SOCIEDAD

Una campaña de Greenpeace para frenar el desmonte indiscriminado

En un mapa, en su sitio de Internet, la organización ambientalista denuncia a las empresas que están deforestando amplias zonas para expandir la frontera agrícola. Los daños pueden ser irreversibles.

La Argentina perdió el 70 por ciento de bosque nativo en el último siglo y, según coinciden organismos estatales y organizaciones sociales, la cifra parece no detenerse por el avance de la frontera agrícola. Como una forma de escrache cibernético, Greenpeace lanzó una campaña por Internet en la que denuncia a las compañías encargadas de la deforestación del Norte argentino, y hace público el nombre y apellido de los responsables: gerentes y ejecutivos de grandes empresas. Entre los lugares afectados por la tala descontrolada está Santiago del Estero, donde este fin de semana miembros del Movimiento Campesino local (Mocase), junto con Greenpeace, realizaron una acción de protesta contra el desmonte para la expansión de la frontera sojera, que suele ser acompañada por la expulsión violenta de los trabajadores rurales (ver recuadro).
“Paren los desmontes” es el nombre de la campaña que denuncia la destrucción de los bosques mediante un mapa interactivo que se difunde por Internet y que detalla la cantidad de hectáreas ya deforestadas y las que están en peligro. “El avance sojero es el principal motor de los desmontes”, afirma Greenpeace. Las compañías denunciadas por la organización son Ledesma, Flegui y Morrell-Bullez, y también figuran los nombres de los empresarios. “El Norte argentino es muy grande y no es sencillo ni accesible muchas veces llegar a los lugares donde están desmontando, por lo que muchas empresas piensan que el ojo de la opinión pública jamás llegaría a verlos. Esto va a cambiar con el mapa interactivo de Internet”, explicó Juan Cruz Mones Cazón, de la organización ambientalista.
El censo forestal de 1935 había relevado la existencia de 105 millones de hectáreas en todo el país. El Programa de Acción Nacional de Lucha Contra la Desertificación, del gobierno nacional, señaló que en la actualidad sobreviven 33 millones de hectáreas. Sobre gran parte de ese territorio se basa el mapa de Greenpeace, que es el primer intento de contar con un registro actualizado de la desaparición de los bosques y que denuncia seis casos puntuales, tres en Salta –en las localidades de Urundel, El Talar y General Pizarro– y tres en Santiago del Estero –comunidad Aguas Coloradas, Quimilí y Alazampa–. En la zona de General Pizarro, departamento de Anta, la depredación avanza sobre un Area Natural Protegida, creada por decreto provincial en 1995 y donde vive la comunidad wichi Eben Ezer y centenares de familias criollas. “El gobierno de Salta intenta vender una reserva ecológica, algo inconstitucional, y en Santiago del Estero les arrebataron violentamente la tierra a campesinos que tenían posesión veinteañal”, aseguró Mones Cazón.
El informe oficial, realizado en conjunto por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Secretaría de Medio Ambiente, remarca que –hace 70 años– el 39 por ciento del territorio nacional estaba cubierto por bosques y confirma que en la actualidad esa cifra sólo llega al 12 por ciento. Los incendios, la tala y el corrimiento de la frontera agrícola, en la última década acentuada por la fiebre de la soja, sobre todo en el centro y norte del país, son los principales causantes de esta situación. Además, el estudio también detalla que el desmonte continúa: se destruyen 30 mil hectáreas de bosques por año. “A diferencia de la tala, el desmonte elimina absolutamente toda la cobertura vegetal y destruye el suelo, comprometiendo su recuperación. Es claro que los ‘beneficios’ económicos de hoy son una amenaza para las próximas generaciones”, afirmó el coordinador de Greenpeace, Emiliano Ezcurra.
Los bosques son de vital importancia en cuanto a la protección climática, la retención de aguas para evitar inundaciones y la degradación del suelo, además de la cantidad de especies vegetales y animales que corren peligro de extinción debido al brusco cambio del medio ambiente.
Informe: Darío Aranda.

Compartir: 

Twitter

Centenares de campesinos santiagueños, en un campo desmontado, reclamaron el cese de la tala.
La toma aérea permite ver la frontera entre la zona deforestada y lo que queda del monte.
 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.