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Un joven que intentaba salir del país fue detenido ayer en la ciudad correntina de Paso de los Libres, sospechado de ser el autor del crimen del periodista Martín Esper, de 22 años, asesinado a puñaladas en la disco Apocalypsis, del complejo Arcos del Sol, en Palermo. La detención fue realizada por personal de la comisaría 23ª de la Policía Federal, cuando el joven pretendía cruzar el río Paraná para llegar a la ciudad brasileña de Uruguayana.
Después de una semana sin novedades, el sábado se produjeron las primeras detenciones relacionadas con el crimen. La policía detuvo a dos muchachos que formarían parte de la patota que agredió al joven periodista deportivo. Los investigadores concluyeron que el asesino de Esper no habría estado solo en el boliche: que lo secundaban entre cuatro y cinco amigos que huyeron del lugar con él. Los dos primeros detenidos –cuyos datos no trascendieron– fueron localizados el sábado en sus casas, en la ciudad de Buenos Aires. Pasaron el fin de semana en prisión y declararán en las próximas horas. Están acusados de encubrimiento.
El tercer detenido, sospechado de ser el autor material del homicidio, habría sido seguido desde Buenos Aires hasta Paso de los Libres por efectivos de la comisaría 23ª y de la División Homicidios de la Federal que están trabajando bajo las órdenes del juez de instrucción de la Capital Federal, Eduardo Daffis Niklison, a cargo de la causa.
La investigación avanza en el marco de un gran hermetismo, por el secreto de sumario decretado por el magistrado. No obstante, trascendieron algunas conclusiones de la pesquisa. Según pudieron establecer los investigadores, Esper quedó en medio de una riña, de las que son habituales dentro de los boliches. Habría sido agredido por algún motivo que todavía no está claro y cuando amigos suyos salieron en su defensa, se desató la pelea. El episodio terminó trágicamente: el periodista deportivo, de 22 años, fue apuñalado seis veces con un cuchillo de cocina, pese a que trató de defenderse a las patadas.
Eran las 6.25 del sábado 2 de febrero. Su cuerpo fue encontrado por los encargados de seguridad de la disco Apocalypsis después de dispersar a la muchedumbre que se apiñaba en el lugar de la pelea. Una ambulancia del SAME llegó al local, pero ya era tarde. Esper tenía una herida en el muslo y otra más grande en el estómago. Murió desangrado, antes de que lo pudieran trasladar al hospital.
El joven muerto era oriundo de Pergamino. Se había graduado como periodista deportivo en la escuela Deportea y trabajaba en una revista de rugby. El viernes por la noche había ido a bailar a Apocalypsis, en el complejo Arcos del Sol, con un grupo de amigos.
El boliche, en realidad, no debía estar abierto. Tal como adelantó Página/12 el sábado, un dictamen del procurador general de la Ciudad, Juan Carlos López, estableció que esa disco y otras tres del complejo Arcos del Sol –entre las avenidas Sarmiento y Casares– no tenían habilitación para funcionar. Los otros locales son Coyote, Hanoi y Puente Mitre, que suelen abrir hasta la 1 como restaurantes y a partir de esa hora se convierten en discotecas. Los cuatro fueron clausurados el sábado último por inspectores de la Dirección de Verificaciones y Habilitaciones. Según concluyó el procurador, los Arcos del Sol están emplazados en terrenos ferroviarios que, por estar ubicados dentro del Parque Tres de Febrero, sólo pueden ser destinados para espacios verdes. Se trata de un viejo litigio que ya lleva más de ocho años.
La muerte de Esper no fue el primer hecho violento que conmueve a esos boliches. En los últimos años hubo varias peleas en el complejo Arcos del Sol que terminaron con jóvenes heridos. En abril de 2001, por ejemplo, uno de 25 años fue apuñalado en el estacionamiento de Hanoi y en marzo de 2000, varios adolescentes denunciaron que fueron golpeados por custodios de Coyote.