Si hay un auténtico clásico del cine moderno, valga la paradoja, ése es El desprecio, la película en la que Jean-Luc Godard, inspirado en la novela del italiano Alberto Moravia, filmó en Cinecittà en 1963, con Brigitte Bardot en su apogeo, acompañada por Michel Piccoli, Jack Palance y –en una fulgurante participación interpretándose a sí mismo– el gran director alemán Fritz Lang. Su circulación en vhs primero y en dvd después, seguramente fue infinita, lo mismo que las bajadas por Internet. Pero a partir de hoy y hasta el domingo, siempre a las 14.30, 17, 19.30 y 22, la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín exhibirá Le mépris, por primera vez en décadas, en una sala de cine, como corresponde a una obra maestra. Se trata de una versión recién restaurada en formato digital DCP 2K, que llega a Buenos Aires gracias a los buenos oficios del Instituto Francés y la Embajada de Francia en la Argentina. Ideal para redescubrir (o descubrir: siempre hay una primera vez) un film esencial, que sigue siendo tan transgresor hoy como hace medio siglo atrás. Sobre él, escribió Mariano Llinás en el primer número de la Revista de Cine: “La novela de Moravia es una aventura psicológica en la cual el cine es apenas una excusa para hablar de las tristezas del amor burgués. En la novela El desprecio el cine ocupa el lugar de lo frívolo y lo vulgar: el cine es apenas una abstracción. En la película Le mépris es la materia misma del relato: es su objeto y su preocupación. El desprecio utiliza el cine para hablar del hombre; Le mépris utiliza a los hombres para hablar del cine”. Entradas generales a $25 y $15 para estudiantes y jubilados. Más información en www.complejoteatral.gob.ar/ver/cine