tras el divorcio llegó la pelea por la tenencia de los hijos, algo que afectó especialmente al padre de los chicos, Santiago, de 46 años. Ante la decisión judicial de otorgar la tenencia de su hija menor a la madre, prefirió arrebatarle la niña a su ex mujer, huir a su domicilio y atrincherarse allí con ella durante todo el fin de semana, generando una situación que, de no mediar la prudencia de las autoridades, pudo haber terminado en tragedia.
Todo comenzó el viernes pasado en la estación de ómnibus local, cuando la ex esposa de Bimonte se disponía a viajar rumbo a Mendoza con su pequeña hija para establecer allí su nuevo hogar tras la separación. Antes de abordar el micro, vinieron los saludos y ese fue el momento que aprovechó el empresario para arrebatarle a la niña. Fue sólo un pequeño descuido, pero suficiente para que el hombre tomara a la nena y la llevara rumbo a su domicilio de la calle Rivadavia, donde se atrincheró durante todo el fin de semana.
Durante casi tres días, Santiago Bimonte intentó de todo buscando evitar que se cumpla la orden judicial que lo obligaba a ceder la tenencia de la menor a su ex esposa. Primero, el domingo por la noche, buscó huir en su camioneta rumbo a Santa Fe, pero una rápida acción policial le bloqueó el camino y debió regresar a su vivienda. Después, cuando la policía fue a comunicarle que debía llevar la niña al juzgado, los recibió a los tiros, lo que tensó aún más la situación, obligando a la jueza de menores Claudia Salomón y al de instrucción Héctor Toltoy a aguzar su ingenio para evitar que la situación degenerara en violencia.
Así, durante toda la tarde de ayer se sucedieron los contactos hasta que finalmente el hombre, acompañado de su abogado y dos amigos, se presentó en el juzgado y entregó a la niña a su madre. “Afortunadamente las autoridades se movieron muy bien y, prudentemente, prefirieron no entrar por la fuerza, para preservar la salud de la menor”, destacó el abogado defensor de la madre de la niña, Marcos Rodríguez Allende, una vez concluido el episodio.

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