espectaculos

Jueves, 23 de abril de 2015

CINE › ROBERT TRUJILLO HABLA DE JACO: A DOCUMENTARY FILM, LA PELíCULA SOBRE UN MAGO DEL BAJO

“Había que contar la historia de Pastorius”

El bajista de Metallica vino a la Argentina para la primera presentación internacional del documental de Paul Marchand y Stephen Kijak. “Buenos Aires es una de mis ciudades favoritas en el mundo y sé que acá existe una gran pasión por Jaco”, asegura.

 Por Yumber Vera Rojas

Mientras Metallica era noticia por el mal momento que atraviesa su guitarrista, Kirk Hammet, tras perder su iPhone con 250 riffs para el nuevo disco del grupo, o a partir de la afirmación de David Bowie de que la colaboración entre Lou Reed y el cuarteto (en el álbum Lulu) es una obra maestra, Robert Trujillo llegó a Buenos Aires de la mano de su otra pasión, aparte de la música: el cine. El bajista de la célebre banda de metal estadounidense recibió la invitación del Bafici para presentar en esta edición del festival Jaco: A Documentary Film, película que narra la vida y obra de Jaco Pastorius, legendario jazzero que revolucionó la manera de tocar el bajo eléctrico, y en la que participó como productor y financiador. “Buenos Aires es una de mis ciudades favoritas en el mundo”, afirma el artista de 50 años en el lobby de un hotel del barrio de Recoleta. “Así que es bueno volver para representar en esta ocasión un proyecto cinematográfico, porque sé que acá existe una gran pasión por Jaco Pastorius. Y eso es muy importante para mí.”

–¿Es su primera incursión como productor de cine?

–Hice cosas pequeñas, algunos cortos animados. Incluso uno de ellos estuvo nominado en un festival en Francia, y eso fue increíble. Ese proyecto lo hice con mucha pasión. Obviamente no tuvo el mismo desarrollo que Jaco, pero fue importante para mí. En el pasado, también dirigí los videos de mi antiguo grupo, Infectious Grooves. Si bien me interesa involucrarme en esa conexión entre cine, escritura y demás, el documental surgió por mi necesidad de contar una historia que pensé que valía la pena que se conociera. Sentí en mi corazón que debía hacerlo. Era importante para mí, para sus fans, para su familia, e incluso para la gente que no sabe quién es, para que aprendiera sobre él y descubriera la música de los setenta, con la que crecí y a la que amo.

–¿Qué inspiró su realización?

–En 1979, Jaco tocó en el Santa Monica Civic Auditorium, un lugar especial porque durante muchos años fue el lugar de mi barrio donde pude ver a artistas de la talla de Black Sabbath, The Pretenders, Devo, Suicidal Tendencies y Weather Report. Y a él lo vi ahí, cuando tenía 14 años. Amaba el bajo, y ese show fue importante para mí porque confirmó cuál sería mi futuro. A partir de ese momento pensé cómo podría ser como él, pero con mi propio estilo.

–¿Cómo lo descubrió?

–La ciudad de Los Angeles, en los años setenta, estaba llena de rumores: que Ozzy Osbourne mordía cabezas de murciélagos, que Black Sabbath lanzaría un disco nuevo con Dio o que había un bajista llamado Jaco que tocaba el bajo como nadie. Incluso muchos pensaban que se trataba de otro instrumento porque, hasta ese momento, el bajo no se tocaba así. Cuando lo escuché la primera vez, sentí lo mismo que me pasó al momento de oír a Eddie Van Halen. Recuerdo que me pregunté: “¿Qué es esto?”. Crecí en medio de experiencias musicales verdaderas en los setenta como Motown, Parliament, James Brown, y el Santana de Abraxas. Imagínese que mi primer recital fue con los Isley Brothers, en 1975. Mis padres me llevaban a ver shows en vivo, por lo que me siento afortunado por esa manera de conocer la música. Y a Jaco lo vi en vivo tres veces más.

–¿Cuándo puso en marcha el proyecto?

–Conocí en 1996 al hijo de Jaco, Johnny (N. del R.: El martes participó en el estreno del documental en el Bafici, mientras que ayer ofreció una charla junto al director de la cinta, Paul Marchand), cuando estaba girando con Ozzy. Teníamos un amigo en común en Florida llamado Russell, que era surfista y trabaja en un bar, y al momento de decirle su nombre, me dijo que lo conocía. Lo que me sirvió para contarle que quería hacer una película sobre su padre porque su historia es importante, además de que es mi bajista favorito, al igual que el de Flea, de Red Hot Chili Peppers, y de muchos otros músicos. Y hace cinco años pusimos en marcha el documental.

–Si bien Jaco Pastorius es sinónimo de jazz, ¿le parece que el documental tiene una perspectiva rockera sobre su legado?

–Creo que sí porque es importante para mí, y espero que otra gente se sienta contagiada por su obra cuando lo vea. Pero es tan sólo una perspectiva, debido a que hay muchas más. Se necesita una película de muchas horas para contar su historia. Así que la inclusión de Paul Marchand y Stephen Kijak como directores fue acertada en ese sentido, al igual que para el guión. La producción fue costosa, por eso se percibe un espíritu posiblemente independiente o muy personal en el acabado final. ¡Y es que la gente que tiene el dinero quizá no es la mejor para esto! Somos diferentes clases de personas.

–Es curioso que haya acudido al crowdfunding para financiar la película. ¿Por qué lo hizo?

–¡Porque fue realmente muy cara! Creo que está por el orden del millón de dólares. Pero es normal que una película así valga eso. Si bien nos ayudó mucha gente, acudí al crowdfunding porque necesitaba terminarla. Sin embargo, el proyecto no terminó: ahora estoy acá presentándolo. Aunque esto es la frutillita del postre, nos costó tiempo, dinero y mucho desarrollo. Muchos deben creer que soy un rockstar porque toco con Metallica, y por esa razón tengo facilidades. A los que piensan eso les quiero recordar que no grabé The Black Album (N. del R.: llamado simplemente Metallica es el más vendido no sólo de su discografía, sino en la historia del metal). Yo estaba en Infectious Grooves en aquella época. La percepción de la gente a veces no es real. Esta no es una película sobre el fanatismo del bajista de Metallica por uno de sus héroes, sino que es una cinta que cuenta una historia que merecía ser conocida. Y quería que eso pasara porque no había ninguna película acerca de Jaco.

–¿Qué tal fue el recibimiento de la crítica hasta ahora?

–Lo importante acá es que la gente vaya a verla, para que entienda de qué trata. Muchos jóvenes bajistas deben pensar que mi escuela es Megadeth, pero yo soy realmente una consecuencia del jazz. Todos mis trabajos están inspirados en Jaco. Creo que lo que no se entendió de la película es que Jaco hizo posible que la música fuera para todo el mundo. El amaba el rock, el country, y tocaba lo que le gustaba.

–Aunque el mayor pico creativo de Pastorius fue como músico de Weather Report y Joni Mitchell, ¿durante la realización de la película se encontró con alguna perla que valió la pena destacar?

–Coincido en que con ellos hizo sus mejores álbumes, pero Ian Hunter lo invitó a participar en All American Alien Boy, el único trabajo enteramente de rock en el que estuvo. Es un disco impresionante, pues tiene uno de los mejores solos de la historia del rock. Y eso se destaca en la película, al igual que la posibilidad de que saliera de gira con David Bowie. Pero no sucedió. Me hubiera encantado que sucediera porque iba a ser maravilloso que pasara. Además influyó a un montón de artistas de los ochenta en técnica y estilos como Duran Duran.

Lanzado en noviembre de 2014, Jaco: A Documentary Film tuvo una première en el Bafici el martes pasado, se proyectó de vuelta ayer, y contará con una función más mañana a las 13.30, en el Village Caballito (Av. Rivadavia 5071). Antes de su proyección en el festival argentino de cine independiente, la película de 110 minutos (para la que prestaron testimonio artistas del calibre de Flea, Joni Mitchell, Sting, Herbie Hancock, Carlos Santana y Al Di Meola) tan sólo fue presentada dos veces en los Estados Unidos. Por lo que el de Argentina se trata de su debut internacional. “Ahora estoy muy concentrado en la promoción del documental, lo que es muy difícil porque paso tiempo lejos de mi familia”, asegura Trujillo, cuya última visita al país se produjo en marzo del año pasado, cuando actuó junto a Metallica en el Estadio Unico de La Plata, a pocos meses de su histórico recital en la Base Antártica Carlini. “También estoy trabajando en el nuevo disco de Metallica, y eso me tiene muy contento. Hay muchas ilusiones puestas en ese repertorio.”

Compartir: 

Twitter

Para concretar el film, Trujillo puso dinero de su bolsillo y recurrió al sistema de crowdfunding.
Imagen: Leandro Teysseire
SUBNOTAS
 
CULTURA Y ESPECTáCULOS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.