SOCIEDAD › COMENZó EL JUICIO ORAL Y PúBLICO POR EL FEMICIDIO DE MAYRA BELéN MORáN, A UN AñO Y DíAS DEL CRIMEN

El femicida, identificado por los testigos

En la primera jornada del proceso, declararon diez testigos, entre ellos la mujer que vio cuando el agresor la acuchillaba, el hombre que lo vio huir y policías que lo detuvieron. Hoy declaran peritos. Mañana podría haber veredicto.

 Por Soledad Vallejos

En la primera jornada del juicio oral por el femicidio de Mayra Belén Morán, la joven degollada el año pasado en una calle de Manzanares, declararon diez testigos, tres de los cuales identificaron a Alberto Sebastián Moreno, su ex pareja y padre de su hija, como autor del ataque. Tras las declaraciones, “no quedaron dudas respecto a esto”, aseguró a este diario Esteban Ahumada, abogado de la familia de Morán. En la audiencia, celebrada en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, también declararon policías, entre ellos quienes detuvieron a Moreno en una calle de Pilar cuatro días después de que atacara a Morán, y Marilén Maldonado, madre de la joven, quien, tras referir episodios de violencia que su hija sufría por parte de Moreno, se desmayó para luego, al volver en sí, preguntar “¡¿Y Belén?!”. El debate continuará hoy y mañana, con la presencia de peritos; mañana, además, podría haber un veredicto.

La titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Violencia de Género de Pilar, Carolina Carballido Calatayud, encuadró lo sucedido como “femicidio”. Además, coincidió con el abogado Ahumada en que las declaraciones de los testigos presenciales “dejaron en claro que la autoría no está en discusión”. Por su parte, la defensa de Moreno anticipó que en la audiencia de hoy buscará probar que el acusado es inimputable.

La declaración de Celina Bordanobch, vecina del barrio en el que vivía la joven y donde todavía hoy vive su madre con su niña pequeña (para cuya manutención todavía no percibe la AUH que corresponde a la chiquita), fue la primera en asegurar que el acusado Moreno fue quien acuchilló a Morán. Bordanobch contó que el 29 de julio del año pasado volvía a su casa en bicicleta cuando vio que en la esquina de Río Orinoco y Rodolfo de la Colina un hombre y una mujer estaban “peleando”; al ver que él golpeaba la cabeza de Morán contra el piso, le gritó “¡soltala, hijo de puta!”, y Moreno huyó en bicicleta.

El testigo siguiente, Alberto González, contó ante los jueces Osvaldo Rossi, Federico Ecke y Hernán San Martín que al escuchar esos gritos de Bordanobch salió de su casa y vio cuando Moreno escapaba. Tanto González como Bordanobch señalaron a Moreno, que estaba presente en la sala, como el hombre al que vieron ese día, aunque indicaron que ahora “está más gordo”.

Marilén Maldonado, la madre de la joven acuchillada, declaró acompañada por personal de la Defensoría de la Mujer de Pilar. Relató que la relación entre Mayra Belén y Moreno era “rara y difícil”. Cuando la joven dejó la casa de Maldonado para ir a convivir con Moreno a unas cuadras, en el mismo barrio, “empezó la tortura, primero psicológica”. “Después de que nació Alma (la hija de la pareja) empezaron los golpes y la llegó a mandar al hospital”, declaró la mujer, mientras Moreno negaba con la cabeza. Una vez que preguntó a su hija qué la unía a Moreno, ella respondió, “el miedo”, recordó Maldonado. Poco después de declarar, se desmayó; al recobrar la conciencia, preguntó por Belén.

Maldonado vive todavía en Manzanares, el mismo barrio en el que fue acuchilada su hija y en el que vive la familia de acusado. Con ella, vive su hijo discapacitado y su nieta Alma, cuya tenencia tiene pero sólo de manera provisoria. Desde el año pasado, la mujer refiere que recibe amenazas de los parientes de Moreno; quiso mudarse pero no tuvo el dinero para hacerlo.

Entre los testigos policías no estuvo el oficial mayor Lorenzo Suárez, del destacamento de Manzanares, quien la noche del 28 de julio, porque Morán había denunciado que Moreno la amenazaba y no cumplía la orden de restricción de acercamiento, acudió a la casa del hombre y se limitó a recomendarle que dejara de merodear el lugar, en lugar de aprehenderlo por violar la indicación judicial. “Era el testigo policial más importante, pero la fiscalía lo desistió”, detalló a este diario el abogado Ahumada.

Sí declararon, por otra parte, los policías que detuvieron a Moreno cuatro días después de que cometiera el femicidio, y el jefe de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Derqui, que realizó la investigación del crimen junto con la fiscalía.

El abogado Ahumada explicó a este diario que, en su estrategia, la de ayer fue la jornada más importante, “porque se reconstruyeron los hechos, qué fue lo que pasó ese día”. “Para mí, eso es lo más importante dle proceso, porque todo lo demás, lo que se agregue a partir de ahora, son cuestiones técnicas que aportan los peritos. En el derecho penal, el primer paso es establecer si la conducta del imputado se ajusta al tipo penal, y hoy (por ayer) hevos visto que sí”. Ahumada señaló, también, que a partir de hoy, con las declaraciones de los peritos, “lo que va a empezar a correr es la consideración de atenuantes y agravantes”. “En este caso, no hay atenuantes del hecho, sino agravantes, no sólo por el vínculo y por mediar violencia de género, sino porque también había antecedentes de violencia de género por parte de Moreno contra Morán”, advirtió.

Moreno llegó al juicio detenido y procesado por “homicidio doblemente agravado”, por el vínculo y porque medió violencia de género. La acusación preve pena de prisión perpetua.

Ayer, mientras se realizaba la audiencia, en la puerta de los tribunales integrantes de organizaciones del movimiento de mujeres –entre ellas, de la Red de Mujeres, que el año pasado asesoró a la familia de Morán apenas sucedido el femicidio–, se concentraron para acompañar a Marilén Maldonado. Dentro, en la sala del tribunal, en la que hay lugar para muy poco público, había también integrantes del Consejo Nacional de las Mujeres, que señalaron a este diario que Maldonado “está conforme con cómo se desarrolló la audiencia, y muy empoderada”.

El juez de Garantías 7 de Pilar, Walter Saettone, a pedido de la fiscal Carballido Calatayud, procesó a Moreno por “desobediencia”, por haber violado la restricción de acercamiento perimetral según la cual el agresor ya denunciado no podía estar a menos de 500 metros del lugar donde estuviera su ex pareja.

Mayra Belén Morán fue acuchillada la mañana del 29 de julio, a pocas cuadras de la casa de su madre, a la que había regresado tras denunciar a su ex pareja. Morán se dirigía a una fiscalía, para completar trámites por la denuncia de amenazas y violencia que había radicado c contra Moreno. El hombre había acechado para verla salir, la siguió en bicicleta, se interpuso en su camino y comenzó a hacerle recriminaciones, para luego golpearla y acuchillarla.

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Antes de matar a Morán, Moreno había violado la restricción de acercamiento varias veces.
 
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