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Lunes, 8 de septiembre de 2008

FúTBOL › ¿CUáL ES EL CAMINO PARA QUE LA SELECCIóN NACIONAL ENCUENTRE EL FúTBOL QUE TODOS QUEREMOS?

Cada partido que no se gana abre nuevos interrogantes

Una mirada a la tabla hace pensar que la clasificación para el Mundial no corre riesgos, pero lo que preocupa es que no se logre jugar bien. Están los mejores jugadores, aunque el vuelo del equipo, por ahora, es bajito.

 Por Juan José Panno

Ultimos cuatro jugados, cero triunfo; uno perdido y tres empatados. El dato aparece resaltado en cualquier balance y viene acompañado de muchos interrogantes. Es lo habitual cuando los resultados no se dan. Las dudas, luego de Paraguay y antes de Perú, se abren en diferentes direcciones y apuntan al técnico, al estilo de juego, a las tácticas empleadas, a los jugadores elegidos, a los futbolistas que parecen inamovibles, al rendimiento de determinados nombres y al ida y vuelta con el público. Algunas preguntas tienen más de una respuesta; otras quedarán dando vueltas a la espera del paso del tiempo.

¿Juega tan mal la Selección?

No jugó bien, eso está clarísimo, pero si Coloccini hubiera acertado con el cabezazo que metió solito debajo del arco o si Agüero hubiera empujado bien esa pelota que Riquelme mandó desde la punta en el segundo tiempo, seguramente la imagen sería otra. Del mismo modo, si Carrizo no hubiera atajado con gran esfuerzo ese cabezazo de Haedo en el final, varias dotaciones de bomberos afines a Basile estarían tratando de apagar cientos de focos de incendio. La Selección tuvo durante el partido del sábado pasajes buenos, regulares y malos, y en el balance general fue un poco más que su rival, a pesar de haber jugado más de medio partido en inferioridad numérica.

¿Elige bien Basile?

En general, sí. Se pueden discutir algunos matices, se puede cuestionar a alguno de los que están, pero no aparecen, al menos a simple vista, nombres de jugadores que estén afuera y merezcan una convocatoria que el DT no hace por caprichoso. Puede pensarse que Zabaleta podría ser llamado nuevamente o que Monzón merece una oportunidad luego de su buena producción en el tramo final de los Juegos Olímpicos, pero son sólo matices. Antes del partido contra Paraguay no se escuchó una sola voz de queja por la titularidad de Tevez. Con la chapa puesta, luego de su tonta expulsión, preocupa la reiteración de actitudes de este tipo porque se recuerda que también lo echaron ante Colombia. Seguramente Basile volverá a llamar a Tevez en futuros compromisos, pero tendrá que destinarle un tiempo a charlas muy profundas.

¿Riquelme es insustituible?

No debería serlo, pero, ¿quién está en condiciones de ocupar su lugar? ¿Qué número 10, de los que juegan acá o afuera, tiene condiciones de armador, organizador de juego, manija y titiritero? Cuando Riquelme juega bien, el equipo brilla en torno suyo; cuando juega mal, se opaca. Los detractores del diez de Boca se irritan cuando se para después de perder una pelota (contra Paraguay perdió demasiadas) y, obnubilados en la crítica, olvidan las instancias en las que es capaz de resolver por sí mismo cuando no se logra el funcionamiento colectivo. Basile tiene una idea de juego en la que Riquelme resulta vital. Sin él –y sin reemplazante a la vista– debería cambiar sustancialmente el modo de juego. Los nombres que surgen están unos escalones por debajo de Riquelme.

¿Carrizo tiene que quedarse con el arco?

El titular es Abbondanzieri y seguramente seguirá siéndolo después de esta miniserie. No se le puede atribuir ninguna culpabilidad en la jugada del gol paraguayo (Heinze, por otra parte, asumió toda la culpa), pero no está en su mejor momento. Carrizo anduvo muy bien, respondió fenómeno cuando tuvo que intervenir y se siente tan seguro que es capaz de arriesgar más de la cuenta. Lo hizo en una gambeta que pudo costar un gol. Si Carrizo ataja contra Perú como lo hizo ante Paraguay, Basile deberá resolver el dilema.

¿Basile debe respaldar a Heinze?

No necesariamente. Ciertos códigos que se manejan en el fútbol argentino parecen impedir que un entrenador sustituya a un defensor que juega mal, tal como lo hizo Basile en el entretiempo del partido contra los paraguayos. Pero es una exageración sostener esa idea a ultranza. Heinze estaba jugando mal, había facilitado el gol paraguayo y, muy nervioso, había cometido otros errores. Se incluye en la lista una salida desde el fondo que se complicó cuando lo rodearon en el medio y propició un contraataque peligroso. Los hechos le dieron la razón al técnico. Con Díaz, el equipo se paró mucho mejor. Heinze debe estar obsesionado en demostrar que puede. Y eso puede resultar contraproducente.

¿Por qué no se da el ida y vuelta con la gente?

El partido había generado una enorme expectativa y los jugadores tenían un sincero deseo de ofrecer un buen espectáculo a la gente. No se dio porque el equipo jugó globalmente mal. El gol raro y la expulsión de Tevez valen como atenuantes, pero no justifican nada. Pero también hay que entender que el equipo puso mucha garra en el segundo tiempo y arrinconó al rival. La frialdad del público también está relacionada con que a la Selección suele ir a verla mucha gente que habitualmente no concurre a las canchas. De otro modo no se explica que hayan gritado como gol un remate al arco de Di María que hizo llegar la pelota a la red cuando la jugada había sido invalidada varios segundos antes.

¿Adónde va la Selección?

La primera respuesta es casi un chiste: a Perú, a jugar un nuevo partido. La segunda es un pronóstico casi sin margen de error: a jugar el Mundial, en Sudáfrica o donde quiera que se juegue. La tercera es de respuesta múltiple: a) puede irse al diablo; b) puede navegar sin rumbo fijo buscando su destino; c) puede encontrar pronto un rendimiento parejo, por momentos brillante, que justifique la condición de potencia mundial que le dan en otros lados. Ojalá así sea.


Orion ya se sumó al grupo

Agustín Orion fue convocado ayer al seleccionado de fútbol argentino en reemplazo de Roberto Abbondanzieri, quien por su lesión en la rodilla derecha tendrá para tres semanas de recuperación al menos, según aseguró el jefe de prensa, Andrés Ventura. Así, el arquero de San Lorenzo se integrará hoy al plantel como tercer arquero, debido a que el portero titular para el encuentro del próximo miércoles ante Perú será Juan Pablo Carrizo y el suplente, Sergio Romero. El grupo almorzará hoy en el predio de Ezeiza y luego se trasladará al aeropuerto internacional de esa localidad, donde viajará en vuelo charter a Lima desde las 16. Los que no viajarán son Carlos Tevez y Javier Mascherano, ambos suspendidos.

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n Basile, la gente, Heinze, Riquelme, Tévez y Carrizo. El entrenador sabe que la clasificación está asegurada. Lo que se busca es un equipo.
 
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