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Domingo, 15 de diciembre de 2013

EL PROYECTO CAREM, EL PRIMER REACTOR NUCLEAR DE POTENCIA ARGENTINO

Líderes en Latinoamérica

El reactor nuclear Carem, diseñado por la CNEA, podrá satisfacer la demanda de energía de una población de 100.000 habitantes. Posiciona el país a la vanguardia tecnológica del mercado internacional de reactores nucleares de baja y mediana potencia.

 Por Ricardo De Dicco *

El concepto Carem (Central Argentina de Elementos Modulares) se basa en un reactor nuclear de potencia integrado para la generación de electricidad, refrigerado y moderado por agua liviana, refrigerado por convección natural (es decir, sin la necesidad de bombas de circulación), con enriquecimiento axial diferencial, autopresurizado, con seguridad inherente basada en sistemas pasivos, de construcción, operación y mantenimiento competitivos y sencillos.

Con la denominación “reactor integrado” hacemos referencia a que todo el circuito primario que comprende el núcleo (generadores de vapor, refrigerante primario, mecanismos de control de las barras absorbentes de neutrones y sistema de presurización) se encuentra contenido dentro de un mismo recipiente de presión del reactor. Con “seguridad inherente basada en sistemas pasivos” nos referimos a que no es requerida la intervención humana o que un sistema instrumental accione los sistemas de seguridad, ya que éstos se inician por fenómenos físicos tales como el movimiento de masas de agua por diferencia de temperaturas o por la apertura de una válvula por la diferencia de temperaturas. En ese sentido, resulta imposible que la negligencia humana o el mal funcionamiento de un sistema evite la ejecución del sistema de seguridad. Por tal motivo, no son requeridos los generadores eléctricos diesel de emergencia para la provisión de energía a los sistemas de seguridad, como suele ocurrir en otros tipos de centrales nucleares.

El Proyecto Carem-25, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), actualmente en construcción en proximidad a las centrales nucleares Atucha I y II, consiste en un prototipo de reactor nucleoeléctrico de 25 MWe de potencia que podrá satisfacer las necesidades de una ciudad de 100.000 habitantes. Fue diseñado para operar un mínimo de 60 años, contará con las novedosas características mencionadas precedentemente, como ser la integración dentro del recipiente de presión de todos los componentes del sistema primario, la utilización de uranio enriquecido a menos de 4 por ciento, la moderación y refrigeración con agua liviana, la implementación de sistemas pasivos de seguridad y de un sistema hidráulico de posicionamiento de barras de control.

Se espera que la puesta en marcha del prototipo Carem-25 pueda llevarse a cabo en 2017. Cabe destacar que más del 70 por ciento de los componentes de la central nuclear serán provistos por empresas industriales nacionales de alta calificación. Recientemente, la CNEA adjudicó la construcción del recipiente de presión del reactor (RPR) a la empresa argentina Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa). El suministro del RPR, sus estructuras internas y el montaje en la planta nuclear asciende a 398 millones de pesos.

La historia del Proyecto Carem se remonta a finales de la década del ‘70, cuando la CNEA se propuso dar un paso muy importante en el desarrollo propio de reactores nucleares de potencia, cuyo único fin era el de satisfacer las necesidades del mercado eléctrico mayorista. En ese sentido, hacia 1984 la CNEA presenta en una conferencia organizada por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en Lima, Perú, el concepto Carem. A pesar de que el proyecto evolucionó muy lentamente por falta de presupuesto durante las décadas del ’80 y del ’90, la CNEA y la prestigiosa empresa Invap, su principal contratista, pudieron realizar la ingeniería y construcción de varias instalaciones de soporte al diseño. En ese sentido, se llevó a cabo la construcción del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu en la década del ’80, y en 1997 fue emplazado en dicho complejo el reactor nuclear experimental RA-8, desarrollado por Invap, cuyo propósito principal sería que fuera empleado como conjunto crítico del reactor Carem, es decir, para realizar verificaciones de cálculo neutrónico aplicables al diseño del reactor nuclear de potencia Carem, testear la calidad de diseño de los elementos combustibles suministrados por la CNEA y del diseño del núcleo en un modelo físico a escala real que serían empleados en el Carem.

En suma, el Proyecto Carem permitirá al país posicionarse a la vanguardia tecnológica del mercado internacional de reactores nucleares de baja y mediana potencia, ideales para cubrir una amplia gama de necesidades propias de los países en vías de de-sarrollo, y se convertirá en el primer reactor de potencia diseñado y construido por un país latinoamericano, un hito que representará para la industria nuclear nacional una evolución respecto del posicionamiento y prestigio ya obtenidos en el mercado internacional de reactores de investigación y producción de radioisótopos.

* Director del Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas y Técnicas (Clicet).

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“Carem se convertirá en el primer reactor de potencia diseñado y construido por un país latinoamericano”, afirma Ricardo De Dicco.

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-La historia del Proyecto Carem se remonta a finales de la década del ‘70.

-La CNEA se propuso dar un paso muy importante en el desarrollo propio de reactores nucleares de potencia.

-Se espera que la puesta en marcha del prototipo Carem-25 pueda llevarse a cabo en 2017.

-Más del 70 por ciento de los componentes de la central nuclear serán provistos por empresas industriales nacionales de alta calificación.

 
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