Los artistas se reunieron en los estudios de la Televisión Pública.

Uno de los estudios de la Televisión Pública recibió ayer a más de sesenta personas –entre directores, actores, productores y periodistas–, durante la proyección del trailer de Homenaje a Teatro Abierto, el ciclo de programas a propósito de la movida creada en 1981 por Roberto Cossa y Osvaldo Dragún, iniciativa que hizo del escenario “un espacio de resistencia ética y política contra la barbarie militar”, según la voz de Darío Grandinetti, conductor del homenaje. Los trece capítulos, emitidos desde el próximo martes, contendrán las piezas teatrales elegidas, información de contexto y charlas con los protagonistas.

Durante la presentación hubo espacio para los abrazos, los brindis y las lágrimas. También para la reflexión.

- Mauricio Dayub (actor): “Me jugué la vida por participar en Teatro Abierto. Tenía veinte años y no había razones para que me contrataran, pero lo logré: fui boletero. En la sala nos repartíamos para buscar las bombas de las amenazas, mientras el público golpeaba las puertas para entrar. ‘No hay nada, no hay nada’, y la gente entraba igual. Treinta años después me convocan para hacer una obra que vi con emoción, hecha por dos grandes como Carlos Carella y Ulises Dumont. Es un reencuentro emocionante, parte de mi historia”.

- Pepe Monje (actor): “Me gustó trabajar un material de esa época, un texto de Oscar Viale. Traté de entender qué quería decir el autor, buscar similitudes con este momento, con las situaciones que no debemos repetir. Esta emisión de la TV Pública tiene que ver con una política más amplia. Es coherente con ella: no me sorprende, aunque me resulte grata”.

- Daniel Fanego (actor): “Es muy importante que la TV Pública asuma el compromiso de la ficción y de este ciclo en homenaje a uno de los hechos de resistencia política más importantes durante la dictadura. Traído a la actualidad, hay que tener en cuenta que no vino sola, sino con una corriente internacional: el posmodernismo. Fue en los ’90, con una idea de fin de la historia, la cultura y las identidades. Estamos saliendo de esa etapa, pero todavía hay sectores muy arraigados al neoliberalismo y al eurocentrismo”.

- Román Podolsky (director): “Teatro Abierto es parte de nuestra historia cultural política. Desde el punto de vista profesional, fue un desafío tomar un material con una motivación precisa y lanzarlo en otro contexto, y además en la televisión. Habla de que el teatro es un hecho vivo”.

- Gabriel Goity (actor): “El homenaje a este movimiento es gigante, lo dignifica. Es un premio que Grandinetti me haya convocado para hacer de estos gloriosos personajes en su momento más duro. Nunca mejor utilizada la palabra ‘honor’. En el trailer escuchaba a Pepe Novoa diciendo que él no era un valiente y me decía: ‘Si él no es un valiente, los valientes quiénes son’. Ciertos personajes se exhiben de manera tan banal que ver ‘ponerse’ a nuestros maestros me hace sentir orgullo. La emisión es una posibilidad de que las nuevas generaciones vean que con amor se pueden cambiar de curso los ríos”.

- Mirta Busnelli (actriz): “Fuimos muy felices haciendo Teatro Abierto. Fue un hecho de resistencia, de correr la cultura hacia un lugar de voz, porque estaba afónica. Está bueno el recordatorio y es interesante que incluya a generaciones de artistas que no estuvieron”.

- Raúl Serrano (director): “Con Teatro Abierto fue la primera vez que, de una manera colectiva, el teatro funcionó como vínculo social. No por el mercado, ni por el star system, sino por la necesidad de articular un lenguaje desde el teatro. Lo que nos mató no fue la democracia, sino el mercado. Ese es el verdadero enemigo. Y hace diez años creía que mis ideas habían sido utópicas, que nunca más ocurriría un proceso como el que estamos viviendo. Con deficiencias, pero con pasos efectivos hacia una transformación popular, inclusiva y democrática”.

- Gabo Correa (actor): “La reinstalación del fenómeno que fue Teatro Abierto es muy importante. Sus obras no eran antidictadura, eran subversivas, porque abrían la cabeza. En democracia se pierde la noción de rebeldía del teatro, por eso está bueno repasar esto”.