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Lunes, 12 de octubre de 2009

FúTBOL › EL CLáSICO ENTRE URUGUAY Y ARGENTINA, UNA AUTéNTICA CITA CON LA HISTORIA

Vamo’ arriba la celeste... y blanca

Desde la final del Mundial de 1930 que uruguayos y argentinos no juegan en Montevideo un partido de tanta trascendencia. La Selección Nacional no triunfa en el Estadio Centenario desde 1976.

 Por Daniel Guiñazú

Acaso después de aquella legendaria final del Mundial de 1930 y del choque por los octavos de final del Mundial de 1986 en México, el partido de pasado mañana entre Uruguay y Argentina en Montevideo será el más importante que ambos seleccionados hayan disputado a lo largo de 120 años de historia. Nunca antes celestes y albicelestes jugaron entre sí la posibilidad de ir o no a una Copa del Mundo. Por eso, lo que vaya a suceder en el Estadio Centenario adquirirá visos trascendentales en una y otra orilla del Río de la Plata.

La capital uruguaya jamás ha sido una sede propicia para los seleccionados argentinos. De hecho, su última victoria allí data de 1976, cuando un equipo dirigido por César Luis Menotti se impuso 3-0 en un amistoso con goles de Leopoldo Luque, Mario Kempes y René Houseman. Desde entonces, se enfrentaron seis veces con tres victorias orientales (2-0 en 1978, 1-0 en 1984 y 1-0 en 2005 por las Eliminatorias) y tres empates (0-0 en 1992, 0-0 por las Eliminatorias en 1997 y 1-1 por las Eliminatorias en 2001). En condición de local por competencias sudamericanas oficiales (Copa América y Eliminatorias), desde 1917, Uruguay se mantiene invicto como local en 10 partidos, con 7 triunfos y 3 empates.

- El primero de todos. Bien se sabe que el clásico entre Uruguay y la Argentina es el más antiguo que registra el fútbol mundial a nivel de seleccionados. De hecho, Montevideo fue la sede del primer enfrentamiento entre ambos: el 15 de agosto de 1889, dos equipos representativos de las capitales de ambos países se enfrentaron en conmemoración de los 70 años de la reina Victoria de Inglaterra, cuyo gigantesco retrato llevado especialmente desde la embajada inglesa presidió las acciones. El partido tuvo lugar en el llamado New Ground de La Blanqueada y terminó con triunfo del conjunto de Buenos Aires por 3 a 0.

- ¿Cuál fue? Sin embargo, algunos estadígrafos argentinos no reconocen este encuentro como el primero, pero tampoco coinciden en determinarlo. Para algunos, el choque inicial entre argentinos y uruguayos sucedió en Montevideo el 16 de mayo de 1901 con triunfo albiceleste por 3 a 2. Para otros, en cambio, fue el del 20 de julio de 1902, también en Montevideo, con goleada argentina por 6 a 0. En ambos cotejos, Frank Chevallier Boutell, el presidente de la Argentine Association Football League hizo de juez de línea.

- La celeste. Debió esperar mucho tiempo Uruguay para vencer a la Argentina como local. Pero su primer triunfo en Montevideo, el 15 de agosto de 1910 por 3 a 1 y con la Copa Lipton en disputa, tuvo características relevantes: fue el primero en el que empleó su histórica camiseta celeste, adoptada como emblema nacional en reconocimiento al triunfo que, con esos mismos colores, poco antes había conseguido el River uruguayo ante el poderoso Alumni porteño por 2 a 1.

- Veinte al hilo. En los primeros años de la década del ’10 dio la impresión de que el seleccionado argentino se había formado para enfrentar al uruguayo y viceversa. Un dato lo demuestra: entre noviembre de 1910 y agosto de 1913, jugaron 20 partidos en forma consecutiva tanto en Buenos Aires como en Montevideo. El más espectacular de todos se disputó el 13 de julio de 1913 en el Parque Central de Montevideo y terminó con la victoria de los orientales por 5 a 4.

- Dos en un día. Era tal rivalidad en esos tiempos que, en 1916, argentinos y uruguayos jugaron dos partidos en un día. El domingo 1º de octubre, en la vieja cancha de Racing en Avellaneda y por la Copa Círculo de la Prensa, Argentina goleó 7 a 2. En Montevideo por la Copa de Honor, triunfaron los uruguayos por 1 a 0.

- Bicampeones de América. Ganador del primer Campeonato Sudamericano celebrado en Buenos Aires en 1916, Uruguay tomó a su cargo la organización del mismo torneo, un año más tarde. Y fue tanta la importancia que le concedió, que construyeron un estadio especialmente para albergar su disputa: el Parque Pereira, levantado en el mismo sitio donde trece años más tarde se construyó el Centenario. La Celeste estuvo a tono. Se adjudicó el torneo, venciendo en la final a la Argentina por 1 a 0, con gol de Héctor Scarone y se llevó la Copa América, puesta en juego por primera vez por la Confederación Sudamericana. Fue el primer capítulo de una tradición que se extiende hasta nuestros días.

- La peor derrota. La mayor goleada que la Argentina sufrió en Montevideo se registró hace poco más de noventa años: el 18 de julio de 1919, conmemorando la independencia oriental, los uruguayos ganaron por 4 a 1 en el Parque Pereira. Héctor Scarone (2), Pérez y Romano anotaron para los celestes, Harry Hayes señaló para los argentinos.

- El arquero de América. Uruguay volvió a consagrarse bicampeón sudamericano en 1923 y 1924. Ambos torneos se celebraron en Montevideo, con el dato saliente que el de 1924 se jugó luego de que los uruguayos lograran en París su primer título olímpico. En la final empataron 0 a 0 con la Argentina y la actuación del arquero argentino, Américo Tesorieri, resultó tan extraordinaria que, al término del partido y en medio de los festejos por el título, fue llevado en andas por los propios jugadores uruguayos hasta el palco presidencial, donde recibió efusivas felicitaciones del presidente oriental, José Serrato, y de sus hijos.

- La mejor victoria argentina. Sucedió el 10 de octubre de 1937 por la Copa Newton. Esa tarde de domingo, la Selección venció 3 a 0 a los uruguayos con goles de Marvezi, Moreno y Fidel. Nunca después pudo alcanzarse diferencia semejante en Montevideo.

- Imbatibles. En las décadas del ’30 al ’50, Uruguay podía perder ante Argentina como local en partidos amistosos. Pero cuando se jugaban los Sudamericanos se tornaba invulnerable. En 1942, Argentina llevó a Montevideo un equipazo que llegó a ganarle 12 a 0 a Ecuador (la máxima goleada de la selección de todos los tiempos. Pero cuando hubo que jugar la final frente a Uruguay, otra vez se terminó perdiendo. Fue 1 a 0 con gol de Bibiano Zapirain en un partido nocturno. En febrero de 1956, sucedió lo mismo por el mismo resultado: 1 a 0 con tanto de Javier Ambrois. Esa noche, el marcador oriental Brazionis tuvo carta blanca para moler a patadas a Enrique Omar Sívori. El desquite llegó cinco meses más tarde cuando, por la Copa del Atlántico, Argentina venció por 2 a 1 en el Centenario con dos goles de Ernesto Grillo. Fue la única victoria albiceleste en esa década esquiva.

- Nunca pudo. Diego Maradona jamás enfrentó a Uruguay en el Centenario mientras fue jugador del seleccionado mayor. Sí lo hizo dos veces como juvenil durante el Su-damericano de 1979. Y en ninguna pudo ganar: en la fase inicial, el equipo que dirigía Menotti perdió 1 a 0 y en la rueda final, igualó 0 a 0. Diego participó del Mundialito de finales de 1980 y principios de 1981 con el seleccionado mayor, pero como la Argentina no llegó a la final, no se cruzó con los orientales.

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El festejo de Martín Palermo que puso a la Argentina un punto por encima de Uruguay.
Imagen: Bernardino Avila
 
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