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Miércoles, 4 de septiembre de 2013

CINE › MAñANA COMENZARá LA MUESTRA CIUDADES REVELADAS, CON MEDIO CENTENAR DE FILMS

Lo urbano y las relaciones sociales

El punto de partida de esta muestra es pensar la ciudad como una construcción social e histórica. Tendrá focos destinados a Chile, Brasil y Berlín y se desarrollará hasta el miércoles en el Gaumont, el C. C. Haroldo Conti y el C. C. de la Cooperación.

 Por Ezequiel Boetti

La confluencia de sus trayectorias profesionales en la Facultad de Ciencias Sociales y una serie de intereses en común traían implícita la elección del tema central: las cuatro tenían clarísimo que querían abordar las problemáticas de la ciudad. La certeza mutó en duda cuando el inevitable recorte de toda muestra artística obligó a definir con precisión las coordenadas del objeto de estudio. ¿Qué sería, al menos para ellas, una ciudad? ¿Qué significaría referirse a “lo urbano”? ¿Acaso se trataba de un conjunto de edificaciones limitadas por un espacio geográfico en común? ¿De una comunidad asentada en la comodidad de las necesidades básicas resueltas? “Decidimos que el punto de partida sea pensar la ciudad como una construcción social e histórica, un conjunto de relaciones sociales que van transformándose justamente por el devenir de una serie de entramados, que no dejan de ser relaciones de poder en disputa. La ciudad no es el escenario donde las cosas ocurren, sino que es configurada por esos hechos, y todo eso genera una correlación entre su forma y el impacto en lo social”, explica Julia Ramos, integrante del cuarteto al mando de la que desde este jueves será la primera muestra internacional Ciudades reveladas, que se desa-rrollará hasta el miércoles 11 en el Espacio Incaa Km 0 Gaumont (Rivadavia 1635), el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti (Del Libertador 8151) y el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543). Vale destacar que los bolsillos flacos no servirán como excusa, ya que las funciones y actividades especiales serán libres y gratuitas.

El encuentro con las organizadoras es en uno de esos bares de la zona de Retiro especializados en hacer de lo arraigado un elemento de mercancía apto para el consumo extranjero. La triste paradoja de que todo esto ocurra a un puñado de cuadras de uno de los núcleos más grandes de pobreza y precariedad edilicia del país, como es la Villa 31, da pie a presuponer que Buenos Aires se presta como pocas a reflexionar sobre las implicancias de los asuntos citadinos actuales. “Nosotras observamos su transformación, sus contrastes, sus disputas. Buenos Aires es una de las ciudades latinoamericanas más desiguales y contrastadas en la que más se construye sobre lo audiovisual. Hay muchas expresiones artísticas y académicas respecto de lo urbano, y nuestra idea es aglutinar nuestros intereses y el de mucha gente que aborda estos temas desde una fotografía, un video o alguna intervención artística quizá sin pensarlo como una temática específica. Somos una generación muy marcada por lo que sucede aquí y en otras ciudades latinoamericanas, y es lógico que tomemos eso como un disparador para desarrollar expresiones”, afirma otra de las organizadoras, Noelia Ugalde.

Compuesta por más de medio centenar de films, entre cortos, medios y largos, casi todos ellos provenientes de esta región, la programación está dividida en dos competencias (largos y medios por un lado, cortos por otro) y tres focos destinados a Chile, Brasil (“un país al que siempre miramos”, dicen) y Berlín, ciudad fundacional en lo que retratos urbanos se refiere. Esto desde la legendaria Berlín, sinfonía de una gran ciudad, cuya proyección con música en vivo el viernes, a las 21, en el Conti, será uno de los platos fuertes de la edición bautismal. “Alcanza con poner a dialogar esta película con las actuales, tanto las alemanas, que tematizan las consecuencias de la caída del muro, o aquellas realizadas en el resto del mundo, para ver cómo cambiaron los abordajes. En la Sinfonía... se ve una ciudad entusiasmada con el progreso, la modernidad y el futuro como una gran promesa, y ahora el conflicto está en la tensión, en la presencia del pasado y un gran interrogante por lo que vendrá. Era interesante rendirle un homenaje porque gran parte del cine urbano actual le debe mucho a esa película”, explica Ugalde, quien dialogó con Página/12 junto a Ramos, Luciana Estévez y Mariela Zunino.

–¿Es posible establecer algún parámetro en común de la mirada que el cine tiene de lo urbano, teniendo en cuenta las diferentes situaciones políticas y culturales de cada sociedad?

Luciana Estévez: –La ciudad implica una identidad, porque uno también puede mirarla desde la experiencia de vivirla cotidianamente. En la convocatoria vimos que hay muchas similitudes en la identidad construida en los grandes centros urbanos: enajenación, sensación de encuentro y desencuentro, cuestiones de poder, disputas de identidad. Todas esas cosas son del interés de mucha gente y suceden dentro de un espacio común, entonces muchas de las películas buscan una narrativa relacionada con la posibilidad de construir una dimensión simbólica de la ciudad. El cine aporta constantemente en ese aspecto construyendo relatos que a su vez la reinventan y ayudan a construir una identidad.

–La desigualdad y los contrastes son dos de las características principales de las grandes ciudades latinoamericanas. ¿Eso se refleja en la selección?

Julia Ramos: –En los últimos diez años hubo un proceso de politización muy importante en la región y en paralelo un desarrollo del cine gracias al acceso más democratizado a la tecnología. Los contrastes y la pobreza en las ciudades, que siempre estuvieron presentes, empezaron a hacerse más recurrentes en los documentales de denuncia. Esa desigualdad también podría leerse como una forma de violencia.

–Uno de los focos están centrados en el problema de la vivienda en Chile. ¿Qué ocurre allí?

J. R.: –Después del golpe, Chile empezó a desarrollar un proceso de mercantilización en todos los ámbitos que tengan que ver con los derechos y las necesidades básicas humanas. Todo eso, que fue muy común en los ’90, en Chile se dio con mayor éxito. En términos de política habitacional, aplicó todo lo que según el progresismo no habría que hacer: priorizó el aspecto cuantitativo de construir casas en cualquier lado, a muy bajo costo y siempre con un negocio redondo para las constructoras detrás. Es el paradigma de la vivienda como una mercancía y no como derecho. Eso generó exclusión social, segregación urbana y barrios muy mal equipados para resistir los temblores. Es verdad que allá no hay villas tal como las conocemos acá, pero tienen complicaciones enormes de accesibilidad y salud, por ejemplo. En ese sentido, el terremoto de 2010 puso en evidencia un país que muchos no estábamos mirando.

Noelia Ugalde: –El cine chileno está construyendo una tradición de documentales con temática de vivienda. Y el material que vamos a presentar el 11 de septiembre, día en el que además se cumplen 40 años del golpe a Allende, muestra que los primeros trabajos de directores hoy consagrados, como Ignacio Aliaga o Ignacio Agüero, ya abordaban este asunto. Nos parece muy importante poner en diálogo ese material con películas más recientes.

* Programación completa en www.ciudadesreveladas.com.ar

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“Hay muchas expresiones artísticas y académicas respecto de lo urbano”, dicen las organizadoras.
Imagen: Bernardino Avila
 
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