No es la primera vez que Daniel Hendler trabaja en una ópera prima. Como ejemplo, puede mencionarse su participación en Sábado, de Juan Villegas; El fondo del mar, de Damián Szifrón, y Cara de queso –mi primer ghetto–, de Ariel Winograd (en este caso, ópera prima de ficción). Con respecto a las diferencias a la hora de trabajar con un director debutante y con otro de trayectoria, Hendler comenta que trabajó “bastantes veces con directores debutantes en largometrajes. Hay algo de eso que está buenísimo y es que no ahorran energías y se lanzan completamente hacia donde quieren dirigirse. Eso contagia una energía en el elenco y en el equipo que hace que los rodajes sean especiales”.