SOCIEDAD
En diez años, la mortalidad por el sida disminuyó en un 36 por ciento
Es el resultado de la política de provisión de medicamentos por parte del Estado. Advierten sobre la irregular provisión de algunas drogas.
Por Pedro Lipcovich
La mortalidad por sida bajó un ocho por ciento en el último año en la Argentina; desde 1996, la reducción llega al 36 por ciento. Estos datos, anunciados ayer por Ginés González García, ministro de Salud de la Nación, ratifican el éxito de la política de provisión de medicamentos antirretrovirales por el Estado. El ministro ratificó la existencia de tratativas con Brasil para propiciar la producción de medicamentos. Brasil y la Argentina son los mayores compradores mundiales de antirretrovirales. Entretanto, ayer el Obelisco fue cubierto con el gran preservativo que la ciudad merecía.
La mortalidad por sida fue de 38 por millón de habitantes en 2004, un ocho por ciento menos que en 2003, lo cual “se vincula con la cobertura universal de medicamentos a lo largo de los años”, según el Ministerio de Salud. Esta política de Estado se inició en 1996, cuando la mortalidad había llegado a casi 60 por millón. Más aún cayó la incidencia del sida como enfermedad: en 1996 se registraron 80 casos por cada millón de habitantes y 42 por millón en 2004. Esta disminución no indica que la gente se infecte menos con el VIH, sino que muchos de quienes se infectan tardan más en desarrollar síntomas o no llegan a desarrollarlos, gracias a los tratamientos y a la detección precoz.
González García destacó que, “gracias a las negociaciones con laboratorios que los países latinoamericanos encararon en conjunto, el costo de los tratamientos bajó a la tercera parte, lo cual debe apuntar a que el subcontinente llegue a ser el primero con acceso gratuito universal a la medicación”. Y agregó que “en la última reunión de presidentes de Argentina y Brasil se ratificaron los acuerdos para desarrollar drogas antirretrovirales; ambos países son los mayores compradores públicos del mundo de antirretrovirales. Respetando las patentes pero no el monopolio de los laboratorios, nos proponemos desarrollar líneas de medicamentos para ambos países”. Lisandro Orlov, representante de Lacaso, red de organizaciones latinoamericanas dedicadas al VIH, sostuvo que “el año que viene debería ser clave en la decisión de los Estados de producir por sí mismos medicamentos contra el VIH”.
Entretanto, Pablo Ceriani, representante del CELS, advirtió que “recibimos frecuentes denuncias por falta de provisión de medicamentos como el T-20”. Pedro Cahn, presidente electo de la Sociedad Internacional de Sida, observó que “ese medicamento es comercializado por un solo laboratorio a un costo muy alto y no se alcanzó acuerdo con el Ministerio de Salud”. El laboratorio es Roche y el precio es de unos 8000 pesos mensuales por tratamiento. Cahn destacó que, “si bien en la Argentina no hay dificultades graves de acceso a los tratamientos, el mayor problema es que mucha gente infectada no lo sabe: en el Hospital Fernández, el 30 por ciento de los pacientes llega en un estado avanzado de la enfermedad”.