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Lunes, 8 de abril de 2002

LA BANCARROTA DEL GRUPO DE MEDIOS KIRCH AMENAZA CON ARRASTRAR A LA MAYORIA DE LOS CLUBES

Terremoto en el fútbol alemán

El grupo Kirch, propietario de los derechos de televisación de la Bundesliga, está al borde de la cesación de pagos. Si esto sucede, nadie sabe en Alemania de dónde saldrán los 820 millones de euros (730 millones de dólares) que se comprometió a pagar el multimedia a los 36 equipos durante los próximos dos años. Para muchos clubes es prácticamente el único ingreso importante. Una historia que no nos resulta extraña ni desconocida.

Por Esteban Bayer
Desde Hamburgo

El fútbol alemán está convulsionado, los clubes temen por su mera existencia y los jugadores por sus ingresos, todos ellos a la espera de lo que pase la semana que viene con el consorcio de medios Kirch.
El grupo Kirch es el dueño de los derechos de televisión de la Bundesliga, propietario de los canales de televisión que transmiten los partidos y hasta ahora la gallina de los huevos de oro de los clubes profesionales.
Pero Kirch está prácticamente en bancarrota y se espera que el día de hoy se abra con el anuncio de su cesación de pagos, inaugurando el último capítulo de la empresa de medios más poderosa de Alemania.
Si esto ocurre, la pregunta es: ¿de dónde saldrán los 820 millones de euros (unos 730 millones de dólares) que Kirch se comprometió a pagar en los próximos dos años a los 36 clubes profesionales del fútbol alemán a cambio de los derechos televisivos de los campeonatos de primera y segunda división?
¿Qué pasará con Première, el canal codificado de pago que transmite todos los partidos en directo? ¿Qué pasará con el canal SAT-1, el canal privado que los transmite en diferido? Ambos canales son propiedad de Kirch.
Los canales de televisión de derecho público están al acecho y quieren recuperar los derechos que perdieron hace siete años a manos de la televisión privada, pero ya adelantaron que es impensable que paguen las “lunáticas sumas que pagaba Kirch”.
Hay clubes de primera división, los más modestos, que están aterrados ante esta perspectiva porque sólo sobreviven gracias a la televisión: el presupuesto anual del Friburgo, 11 millones de euros, está compuesto en un 83 por ciento por los ingresos de la televisión. La cuota televisiva en el presupuesto de Borussia Moechengladbach es del 73 por ciento.
El que más relajado puede ver el poker en torno a los derechos es el campeón Bayern Munich: sólo el 17 por ciento de su presupuesto de 60 millones de euros depende de lo que recibe de Kirch.
“Sin el dinero de la televisión no podremos pagar siquiera los sueldos básicos”, reconoce Klaus Stabach, el manager del Energie Cottbus.
El de los salarios de los jugadores fue un asunto que saltó de inmediato y fue un clamor casi unánime: los jugadores deberían reducir sustancialmente sus “millonarios ingresos”, considerados excesivos en una sociedad en crisis.
Sin embargo, para el arquero de la selección y del Bayern Munich, Oliver Kahn, con unos 5 millones de euros (unos 4,5 millones de dólares) al año, uno de los mejores pagados del ramo, no hay dudas en su rechazo: “No veo la necesidad a renunciar a lo pactado en un contrato”.
Pero la contrapartida la marca Michael Ballack, el mejor jugador alemán del momento y que la temporada que viene, cuando se haga efectivo su pase del Leverkusen al Bayern Munich, pasará a ganar aproximadamente lo mismo que Kahn: “Si a los sponsors o a la televisión les va mal, los jugadores seremos los últimos en negarnos a encontrar una solución”.
Esa posición la pueden asumir los que mayores ingresos tienen, pero para el jugador medio la disyuntiva es irreal: “Con lo que gano con mi salario, apenas si puedo pagar el alquiler de mi casa”, se queja Nico Patschinsky, el capitán del equipo más pobre de la primera división, el Sankt Pauli de Hamburgo.
Karl Heinz Rummenigge, presidente del Bayern Munich, pronostica que los ingresos de los jugadores bajarán, pero no sólo en Alemania sino en toda Europa. En lo inmediato, dice, es posible que algunas de las grandes estrellas que juegan en Alemania se vayan a aquellos países que están en condiciones de pagar mejor, “pero cuando en el 2004 entre en vigor la política unitaria para las licencias de clubes a nivel continental, ahí síse corregirá la irracionalidad de los sueldos y las altas sumas de transferencias”.
Pero la crisis de la Bundesliga, en la que los 36 clubes profesionales acumulan deudas de unos 500 millones de euros (unos 450 millones de dólares), va más allá porque los patrocinadores solventes son cada vez más raros. El Werder Bremen jugó esta temporada sin patrocinador en la camiseta y para el próximo campeonato son seis los equipos que aún no tienen qué estampar en el pecho.
Mientras tanto, en Bruselas, la Unión Europea anunció el viernes que espera una decisión del gobierno alemán en el debate sobre los avales estatales a los 36 clubes profesionales de fútbol, en previsión de la inminente quiebra. Pero el gobierno federal alemán no ve por el momento la necesidad de concederlos, según anunció en Berlín el portavoz Uwe-Karsten Heye, quien se refirió a las recientes declaraciones hechas por Edmund Stoiber, primer ministro del estado federado de Baviera, en el sentido de que el grupo Kirch cumplirá con sus pagos a los clubes correspondientes a la presente temporada, 100 millones de euros (87 millones de dólares) que Kirch debe abonar a principios de mayo y a principios de agosto por los derechos de televisión de los partidos de la Bundesliga que transmite Première. Pero hay serias dudas de que pueda. Heye criticó los diversos planes y versiones referentes a los avales estatales, diciendo que era absurdo creer que el gobierno estaba dispuesto a garantizar el sueldo de futbolistas millonarios y que eran en primer lugar los clubes los que tendrían que tomar las prevenciones necesarias.

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