El Tribunal Superior de Canberra dictaminó la semana pasada que la ley que obliga a que los paquetes de cigarrillos sean homogéneos y sin publicidad no contraviene la Constitución ni infringe los derechos de propiedad intelectual, como había denunciado la industria tabaquera. Australia se convierte así en el primer país en adoptar el empaquetado genérico, mientras que otros países como Gran Bretaña, Canadá o Estados Unidos estudian medidas similares. Las compañías no podrán recurrir la sentencia y tendrán que empezar a empaquetar el tabaco en cajetillas de color verde oliva, con tipografía homogénea y en letra pequeña la marca, a partir del 1º de diciembre. Además, las advertencias sanitarias con tumores cancerígenos y bebés enfermos ocuparán el 75 por ciento de la parte frontal de los envoltorios y el 90 por ciento de la posterior.