Las canciones de Anda Calabaza juegan con ritmos y palabras, ruedan, saltan, se vuelven origami o mecedora, o declaman: Quiero subirme a una jirafa. Así, entre el juego y la música la banda comenzó hace siete años un camino que ahora suena en un flamante segundo disco: Sin fin. Lo presenta hoy a las a las 16 en La Trastienda (Balcarce 460), en lo que anuncia como toda “una fiesta Calabaza”.
Los integrantes de Anda Calabaza –Trinidad Padilla, María Estanciero, Matías Pozo y Tomás Rodríguez– cuentan que se conocieron trabajando en el jardín Risas de la Tierra, y pronto advirtieron que trabajaban muy bien y a gusto juntos, “encontrando nuestra esencia del juego, disfrutando a través de la música”. La historia fue de a poco: primero animaron juntos cumpleaños, dieron talleres, después fueron creando canciones que los pequeños y grandes oyentes luego pedían escuchar en un disco, y después en un show. Siete años más tarde, y ya por su segundo disco, sumaron un colectivo de producción con contenido audiovisual, vestuario, puesta en escena, y grabaron en los estudios Ion.
¿Y cuál sería hoy el sello de Anda Calabaza, entre todas las buenas propuestas musicales que, por suerte, siguen floreciendo en el panorama local de la canción para la infancia? “Supongo que la variedad, lo ecléctico, y el ser auténticos en cada momento. Porque en una animación podemos tener un formato artesanal, muy cercano y cálido, y en un show sonar súper eléctricos, y después volver a una canción solo con guitarra. Y todo eso es Anda Calabaza, porque todo lo disfrutamos”, define Trinidad Padilla. 
Lo que prometen compartir en el concierto de hoy es “una fiesta Calabaza”, según define el grupo, con intervenciones de danza y teatro. Y con un espacio armado para bailar, sacando las mesitas de La Trastienda y cubriendo el centro de la sala con goma eva. Será un festejo por el “nacimiento” del segundo disco –en el que, a diferencia del primero, suenan todos temas de autoría propia, y para el que hubo mucho trabajo de pre producción–, donde también, claro, sonarán los “viejos hits” de los comienzos. “Queremos que sea un show para disfrutar desde muchos sentidos, también desde lo audiovisual, el vestuario, la escenografía; hay mucho trabajo puesto ahí”, explican. “Y queremos que lo disfruten los niños y también los adultos, porque nuestra música es ATP. Los adultos disfrutan de escuchar una buena banda. Y disfrutan de ver a los chicos disfrutar con ellos. Al menos eso es lo que buscamos, y lo que nos llega en general en las devoluciones: la idea es compartir un momento, un lugar de encuentro y de juego. Unir universos y ampliarlos”.