SOCIEDAD › POLéMICA EN BARILOCHE

Bebidas y denuncia

Un juez platense que viajó a Bariloche para acompañar a estudiantes en su viaje de fin de curso, entre los cuales estaba su hijo, protestó por un procedimiento de rutina que inspectores de la Municipalidad de Bariloche realizaron en el hotel en el que se alojaba el contingente, y al cabo del cual secuestraron casi un centenar de botellas con bebidas alcohólicas. El camarista Víctor Violini, integrante del Tribunal de Casación Penal de Buenos Aires, definió como “un atropello” que los inspectores hayan ingresado a las habitaciones para revisarlas en momentos en que los adolescentes y los adultos acompañantes estaban fuera, en una excursión. “No avalamos que los chicos consuman alcohol, pero otra cosa es permitir que a los chicos se los atropelle como se hizo”, explicó Violini, que radicó una denuncia ante el Juzgado de Instrucción 2, a cargo de Martín Lozada, y el fiscal Eduardo Fernández solicitó el acta labrada por los inspectores.

La denuncia se formuló contra dos inspectoras municipales de la Secretaría de Turismo de la Municipalidad de Bariloche, el gerente del hotel Montecarlo, donde se alojaba el grupo, y el coordinador del viaje de la agencia Baxtter, a cargo de la estadía de los chicos del Colegio Centenario. Todos ellos participaron de la inspección de rutina que se realizó el 5 de agosto, entre las 12 y las 14.55, cuando el grupo de adolescentes y padres se encontraba fuera del hotel.

El operativo fue uno más de los que se efectúan desde hace diez años en los hoteles del lugar, usualmente para controlar que no se registren irregularidades en el servicio al pasajero, como podría ser la disposición de más camas de las permitidas por habitación, y también para verificar que no se incumple la prohibición de tenencia, exposición y consumo de alcohol entre menores de edad.

Durante la revisión en el hotel Montecarlo, las inspectoras hallaron 98 botellas de alcohol que retiraron de las habitaciones y dejaron en guarda en el hotel, para que los adultos del grupo puedan llevárselas de regreso al término del viaje, si lo deseaban. Poco después, Violini y los otros dos padres acompañantes –ambos abogados– se enteraron del procedimiento y protestaron vivamente en el hotel contra los funcionarios de la municipalidad que acudieron a explicar la medida. El secretario de Turismo de Bariloche, Fabián Szewczuk, estuvo entre quienes llegaron al lugar al conocer la reacción de los padres. “Hace diez años que se hacen estos procedimientos sin que se haya registrado ningún tipo de inconveniente. Al año hay alrededor de 2200 actas de infracción, y desde que se pusieron en práctica estas inspecciones ya se hicieron más de 25.000”, dijo Szewczuk.

El funcionario explicó que la medida “apunta a que Bariloche sea una ciudad segura, en la que los chicos estén cuidados”, y detalló que hizo notar al juez Violini que de la habitación de su hijo “se retiraron nueve botellas”. Violini sostuvo que el procedimiento debió realizarse en presencia del grupo, y que en caso de detectar algo irregular, debían haber convocado a los padres.

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