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Usted prometió que el Plan Jefas y Jefes de Hogar iba a reducir la cantidad de hogares indigentes y sin embargo el porcentaje aumentó.
–Nosotros hicimos una evaluación teniendo en cuenta la inversión que estábamos haciendo en materia de programas sociales, pero el impacto que tuvo en los sectores más pobres el aumento de los precios de la canasta básica de alimentos nos jugó una mala pasada.
¿No habían proyectado el impacto que podía tener el incremento de los precios?
–Mire, no voy a negar los datos porque jamás niego la realidad. Pero también es cierto que hubo una política anticipatoria a estos datos que se expresó a través del Plan Jefas y Jefes de Hogar.
Pero la indigencia subió igual.
–Es cierto, pero también es importante saber que el plan redujo en un 23 por ciento la indigencia y en un 3 por ciento la pobreza entre los hogares beneficiarios. No todo está tan mal cuando hay una política tendiente a resolver las necesidades.
–Si el plan redujo la indigencia entre los beneficiarios, entonces los nuevos indigentes tienen trabajo, ¿por qué no intentaron llegar también a ese sector?
–Nosotros le dimos prioridad al desocupado porque es el sector más vulnerable. De todos modos, el Plan Jefes no es la única iniciativa que está llevando adelante el Gobierno. También está el Plan Familias que otorga 50 pesos por el primer hijo y 30 pesos por los hijos subsiguientes a las familias pobres. Son planes complementarios.
Pero pareciera que los planes no están dando resultado.
–Cuando el país atravesaba un gravísimo conflicto social, el Plan Jefes fue lo que pudimos implementar en cuarenta días. Ahora, con un poco más de tranquilidad se puede proponer otras alternativas. Es cierto, se puede hacer un montón de otras cosas, pero se aplicó este proyecto porque era una vía rápida y efectiva para que la gente recibiera los 150 pesos en la mano.
¿Si los precios siguen subiendo van a actualizar el subsidio?
–No quiero abrir expectativas, el monto del beneficio es de 150 pesos.
¿Por qué sólo brinda contraprestación el 64,4 por ciento de los beneficiarios?
–Una cosa es el proyecto en la práctica y otra el plano administrativo en donde el trámite es mucho más engorroso porque se tiene que formular el proyecto y se lo tiene que cargar en Intranet. Las auditorías que nosotros realizamos son directamente sobre el campo, por eso el porcentaje de contraprestación que relevamos es mucho más alto del que tenemos registrado en el sistema. De las auditorías surge que 2.042.563 personas están realizando alguna contraprestación. Es casi el ciento por ciento de los beneficiarios. Esos datos van a ir ingresando al sistema.