SOCIEDAD › EL ASESINO LA DESCUARTIZO E INCINERO SUS RESTOS EN UNA PARRILLA

Una chica, víctima de un psicópata

Luciana Moretti, la chica de 15 años cuyos restos fueron hallados el lunes en Bahía Blanca, fue descuartizada por el homicida, quien luego incineró los restos en una parrilla. Los investigadores aún no saben cómo murió la joven ni el móvil del crimen. Pero al allanar la casa del único detenido e imputado en la causa incautaron tres cuchillas y unas 30 bolsas de leña, que se habrían utilizado para quemar los restos de la adolescente. El principal sospechoso del caso es Pablo Cuchán, un joven de 25 años, hijo de una conocida familia de la ciudad de Ingeniero White, quien fue detenido el lunes. El joven en 2003 estuvo desaparecido durante una semana, tras una ruptura sentimental en la que lo acusaron de descuartizar al perro de su ex pareja.
“Lo único que quisiera es que mi hija no haya sufrido con lo que le hicieron”, relató Julio Moretti, el padre de la víctima. Según el subdirector de la Departamental de Investigaciones (DDI), Daniel Herrera, Cuchán “será trasladado al juzgado para prestar declaración” ante la jueza de Garantías María Pía Fava. Herrera indicó que ayer se hizo una reconstrucción de lo que se conoce hasta ahora del hecho: la forma en que el imputado se deshizo del cuerpo de su víctima. Ahora esperan el informe de los peritos para hacer la entrega de las partes del cuerpo a su familia.
El comisario admitió que “aún no se sabe el mecanismo utilizado para matar” a la joven, porque “faltan las vísceras y partes vitales para determinar la causa, dado que nos falta el cuello, que podría indicar si fue ahorcada, no está el hígado, que nos podría hablar de una sobredosis”. “Si este hombre declarase nos ayudaría mucho”, reflexionó el jefe policial. A su vez, Herrera destacó que “se tuvo que hacer una nueva pericia odontológica en el cadáver porque el perito no estaba seguro y se constataron los datos con el odontólogo que atendía a la chica”.
Los investigadores revelaron que, tras ser quemada, la joven fue descuartizada y sus restos esparcidos en un cantero del patio de la casa del detenido, un taller de chatarra y un descampado. La policía sospecha que todo empezó el sábado 16 de octubre –el día en que desapareció la niña–, cuando el muchacho invitó a Luciana a su casa y por algún motivo –que aún se investiga– la mató para luego descuartizarla, quemarla y enterrar sus restos en distintos lugares.
El primer hallazgo fue el de un cráneo calcinado, en un descampado ubicado a dos kilómetros del centro de Bahía Blanca. La noche del lunes último, restos óseos quemados y cabellos pertenecientes a Luciana fueron hallados enterrados en el patio de la vivienda de Cuchán, algunos de ellos en un cantero ubicado junto a la pileta de natación de la casa, situada cerca de la casa de Luciana.
Los investigadores recordaron que el detenido el año pasado llamó la atención cuando desapareció de su casa durante una semana, sin dejar rastros, tras una ruptura sentimental. Luego, regresó al domicilio que compartía con su ex novia, donde su perra fue hallada herida con varios cortes de arma blanca.
“Yo no soy Dios, pero les digo a los papás de Cuchán que los perdono, ellos no tienen nada que ver con lo que hizo este tipo con el cuerpo de mi hija”, dijo el padre de la víctima. Sobre Cuchán, Moretti dijo que es “un psicópata”. “Se paseó durante toda la semana por el barrio como si nada hubiera pasado”, relató.

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