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Por P. L.

Brasil, en cuatro años, logró sextuplicar la cantidad de cirugía de cataratas mediante el recurso de acercar el sistema de salud a la población. Newton Kara, profesor titular de oftalmología en la Universidad de San Pablo, cuenta así su experiencia: “En 1986, habíamos evaluado que, en nuestra ciudad, el 55 por ciento de las personas ciegas por cataratas continuaban así hasta su muerte; en áreas más alejadas, esta proporción llegaba al 85 por ciento. Una persona con cataratas puede vivir 20 o 30 años en esas condiciones, con una calidad de vida muy baja y un alto costo social y económico para ella y su grupo familiar; en realidad, con sólo un año que viviera después de la cirugía, el beneficio multiplicaría por cinco los costos de la operación. Con estos datos interesamos al Ministerio de Salud e iniciamos una experiencia que después se trasladó a todo el país”.
Lo que hicieron fue movilizar a la comunidad: “Al principio íbamos casa por casa. Actualmente, elegimos un día: por ejemplo, el próximo sábado el hospital de la zona abrirá sus puertas especialmente para recibir a las personas de más de 50 años con visión muy baja: esto se difunde en las sociedades barriales, en las iglesias, en los medios de comunicación: ese sábado, a las personas se les hacen todos los exámenes y se les reserva turno, de manera que tengan que ir sólo una vez más al hospital y ya para operarse. Esto se hace regularmente, cada pocas semanas; el mes pasado, en el hospital universitario de San Pablo, teníamos más de 6.000 personas”.
El resultado fue que “en forma casi inmediata, ese 50 por ciento que no se operaba bajó al 25 por ciento; hoy no supera el 15 por ciento; siempre algunos siguen rehusándose o resignándose, pero son pocos”, dice Kara, y comenta: “En nuestros países decimos que la salud es gratuita, pero no es del todo así: lo gratuito es el tratamiento, pero el resto del proceso, concientizarse de que hace falta un tratamiento, saber dónde ir, cubrir los gastos de traslado, de medicamentos, todo eso no es gratuito y, para la población pobre, es una barrera muy grande”.