SOCIEDAD › ROBAN DOS MICROS DE PLUSMAR Y REPARTEN VOLANTES A LAS VICTIMAS

Asalto panfletario en pleno viaje

Una banda desvalijó dos micros en el trayecto Bahía Blanca-Retiro. Repartieron volantes con reclamos gremiales. Conocían a un chofer.

Después de casi dos horas de viaje, los pasajeros de la unidad 1380 de la empresa Plusmar, que se dirigía desde Bahía Blanca hasta Retiro, vieron interrumpido su descanso nocturno cuando seis asaltantes encapuchados y con armas 9 milímetros irrumpieron en el micro al grito de “¡esto es un robo!”. Primero les ordenaron deshacerse de sus celulares, luego de los relojes y finalmente del dinero que llevaban encima. Posteriormente los ataron con precintos plásticos. Antes de que los asaltantes se despidieran lanzaron unos panfletos referidos a un supuesto problema gremial con la empresa. Los delincuentes habían subido al transporte cuando los choferes pararon el micro en la rotonda de Coronel Pringles para controlar las ruedas y hacer cambio de chofer.

“Vivimos una noche de terror, de ésas que se ven en las películas”, relató a Página/12 Guillermo Bilder, una de las víctimas. “Viajábamos en un micro de línea regular. Salió a las 23 desde Bahía Blanca y a eso de la una fuimos despertados por cinco o seis personas encapuchadas que muy organizadamente nos fueron pidiendo primero los celulares, después los relojes, el oro y las billeteras. Después nos llevaron al piso inferior de la unidad para vaciar carteras y bolsos. Nos hicieron subir de a uno y nos hicieron bajar los pantalones para ver si no teníamos riñoneras”, narró.

Bilder viene cada semana a la Capital por trabajo. “Según los choferes, por disposición de la empresa, deben parar en la rotonda de Coronel Pringles (a 180 km de Bahía Blanca), bajar a golpear las cubiertas para ver si están infladas y hacer cambio de chofer. Creo que eso debería hacerse en una estación –señaló Bilder–. Luego pasamos hacia atrás y nos precintaron. El micro siempre estuvo en movimiento.”

“Nos decían que no nos moviéramos y en un momento se oscurece el micro y ellos bajan. Los estaría esperando alguien, no sabemos, después nos empezamos a sacar las cintas y vino otro micro y avisaron a la policía. Antes de bajar tiraron panfletos que parecían de algún conflicto gremial y hay que ver si esto fue algo para desviar la atención”, especuló. Los asaltantes robaron en un segundo micro, que había salido 35 minutos después, que se detuvo al ver frenado al primero.

En el panfleto se enunciaba: “A los delegados de Plusmar: a principio de año los seguimos y apoyamos, la bandera era ‘sí al conv. colect. 460/73’. En marzo los votamos por la promesa electoral que hicieron de mantener el conv. colectivo –y después agregaba–. Hijos de puta se cagaron en nosotros y hoy nos traicionaron y nos entregaron de pies y manos. ‘Fuera delegados traidores’”. Voceros de la UTA dijeron que actualmente no hay conflicto en la empresa, aunque admitieron que existió uno y que se solucionó en febrero último.

“Parecía que los ladrones conocían a algunos de los conductores porque lo nombraron por el apellido”, relató Bilder. “Después hicimos la denuncia en Cañuelas y la empresa nos dio un boleto libre para volver a viajar y un teléfono donde llamar a una compañía de seguros, pero no sabemos con qué nos vamos a encontrar.” Bilder remarcó que “ellos (por los ladrones) tuvieron siempre una actitud tranquilizadora, pero nadie se merece que otro sea dueño de nuestras vidas por varias horas”.

La empresa no respondió a las preguntas de este diario. Sólo lo hizo a través de un escueto comunicado en el que no se mencionaba ningún conflicto gremial, en el que mencionaba un dispositivo de emergencia para atender las urgentes necesidades de los pasajeros damnificados.

El comisario de la seccional Cañuelas, Ariel Morlini, comentó que “aún no hay sospechosos ni detenidos. En el primero viajaban 25 pasajeros y en el segundo 23”. También indicó que “por testimonios de la gente nadie llevaba grandes sumas de dinero, el promedio no superaba los 300 pesos”.

Morlini explicó que “al primer micro lo obligaron a estacionarse a la altura de Loma Negra, en Olavarría. Detrás venía el otro micro que se estaciona para ver qué le ocurría al primer micro y ahí es abordado por dos cacos. Allí practican el mismo modus operandi. Luego llegan a 3 kilómetros de Cañuelas y lo abandonan”. Después del robo “incautamos dos folletos en las inmediaciones del micro”. En ese sentido señaló que “lo único que sabemos es que uno de los choferes pertenecía a una parte sindical de la empresa hasta hace unos días atrás”.

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Los pasajeros del viaje de terror muestran los volantes que distribuyeron los extraños asaltantes.
Imagen: Télam
 
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