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El joven estaba decidido a todo por recuperar a su esposa, quien lo había abandonado semanas atrás mudándose a la casa de sus padres. A tanto llegaba su desesperación por reconstituir la relación, que se dirigió armado hasta lo de sus suegros con la idea de que ningún obstáculo le impidiera verla. Pero todo resultó una tragedia: el joven terminó asesinando a balazos a su cuñado, hirió a su suegro y a un vecino de la familia y luego se suicidó a pocos metros de la casa, ubicada en la localidad bonaerense de Villa Dorrego, partido de La Matanza.
El episodio ocurrió el lunes pasado en la casa de Achupalla 6950, adonde Claudio Maguicha, de 26 años, se dirigió armado con tres revólveres de distinto calibre: un 22, un 32 y un 38. Según las fuentes, todo comenzó cuando Maguicha llamó a la puerta de la vivienda para buscar a su esposa, María de las Mercedes Ramos. Luego de tocar el timbre varias veces en forma nerviosa, fue atendido por su cuñado, Marcelo Daniel Ramos, de 24 años, con quien mantuvo una pequeña discusión, ya que al parecer éste no le permitía el paso. La negativa de Ramos provocó en Maguicha un ataque de furia que derivó en dos disparos, uno en el pecho y otro en la cadera, los cuales provocaron la muerte instantánea de Ramos.
Luego de oír los disparos, el suegro del victimario, Osvaldo Ramos, de 46 años, y un vecino, intentaron atrapar a Maguicha y también fueron baleados. Con Ramos y Jufré en el suelo, Maguicha se fue corriendo, pero a los cien metros se detuvo y se disparó en la sien, por lo que falleció en el acto. Ramos, albañil, al igual que su hijo, recibió un tiro en la región lumbar derecha y fue internado en el Hospital Paroissien, donde hasta anoche se encontraba en grave estado.