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Lunes, 24 de marzo de 2014

FúTBOL › LA VICTORIA 2-0 SOBRE LANúS LO MANTIENE A LA EXPECTATIVA EN EL TORNEO, AúN SIN CONFORMAR

River gana pero no enamora a sus hinchas

Con los tantos de Cavenaghi y Villalva se impuso sobre un rival que tuvo argumentos sólidos para merecer el empate. La actitud conservadora en la primera parte mereció reprobación. Pero van a la Bombonera con el mejor ánimo.

 Por Adrián De Benedictis

“Esto es River, salgan de ahí atrás.” El grito no es de un policía buscando atrapar a unos delincuentes, sino de un hincha enardecido con sus propios jugadores que, a pesar de que estaban ganando el partido ante Lanús, habían adquirido una postura timorata. Desde la platea Belgrano, y luciendo la camiseta de la Roma italiana con el nombre de (Erik) Lamela, este joven no pudo evitar el enojo que le provocó ver a los jugadores parados de mitad de cancha hacia atrás, mientras Lanús controlaba la pelota y ofrecía un fútbol mucho más audaz.

¿Te gustó como jugó River? –Le preguntó Líbero a este hincha una vez finalizado el encuentro, y la respuesta fue contundente: “Es increíble cómo tenemos que sufrir para ganar un partido, pero lo que no se entiende es la postura que toma River. Y encima jugando en nuestra cancha, no se puede creer, de verdad”.

Cerca de él, uno de los últimos ídolos y actual integrante de esta nueva conducción, nada menos que Enzo Francescoli, se retiraba con la mirada perdida y con muecas de insatisfacción. Una vez más, lo que había entregado el conjunto dirigido por Ramón Díaz no terminaba de conformar a nadie. A pesar de que se reencontró con la victoria, dejó muy pocas cosas para rescatar. Por ejemplo, una fue el desempeño de Daniel Villalva, que convirtió el segundo gol con una gran definición, lanzando la pelota por arriba de Marchesín para ubicarla al lado del palo más lejano. Además, el reemplazante de Gutiérrez fue el ideólogo del gol de Cavenaghi, en el primer tiempo, dominando la pelota luego de un pase largo, haciéndola pasar por entre las piernas de Goltz para que luego Cavenaghi convierta con un toque suave casi abajo del arco.

Pero lo que quedaba en las retinas era la carencia de personalidad para tener supremacía sobre su adversario, que siempre buscó con argumentos más sólidos, y en varias oportunidades estuvo cerca de llegar al empate parcial. La chance más clara fue a través de Acosta, que hizo estrellar la pelota en el travesaño a los cuatro minutos del segundo tiempo, después de capturar un envío de Blanco desde la izquierda.

Los propios jugadores se habrán dado cuenta en el entretiempo de que no podían mantener ese nivel, y al menos jugaron la segunda parte un poco más adelantados. De todas maneras, la sensación de que el empate de Lanús podía llegar estuvo latente siempre, hasta que finalmente Villalva sentenció todo con aquella definición, y permitió que los hinchas pudieran tener un rato de relajación.

La furia que contagiaba el juego de River seguramente era por lo que pueda ocurrir el domingo próximo en la cancha de Boca. Si jugando de local la intención era agruparse en el fondo, en condición de visitante los nervios pueden llegar a su punto máximo. Para colmo, el rendimiento de este equipo fuera del Monumental no invita a la ilusión.

El torneo llegó a la mitad y el River versión 2014 no termina de consolidarse. La medianía sigue dominando el escenario, y como reclamaba el simpatizante, la realidad se sigue alejando de una historia marcada por poseer identidad bien definida.


Estadio: River.

Arbitro: Mauro Vigliano.

Goles: 34m Cavenaghi (R); 70m Villalva (R).

Cambios: 63m P. Díaz por Benítez (L), 65m Funes Mori por Ferreyra (R), 68m Silva por Ayala (L), 75m Kranevitter por Villalva (R), 84m Simeone por Cavenaghi (R).

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El gol con el que Fernando Cavenaghi abrió la cuenta en el Monumental ante Lanús. El delantero recibió una gran asistencia de Villalva.
Imagen: Julio Mancini
 
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