Hay muchas formas de romper con el dominio de ciertos dibujos animados y algunos productos para chicos enlatados. Hay que buscarlas, nomás. O esperar las oportunidades. Todos los años, desde hace catorce agostos, hay una ocasión imprescindible para proponerles a los niños y las familias otras historias y estéticas: el Festival Internacional de Cine Nueva Mirada para la infancia y la juventud, que hoy a las 14 en el Espacio Incaa km 0 (Gaumont, Av. Rivadavia 1635) comienza una nueva edición bajo el lema “Buentrato. Por una cultura de paz”. El festival, organizado por la ONG homónima, ya un clásico de la cartelera infantojuvenil. Este año se extenderá hasta el 2 de septiembre en distintas sedes porteñas (ver aparte) con entrada libre y gratuita. Además, y como no se realiza en época de receso escolar, el encuentro ofrecerá funciones especiales para escuelas.

La función de apertura será con la proyección de Shaun, el cordero: la película, anticipándose en una semana a su estreno en salas comerciales. El film está basado en la serie de televisión homónima del estudio británico Aardman Animations, conocido por su trabajo con técnicas de claymation y stop motion, en particular en las películas Pollitos en fuga y Wallace y Gromit. Shaun... está dirigida por Richard Starzak y Mark Burton. Hoy, además, el Festival ofrecerá una función especial de Las momias de Guanajuato (México) a los niños que se alojan en la Casa Garrahan a la espera de sus tratamientos médicos.

Más allá de esta figura algo más reconocida en el circuito local, Nueva Mirada apuesta por cineastas y estéticas que no encuentran su lugar habitualmente en los circuitos comerciales televisivos y cinematográficos del país. En esta edición habrá cortos y largometrajes de Alemania, Italia, Brasil, Suecia, Dinamarca, España, Cuba, Reino Unido, Países Bajos, Suiza, Irán y México. Estas cintas aspirarán a los tres premios que entrega el festival. A los galardones Barrilete y Nueva Mirada este año se suma el premio-homenaje Tire-die, a la Mejor ópera prima de estudiantes de escuelas de cine. El Tire-die será un homenaje a Fernando Birri, fundador de la primera escuela de cine de la Argentina y director de la película homónima (en 1958), que retrataba la situación de pobreza de los niños que vivían en las villas cercanas a la ciudad y las líneas férreas.

En la sección Panorámica, dedicada a la ficción, de la Competencia Oficial de Largometrajes se proyectarán La vida según Nino, de Simone van Dusseldorp (Países Bajos); Shana, de Nino Jacusso (Suiza); Lola, de Thomas Heinemann (Alemania); La bicicleta de mi padre y yo, de Fayaz Mousavi (Irán); Enseñando a vivir, de Giuseppe Piccioni (Italia), y Hermoso horizonte, de Stefan Jäger (Suiza). En la competencia de animación –llamada Dulces sueños– competirán Pim y Pom, la gran aventura, de Gioia Smid (Países Bajos); La leyenda de las momias de Guanajuato, de Alberto Rodríguez (México); Meñique, de Ernesto Pradón (Cuba/España); Lombrices, de Paolo Conti (Brasil), y Más allá del más allá, de Esben Toft Jacobsen (Dinamarca/Suecia). También se proyectarán cortometrajes de animación y ficción.

Fuera de competencia, el director Alejandro Carlini presentará un anticipo de su próximo film de animación en 3D Kiribati, una vieja aventura, una comedia de enredos que se está produciendo en San Luis. Y como no todo es proyecciones y premios, el Festival también tendrá sus invitados y sus actividades paralelas. Para esta ocasión llegarán el cineasta cubano Antonio Molina y el holandés Jan-Willem Bult, quien será parte del jurado oficial del encuentro y además dictará un taller de realización de televisión con niños, cuyos resultados luego podrán verse por Internet y circuitos alternativos.

Como parte de las actividades paralelas, mañana y pasado se realizará el Seminario Internacional La mirada crítica. Audiovisual, Transmedialidad y Educación en el siglo XXI, en la sede de la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos, en Paraguay 1583, 2º piso). El lunes que viene la misma sede alojará el encuentro transmedia Cocina de Proyectos, para animadores, músicos, realizadores audiovisuales y de videojuegos, productores, especialistas y representantes de canales de televisión de América latina.

Uno de los puntos más atractivos para los cinéfilos de cualquier edad será la retrospectiva dedicada a Juan Pablo Zaramella, figura emblemática del cine de animación independiente nacional, multipremiado dentro y fuera del país y referente insoslayable para sus colegas. Las películas de Zaramella obtuvieron tres veces el premio Cóndor de plata al Mejor cortometraje. En 2010 en el Festival de Annecy, Francia, meca del cine animado mundial, lo homenajearon con una retrospectiva de su obra y al año siguiente su último trabajo, Luminaris, recibió el Premio del Público y el Fipresci de la Crítica Internacional. Además, Luminaris fue preseleccionado a los premios de la Academia de Hollywood y recibió más de 300 galardones en todo el mundo. Un año más, este festival demuestra que hay un universo de películas por descubrir. Sólo hay que prestar atención, y volver a mirar.