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Lunes, 5 de enero de 2009

FúTBOL › HOY ARRANCA LA ETAPA DEL NUEVO ENTRENADOR DE RIVER

¡Qué desafío, Gorosito!

El técnico asume en un delicado panorama: no habrá compras hasta que no haya ventas, lo de Fabbiani se complica, lo de Ortega está en el aire, lo de Guiñazú sigue sin definirse.

En River comienza una nueva era. Tras el decepcionante final de año con la partida de Diego Simeone cinco fechas antes del final y el último puesto en el campeonato Apertura, para colmo ganado por Boca, el equipo de Núñez necesita cambiar rápido de página. Para ello, desde hoy, Néstor Gorosito asumirá oficialmente como director técnico del club, cuando el plantel vuelva a reunirse para iniciar la pretemporada de cara al Clausura y la Copa Libertadores. El desafío para el ex entrenador de Argentinos es revitalizar a un grupo que viene de cumplir la peor campaña en la historia de la institución. Para colmo, todavía no está claro que los dirigentes le puedan dar el gusto de conseguirle los refuerzos que pretende.

A partir de las 8 en el estadio Monumental está previsto el primer contacto oficial entre los futbolistas y el nuevo conductor. La primera tarea programada es una revisión médica para conocer el estado de cada uno tras las vacaciones y luego comenzarán los ejercicios iniciales con el nuevo cuerpo técnico. Una vez que concluya la práctica, Gorosito brindará su primera conferencia de prensa como DT de River, ya que la firma de su contrato se produjo en la intimidad de una reunión de Comisión Directiva en los últimos días de 2008.

La idea que tienen Gorosito y sus colaboradores es que el plantel trabaje los tres primeros días en Buenos Aires y que el próximo jueves viaje hacia Mendoza, la ciudad elegida para llevar a cabo la parte más exigente de la pretemporada. Además, allí se producirá el debut de River en el Pentagonal del Verano, el 13 ante Independiente, en el estadio Malvinas Argentinas. Allí permanecerá hasta el 23 y viajará para los partidos que le tocan en Mar del Plata y en Salta.

Gorosito llega a la entidad en la que surgió como futbolista con la dura misión de levantarle la moral a un plantel golpeado por el mal segundo semestre de 2008. Para colmo, arriba al club en un momento institucional delicado, dentro de un proceso de marcada austeridad y en un año electoral, ya que a fin de 2009 se termina el segundo mandato de José María Aguilar. Por eso, su llegada es una apuesta personal del presidente, que se jugó la última ficha con un entrenador de la casa y de su gusto personal, incluso oponiéndose a la opinión de varios dirigentes de peso. Pero lo cierto es que el hombre fuerte de River encontró en Gorosito un técnico con perfil bajo, que se formó en el club, que conoce los pasillos del Monumental y que encaja a la perfección con su política de austeridad para los últimos meses de gestión. Además aceptó marginar a Eduardo Tuzzio, un “caudillo de salita azul”, según las propias palabras del titular riverplatense.

Pero por más austero que pretenda ser el panorama, el actual plantel de River, devaluado por sus antecedentes inmediatos, necesita nombres que eleven su nivel futbolístico. Claro que el margen para complacer al sucesor de Simeone no es demasiado. El primero de los cuatro refuerzos permitidos es Sebastián Abreu, que ya actuó en la Copa Sudamericana, pero que para el campeonato local suma como incorporación. Por eso, a River le quedan sólo tres cupos. Si llega alguien más, únicamente tendrá permitido jugar en la Copa Libertadores.

En ese contexto, el que más chances tiene de arribar al conjunto de Gorosito es el defensor colombiano Humberto Mendoza, actual zaguero de Nacional de Medellín. Su nombre apareció luego de que se frustrara la posibilidad del uruguayo Diego Lugano, quien percibe actualmente cifras imposibles de pagar para cualquier club del fútbol argentino. Al cierre se daba por hecho su pase.

La incorporación a préstamo de Cristian Fabbiani es complicada. A esta altura es más el interés del delantero –en conflicto con Newell’s por falta de pago que viene de la gestión de Eduardo López– por llegar a River que las ganas del club por contratarlo. Para esa posición Gorosito dispone como variantes a Abreu, Radamel Falcao, Santiago Salcedo y Andrés Ríos. En cambio, todos en el club ven con buenos ojos la llegada de Pablo Guiñazú. El inconveniente radica en que el Inter de Porto Alegre pretende venderlo y no cederlo a préstamo, como aspira River. Por eso, la alternativa que se maneja es Juan Mercier, a quien Gorosito dirigió en Argentinos.

Mientras tanto, por más que hoy parece lejos, todavía nadie se anima a descartar el regreso ahora de Ariel Ortega desde Mendoza. Por eso, algunos directivos continuarán los intentos por acelerar su vuelta, aunque no están dispuestos a manejar las cifras que pretende Independiente Rivadavia para cederlo seis meses antes de lo que marca el contrato.

Pero, más allá de las gestiones en marcha, los dirigentes le comunicaron a Gorosito que para sumar nuevos jugadores primero tendrán que vender a alguno de los actuales integrantes del equipo. Las mejores ofertas que llegaron al club son por Falcao, desde México. Sin embargo, la operación está parada, ya que el colombiano pretende emigrar a un club de Europa. Y si ello no se concreta, prefiere quedarse en River, por más que los dirigentes hagan fuerza para que se vaya e ingrese dinero fresco para darle algún gusto al flamante entrenador.

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Néstor Raúl Gorosito vuelve a River, donde jugó entre 1983 y 1988.
Imagen: Télam
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